Cloe ha recibido muchas cartas de Ron y Hermione después de que se fueran Hogwarts, pero apenas ha recibido noticias de Harry y presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts. En efecto, cuando por fin comienza otro curso en el famoso colegi...
REGRESA EL QUE NO DEBE SER NOMBRADO El viernes por la noche, Cornelius Fudge, ministro de Magia, corroboró que El-que-no-debe-ser-nombrado ha vuelto a este país y está otra vez en activo, según dijo en una breve declaración. «Lamento mucho tener que confirmar que el mago que se hace llamar lord..., bueno, ya saben ustedes a quién me refiero, está vivo y anda de nuevo entre nosotros-anunció Fudge, que parecía muy cansado y nervioso en el momento de dirigirse a los periodistas-. También lamentamos informar de la sublevación en masa de los dementores de Azkaban, que han renunciado a seguir trabajando para el Ministerio. Creemos que ahora obedecen órdenes de lord..., de ése. »Instamos a la población mágica a permanecer alerta. El Ministerio ya ha empezado a publicar guías de defensa personal y del hogar elemental, que serán distribuidas gratuitamente por todas las viviendas de magos durante el próximo mes.» Se cree que El-que-no-debe-ser-nombrado y una banda de selectos seguidores (conocidos como «mortífagos») consiguieron entrar en el Ministerio de Magia el jueves por la noche. De momento, este periódico no ha podido entrevistar a Albus Dumbledore, recientemente rehabilitado en el cargo de director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, miembro restituido de la Confederación Internacional de Magos y, de nuevo, Jefe de Magos del Wizengamot. Durante el año pasado, Dumbledore había insistido en que Quien-ustedes-saben no estaba muerto, como todos creían y esperaban, sino que estaba reclutando seguidores para intentar tomar el poder una vez más. Mientras tanto, «Los niños que sobrevivieron»...
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Hermione:Cloe, Harry, aquí están; ya sabía yo que hablarían de ustedes.
Estábamos en la enfermería. Harry se había sentado a los pies de la cama de Ron y yo en la de Hermione, y los tres la escuchábamos, que leía la primera plana de El Profeta. Ginny, a quien la señora Pomfrey había curado el tobillo en un periquete, estaba acurrucada al lado de Harry; Max estaba sentado en una silla en medio de las dos camas acariciando la mano de Hermione, Neville estaba al lado de él y Luna, que había ido a visitar a sus amigos, tenía la última edición de El Quisquilloso en las manos y leía la revista del revés sin escuchar, aparentemente, ni una sola palabra de lo que decía Hermione.
Ron:Sí, pero ahora vuelven a llamarlos «Los niños que sobrevivieron».
Cogió un puñado de ranas de chocolate del inmenso montón que había en su mesilla, me lanzó unas cuantas a mi, Max, Harry Ginny y Neville y arrancó con los dientes el envoltorio de la suya. Harry se levantó de la camilla de Ron y se dirigía a la salida.
Yo:¿Adónde vas Harry?
Todos giraron la cabeza a mirarlo.
Harry:A ver a Hagrid. Acaba de llegar de... donde sea que haya ido, y le prometí que iría a verlo y a decirle cómo están ustedes dos-señaló a Hermione y a Ron- ¿Me acompañas?.
Yo:Claro.
Ron:Quédate un rato más-hizo puchero.
Yo:¡Estuve toda la mañana aquí!, quiero ver como está Hagrid.
