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~Este capítulo va dedicado a mi compañera de rol. Gracias por ser el Bruce que siempre deseé~
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—Estúpido Bruce — Clark estaba mirando con mala cara la prueba de embarazo. Otro maldito positivo, por tercera vez. Suspiró. Ya ni siquiera sabía qué cara poner cuando le llegaba esa noticia. 

    Se asomó por la ventana. Hizo uso de toda su fuerza para lanzar la prueba por la misma. Por el momento, no quería que nadie se enterase, ni siquiera Bruce. Nada iba a opacar la fiesta del primer año de Richard ¡Nada! Ya había nueve meses por delante para dar la buena nueva a toda la familia. 

    La puerta sonó. La abrió lentamente y observó a Alfred detrás de la misma. 

    —Amo Clark —El beta lo observó con esa paciencia ínfima que siempre llevaba en sus ojos. Clark le devolvió una sonrisa algo incómoda, había costumbres que, definitivamente, no se podían arrancar al viejo mayordomo — Aún no decide la tarta de cumpleaños del joven amo… Y el amo Jason reclama su atención a voz viva —Había estado tan ensimismado en su duda sobre un nuevo bebé que no fue capaz de escuchar el llanto de su pequeño cachorro al otro lado. 

    —Ya voy. 

    No tardó más de un minuto, con su velocidad era lógico llegar tan lejos en tan poco tiempo. Cargó al pequeño bebé en sus brazos y lo acunó dulcemente mientras se destapaba el pecho para darle de comer. Jason, al igual que su hermano Richard, era un ávido comedor, aunque con mucho más mal genio. Seguro que sería un alfa. 

    —¿Otra vez está comiendo? —El alfa de la casa, que respondía al nombre de Bruce, irrumpió en la sala mientras se quitaba la chaqueta. Miró a Clark con algo de cansancio. Le daría un beso, pero la última vez que lo intentó, Jason terminó haciendo un berrinche. 

    Ni siquiera había podido disfrutar del cuerpo post-parto de su amado. Jason tenía dos meses, y desde ese tiempo deseaba fervientemente poder apretar y acariciar esos dulces pechos llenos de leche; sin embargo, Jason parecía no estar feliz de sentir el olor de su padre sobre Clark cuando estaba comiendo.

—Es como Richard —Clark acarició la cabeza del bebé, este parecía mirarlo con ojos de adoración mientras chupaba el exquisito manjar que el kryptoniano le regalaba. 

—Al menos él me dejaba acercar —Bruce se acercó y le dio un beso a Clark, acarició la cabeza del pequeño bebé como saludo pero este se despegó del pecho de Clark refunfuñando y amenazando con llorar. 

Clark abrazó y meció al pequeño antes de que lo hiciera. Bruce fue a coger en brazos a Dick, que jugaba en un pequeño parque al lado que el propio Bruce construyó. El bebé, ya no tan pequeño, abrió sus brazos en saludo a su padre cuando lo vio, riendo y soltando uno que otro ‘Papá’ seguidos de risas emocionadas. 

—Tú sí me quieres, ¿Verdad? —El bebé asintió. Querer. Querer significaba que Bruce le daría abrazos, Clark mimos y Alfred dulces delicioso. Dio un beso sonoro en la mejilla del alfa. Pronto estuvo unido en el regazo de Clark picoteando la mejilla de Jason bebé que no parecía molestarle la presencia de su hermano mayor. 

—¿Está todo listo para la fiesta? 

    —Falta elegir el pastel.

    Richard cumplía su primer año. Y como un ritual social, las familias de Gotham siempre terminaban por hacer una fiesta para que sus hijos empezaran a formar parte de la sociedad y esta los pudiera conocer. Clark había querido que ese año Richard estuviera apartado de los ojos del mundo, queriendo protegerlo de todo lo que hubiera fuera, sin embargo, Bruce y Alfred lo convencieron de que era lo mejor. Así nadie intentaría furtivamente atacar al bebé y toda la información que saliera de sus hijos sería controlada y pasaría por sus manos. 

Ad multam noctemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora