Cap 4

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Por cada rincón de la casa se oían risas, inevitables carcajadas ante las anécdotas contadas, quemones públicos, chistes —en su mayoría malos—, accidentes graciosos, etc… apenas pasaron cerca de diez minutos desde la llegada de los demás al hogar de la albina pero el lugar ya desbordaba alegría, melancolía también. Por fin, toda la familia estaba reunida nuevamente… bueno, casi todos…

- ¡¿Como un tonto papeleo puede ser más importante que tus amigos?! -

- Rouge… este TONTO papeleo es la propuesta del nuevo producto por la fiesta y tengo que revisarlo antes del domingo -

- ¡Pero es la bienvenida de Amy! Tienes que estar aquí -

- Ya la saludé en el almuerzo, ¿No es suficiente? -


Rouge hacia todo lo convencer a su amigo azabache para que asistiera a la reunión pero vaya que el erizo era testarudo, se negaba a abandonar las "cómodas" instalaciones de su deprimente oficina; en varias ocasiones la albina le había regalado accesorios para alegrar un poco su área de trabajo; cosas pequeñas como pisapapeles, hasta una foto de ambos juntos; pero una vez que tocaban las manos de Shadow jamás las volvía a ver.

Regresando al tema, la paciencia de la murciélago estaba llegando a su límite al igual que su actitud "calmada", caminaba de un extremo a otro en el balcón de su habitación, su andar era cada vez más rápido y sus pisadas más pesadas, parecía que su celular explotaria por la fuerza con la que lo sujetaba.

- Y esa es la razón por la que Sonic jamás conduce -

- ¡Hey! Debo aclarar que no fue culpa mía, fue Knuckles quien gentilmente se me atravesó en el camino -

Alegó el cobalto en su defensa luego de que Silver terminara de relatar, lo que aumentó las carcajadas del resto; claro que en aquel momento lo sucedido no era producto de chiste, el equidna pasó al rededor de cinco meses con muletas a causa de su pierna rota, para su suerte, pues de no haber pisado el freno el resulado sería diferente.

- E-eres un gran narrador Silver, hasta sentí que lo vi jajaja -


La eriza de púas rosas abanicaba su mano en un intento por secar sus lágrimas, sujetando su estómago en un vano intento por amortiguar el dolor, no recordaba la última vez que rió de tal manera.

Como si de una llave se tratara, esas simples palabras, abrieron paso a la conversación que todos deseaban tener pero no se atrevían a iniciarla, la puerta estaba abierta solo faltaba algún valiente que diera el primer paso adelante.

- Jajaja seguro que si… nos huviera gustado compartir todo esto contigo Ammes -

Comentó Sonic, su tono alegre desapareció y fue reemplazado por uno triste; la eriza captó rápidamente a donde quería llegar con eso pero aún no estaba segura de lo que les diría. ¿Como excusar su huída? Porque en parte también era eso, escapó para tener una segunda oportunidad de poner en orden su vida, impulsada por un motivo principal…

- ¿Porqué te fuiste Ammes? -


Al parecer su amigo estaba impaciente, pero tenía que esperar a que todos estén reunidos, además, ahora que llegó el momento de explicarlo todo se hizo un revoltijo; necesitaba algo más de tiempo para reordenar sus palabras.

Gracias al silencio, unas pisadas se oyeron bajar; al ser escalones de madera el sonido de los tacones de Rouge se oían fuertes. Todos miraron a la albina con semblante triste.

¡No lo ocultes más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora