Príncipe azul -Voltron-

Bigote Naranja

Cuando conocí a los paladines prometí no encariñarme. Por eso les puse números para identificarlos, por eso siempre trataba de decirles por sus colores. Siempre me apartaba y solo cumplía con mi deber de cuidar a la princesa.

Ahora que está con esa entidad oscura, siento que he fallado. No quiero perder a la única familia que me queda.

Pero hay algo que me inquieta, es Lance. Ese chico logró volverse importante para mi, siempre siguiéndome la corriente y pidiendo mi ayuda. Me integró de una forma que sigo sin comprender como pasó.

Ese chico casi da su vida por salvarme, por no hablar de que siempre fue él el que me ayudó en el castillo. Él en verdad merece ser feliz, es un buen chico, me recuerda mucho a mi hermana. Igual de alegre y motivado, curioso y algo torpe. Es el paladín que más me ha afectado, más porque es el paladín del León rojo. El heredero de Alfor en cierto sentido.

Y ahora que ha empezado a salir con Allura, parece que se ha apagado. Ya casi no sonríe, tampoco hace bromas, siempre está distanciado y siempre trata de hacernos ver que está bien. Pero algo definitivamente no está bien.

—Lance, muchacho. ¿Podemos hablar?— pregunté mientras lo veía caminar por los pasillos.

—Claro Korann.

Caminamos hacia una de las salas vacías y nos sentamos frente a frente.

—Korann, si es una platica sobre cuidar a Allura tu sabes que...

—No es eso — interrumpí—. Quiero hablar de ti. Te ves mal, muchacho. Incluso te ves mas viejo que el paladín negro.

—¡Hey! — se quejó—. Keith es el más viejo, bueno, no tanto como Shiro... ¡¿Me veo mas viejo que Shiro?!

—Lance, hijo. Estoy preocupado por ti. Dile al tío Korann lo que pasa.

Y su sonrisa burlona desapareció al instante, mientras que sus ojos se volvían cristalinos y sus labios temblaban.

Lance lloró mucho ese día, me contó todas sus inseguridades y me pidió que no lo dejara. Ahí estuve para él.

Incluso cuando regresó sin la princesa.

Incluso cuando abandonó todos sus sueños por la pérdida.

Él era como un hijo para mi, era mi nueva familia.