𝘾𝙖𝙡𝙡𝙤𝙪𝙨𝙣𝙚𝙨𝙨 - 𝒘𝒐𝒔𝒑𝒍𝒊𝒌

пять.

-Deberías de considerar un poco a Manuel. -Mateo formuló. Valentín sólo lo miró incrédulo.

-Y vos a una de tus cuatro novias. -Algo irritado sacó en cara. Mateo sólo se hizo el ofendido pero luego volvió en sí mismo. No le importaba las chicas, porque él tampoco le importaba a ellas. Era simplemente algo recíproco.

-A diferencia mía, a ellas no les importo tampoco, me engañan y yo a ellas, ¿hay algún daño? -Mateo rió. Por supuesto que no lo había. -Manuel quisiera que un día hablés con él.

Eso a él no le interesaba. Menos si se trataba del bajito castaño.

-¿Y si no quiero? No estoy para complacer a Manuel. -Irritado, Valentín dio por terminada la conversación y con su mochila puesta, salió de la escuela.

-¡Valentín!

Su felicidad había acabado. Si es que había tenido.

-¡No lo vas a creer! -Manuel empezó su discurso de todos los días. Valentín no lo quería escuchar, y no lo hizo.

No le prestó atención ni un minuto. Fue el trayecto más silencioso que nunca tuvo, al ignorar a Manuel, y le agrado. Probablemente lo haría más seguido.

-¡Adiós! -Manuel gritó, muy feliz de que hoy Valentín no le pidiese que se callara, hacia un Valentín que ya había cruzado la puerta de su casa.

Con una sonrisa viva, Manuel fue a su casa, pensando que era un logro que Valentín no lo rechazara hoy.

Valentín pensó que tuvo un logro en no escuchar a Manuel.