Me dolia todo el cuerpo, tanto que no podia abrir mis ojos, cuando por fin los abrí había una luz blanca dandome directamente en el rostro y me sentia perdida.
-¿Dónde estoy? -dije mirando a todos lados.
Tenia puesta una bata blanca, recostada en una pequeña cama con banas del mismo color, cables conectados a mi cuerpo y una maquina que reflejaba los latidos de mi corazón.
-¿Señorita? -dijo una chica de pequeña estatura apareciendo por el humbral de la puerta de la habitación en la que me encontraba.
-¿Dónde estoy? -volví a repetir.
-¡Llamen al doctor!, la paciente recobro la conciencia.
¿Doctor?
¿Estaba en un hospital?
Un hombre alto con el cuero cabelludo canoso y con su bata blanca apareció por la puerta.
-¿Te acuerdas de tu nombre?
-Sí.
-¿Edad?
-Sí.
-¿Cuantos dedos ves? -dijo y movio 3 dedos frente a mi rostro.
-Tres.
-Bien, ahora sigue mi dedo -dijo y yo seguí su dedo.
>>Bien, ¿cómo te sientes?, ¿algún malestar? -pregunto el doctor.
-Me duele todo el cuerpo y un poco la cabeza.-dije y el doctor asintio con una sonrisa ladina.
-¿Sabés?, es usted muy suertuda señorita. Me atrevo a decir que es un milagro.
¿Milagro?
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Infierno ~Saga Cortos 05~
Short Story¿Cómo crees tú que es un demonio? Pensé que tendria miedo, que su figura imponente me arrastraria hacía las lenguas de fuego que cada vez crecían mas. Estaba equivocada, talvez el amor no solo se encuentra en el paraíso, talvez el amor tampoco lo en...