24.Dumbledore V.S Voldemort

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Yo y Harry:¡No se ha ido!

No lo creía; no quería creerlo. Harry y yo seguíamos forcejeando con Lupin con toda la fuerza que nos quedaba, pero Lupin no nos entendía: Sirius estaba escondido, sencillamente, estaba oculto detrás del velo...

Yo:¡SIRIUS!

Harry:¡SIRIUS!

Lupin:No puede volver. No puede volver, porque está m...

Yo:¡NO ESTÁ MUERTO!

Harry:¡SIRIUS!

Alrededor mío reinaba una gran agitación y surgían destellos de nuevos hechizos; pero era un bullicio sin sentido. Aquel ruido no tenía ningún significado para mí porque ya no me importaban las maldiciones desviadas que pasaban volando a nuestro lado, no me importaba nada; lo único que me interesaba era que Lupin dejara de fingir que Sirius, que estaba al otro lado del viejo velo tan sólo a unos palmos de nosotros, no saldría de allí, lo acabo de conocer este año, lo sé, pero le tomé un gran cariño.
Lupin nos alejó de la tarima, pero yo, que no apartaba los ojos del arco, no entendía por qué Sirius nos hacía esperar tanto, y empezaba a enfadarme...

Sin embargo, mientras seguíamos intentando soltarnos de Lupin, hasta se me ocurrió pensar que entonces nuestro padrino nunca nos había hecho esperar. La única explicación posible a que Sirius no saliese de detrás del arco cuando Harry y yo lo llamábamos a gritos, como si nuestra vida dependiera de ello, era que no podía regresar, que era verdad que estaba...

Dumbledore tenía a casi todos los otros mortífagos agrupados en el centro de la sala, aparentemente inmovilizados mediante cuerdas invisibles; Ojoloco Moody había cruzado la sala arrastrándose hasta donde estaba tirada Tonks e intentaba reanimarla.

??:Chicos...

Neville había aparecido, ya no peleábamos con Lupin, quien de todos modos seguía sujetándonos el brazo, por si acaso.

Neville:Chicos, lo siento mucho...Ese hombre..., Sirius Black..., ¿era amigo suyo?

Harry y yo asentimos con la cabeza.

Lupin:Vamos..., vamos a buscar a los demás. ¿Dónde están, Neville?

Mientras preguntaba eso, Lupin fue apartándose del arco. Daba la impresión de que cada palabra que pronunciaba le causaba un profundo dolor.

Neville:Están todos...

Entonces se oyó un fuerte golpetazo y un grito detrás de la tarima. Vi que un hombre caía al suelo aullando de dolor: Bellatrix Lestrange empezó a huir, pero Dumbledore se volvió y le lanzó un hechizo que ella desvió para luego comenzar a subir por las gradas...

Lupin:¡No, Harry, Cloe!-gritó, pero nosotros ya nos habíamos soltado de Lupin.

Bellatrix:¡YO MATE A SIRIUS BLACK, YO MATE A SIRIUS BLACK!

Harry:¡HA MATADO A SIRIUS! ¡HA SIDO ELLA!

Yo:¡VOY A MATARLA!

Echamos a correr y trepamos por unos bancos de piedra; todos nos llamaban, pero no les hicimos caso.
Abrimos de un tirón la puerta que daba a la sala circular negra y vimos que Bellatrix desaparecía por una de las puertas. Alcancé a distinguir, más allá de la figura de Bellatrix, el pasillo que conducía a los ascensores.

Echamos a correr de nuevo, pero la mortífaga había cerrado al salir y la pared ya había comenzado a rotar.

Yo:¿Dónde está la salida?-pregunté desesperada, cuando la pared volvió a detenerse.

Harry:¡Dónde está la salida!

Fue como si la habitación estuviera esperando que formuláramos aquella pregunta. La puerta que teníamos justo detrás se abrió de par en par, y vi el pasillo de los ascensores, que se extendía ante nosotros, con las antorchas encendidas pero vacío.

La hermana de Harry Potter 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora