-...377...- es una tortura.
-...378...- cortenme las malditas piernas.
-...¡379!...- Ya no aguanto.
-Y... 380, ¡Makoto gana!- gritó con entusiasmo la voz femenina que hacía de juez en la competición masculina.
Ah. Un suspiro de alivio y cuatro cuerpos se dejaron caer al suelo haciendo un ruido seco.
-Chale Kaito, aposté por ti, que poca madre tienes- reprochó una castaña de ojos azules, de nombre Aoko Nakamori. -Ahora te me chingas con 100 varos-
-No chingues, Aoko, ¿Y por qué no por mi, cariño?- preguntó dolido a su novia, e intentando recuperar el aliento, un rubio cenizo de ojos cafeces, de nombre Saguru Hakuba.
-Era mejor que apostar por Heiji- respondió la novia del mencionado moreno, Kazuha Toyoma.
-A huevo- Reafirmó aquella verdad la mujer más alta del grupo, Masumi Sera. -Al chile, si sabes lo que te conviene, en ninguna apuesta tirar al gallo de mala muerte que posee Heiji Hattori.-
Y todos asintieron.
-¡Ay, no mamen!, las puedo oír-
-Tu ni pudiste llegar a las 100 sentadillas, así que ni abras la trompa o te romperé la bemba- recriminó Kazuha a su novio, quien estaba sentado cómodamente a los pies de un árbol esperando a que los otros chicos terminarán su enfrentamiento. -además todos sabíamos que Makoto iba a ganar, pero aquí entre nos apostamos quién quedaría en segundo lugar-
-Y por tu culpa perdí la apuesta, ¿¡Que te costaba aguantar un poco más Kaito?!-
-¿Ah, chinga?- se quejó desde el piso un castaño de ojos claros, con la cabeza viendo directamente a las nubes blancas que les propiciaban sombra aquella calurosa tarde.
En ningún momento se esforzó por levantar la cabeza y enfrentar con palabras a Aoko, estaba demasiado cansado todavía cómo para desperdiciar aliento.
-Ganó Kudo, creo no es de sorprender- señaló una castaña de ojos claros, de nombre Ran Mouri, quien ayudaba a ponerse en pie a un cansado Shinichi -Buen trabajo, torpe. Seguro está vez si lograste impresionarlo, pero échale más huevos para la próxima.- dijo seria, pero con una sonrisa cómplice de satisfacción, por el logro de su amigo.
-En fin, ¿Quién tiene hambre?- preguntó animadamente la chica que hizo de jurado en la competencia, Sonoko Suzuki, quien sostenía sobre sus hombros el brazo de su novio, el vencedor de la contienda, quien se apoyaba en ella para evitar desplomarse al suelo. -la comida está casi lista- comentó, pues todos se encontraban en la mansión de la familia Suzuki, pasando una tarde agradable en los jardines de la vivienda, luego de haber acabado la semana de exámenes de admisión.
Pronto los chicos irían a la universidad. El grupo inevitablemente se separaría, pero eso no era motivo por el cual estar tristes, si no todo lo contrario, disfrutarían al máximo cada momento juntos. Si la vida no los había separado desde que usaban pañales no los separaría nunca.
Luego de ayudar a los respectivos cuerpos que seguían tumbados en el piso, a ponerse de pie para la merienda, una agradable plática llena de recuerdos comenzó.
-Cómo la vez que robamos un carrito de supermercado y subimos en el para deslizarnos por una pendiente inclinada- comentó Shinichi Kudo, dando una mordida a su emparedado de jamón con queso. -Heiji terminó con un brazo roto y Makoto con un ojo morado, si que se llevaron una buena madriza.
-No, no, pero no fue tan gracioso como la vez que le prendimos fuego a una escoba en tu casa. Fue un pedote.- relataba Heiji muerto de risa, aquella pequeña reunión en casa de Kudo se les había salido ligeramente de control.
-¿Recuerdan cuando nos montamos en una patrulla?, La gente que nos vió pasar palideció. Seguramente pensaban que ya nos llevaban al bote. Cuando en realidad el hermano mayor de Sera, quien era oficial de policía, nos había dado el rol - dijo Makoto con una ligera sonrisa, al tiempo de beber de su sumo de naranja.
-La vez que acampamos en la playa y una serpiente se coló a la tienda de Hakuba, fue algo épico. Se cagó del susto. Fue de los mejores viajes que hemos hecho- afirmó con una risa siseante, Kaito Kuroba.
-Deberíamos hacer algo genial por última vez- sugirió Hakuba bajo la mirada atenta de todos los presentes.
Y todos estuvieron de acuerdo en ello, sin necesidad de palabras.
-Creo tener una idea- sugirió Sera, al tiempo que una risa traviesa escapaba de sus labios
Buenas gente bonita, ¿Cómo se encuentran? Ya sé, se que todavía no termino de publicar mis obras pero desde que incursioné en el mundo y fandom de KaiShin y ShinKai esto se a vuelto una droga, un estimulante que me hace querer escribir sobre ellos en cualquier situación. Así que entiendo si ven que publicó muchas cosas y parece que mis fics no tendrán un cierre. Pues dejenme decirles que claro que lo tendrán.
Sobretodo esté, ya está terminado y por ello los capítulos ya están disponibles, ¡Yei!. De hecho al tiempo que suba esto tengo varias historias KaiShin y ShinKai siendo editadas, para dar los toques finales y así poder subirlas de una, completas.
Que emoción, ¿No?, Luego de esto actualizaré normal con los fics que me faltan, pues me picó el bichito de la creatividad y tenía que aprovechar la euforia.
Gracias por llegar hasta aquí, siendo una muestra sincera de que les interesó mi trabajo, los adoro 👉🏻👈🏻✨
Pd. Está historia está inspirada en hechos reales. Mi hermano tiene un grupo de amigos que me inspiraron a hacer está historia, en la vida real se hacen llamar SDP (Stupid Dragon Power) por lo que las menciones que se hacen aquí son parte de sus hazañas. Menos lo de parejas gay, eso ya es de mi autoría.
Por favor, les pido que si nos les interesa el lenguaje que ocupo como narrativa en los personajes, se abstengan de continuar con la lectura. Evitemos malos entendidos, ya que yo hago esto con fines de entretenimiento y no para ofender o hacer quedar en mal a alguno de sus personajes favoritos de Detective Conan o Magic Kaito.
Gracias por su atención prestada, sigan disfrutando de la lectura.
Nos leemos pronto, Fora.
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Stupid Dragon Power
FanfictionAmigos desde que usaban pañales, un grupo inseparable y numeroso. Tensiones, alegrías y aventuras alocadas los acompañaran de por vida en sus recuerdos. ¿Qué hora es? Es el momento de hacer la última gran estupidez en grupo, antes de tomar caminos d...