capitulo 7

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Rin esta tirada en su cama, tiene los ojos hinchados de tanto llorar. viendo un álbum que estaban creando desde que iniciaron su relación, no podía creer la cantidad de fotos que poseían juntos, desliza un dedo por la figura de kohaku, suspira y comienza a llorar de nuevo,  trata de limpiar sus lagrimas, pero de qué sirve si ya desde hace un rato lo lleva haciendo. Mojando las sabanas con las mismas. Piensa en lo dramática de la situación; en lo dolorosa y horrible que es, sin comprender con claridad cuando fue que el cielo se tiño de gris. Sabe que debe superarlo, pero no quiere, piensa que si lo deja de un lado se olvidara de kohaku y eso es lo menos que desea, ella quiere estar con su amado. Se levanta como si fuese un zombi, va a su baño abre la llave de la tina y espera a que esta se llene. Lleva puesta una bata color blanco se mete a la tina sin quitársela, recarga su cabeza, dejando caer su larga cabellera negra.  Cierra sus ojos<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<   el olor a desinfectante invade sus fosas nasales, provocando grandes punzadas en su cerebro, es desagradable; el siempre a odiado los hospitales, la última vez que estuvo en uno. Fue cuando su padre murió.

 Estar en ese lugar; es deprimente, pero era por razones de fuerza mayor.

 No estaba por gusto. Aunque no sabe bien que está haciendo ahí.  Lo que tiene claro, es por quien  esta y eso lo tiene de un pésimo humor    -¿Por qué ella tuvo que…?-           rin aun dormía por los calmantes proporcionados por las enfermeras. Más bien kanna quería mantenerla tranquila.

  Se coloco a lado de su cama observando cada facción, su respingada nariz, sus labios y esas pestañas tan obscuras y largas, su cabello negro como la noche; lo tomo de las puntas y lo olio . Su rostro no marcaba tranquilidad, estaba desmejorado por el sufrimiento, tenía unas grandes ojeras se veía que no había dormido en días, quizá desde el  entierro de kohaku, estaba más delgada de lo normal, entro una enfermera, -¿es normal que aun duerma han pasado cinco días desde que arribo aquí?-     - sí señor, y aun estará así por 24 horas más. Ya que su hermana lo ordeno-   -ya veo…-   es lógico alguien en su estado podría cometer una locura; pero no por eso deja de hacerle daño, no deja de lastimarle lo que ocurre, por lo que esta  atravesando. Si tan solo rin… viera adelante, sin enfrascarse al pasado, un suspiro largo abandona sus labios, si ese idiota estuviera vivo, ella no se encontraría en tal situación ¡todo es culpa de ese imbécil!  ¿Por qué tuvo que morirse?   

 Pero más idiota se veía el pensando tales estupideces, no tenía derecho a quejarse y crearse falsas esperanzas, pues desde un principio supo que su vida seria de esa forma lo tuvo más que claro, cuando la vio llorar por el idiota de inuyasha y termino de entenderlo cuando fue testigo del primer beso que tuvo con kohaku. Y la sonrisa modesta y brillante que le obsequio después de su confesión, esa sonrisa llena de calor, que el anhelo desde un principio. Es un egoísta y lo sabe, pero poco le interesa, siempre quiso a esa chica tímida e insegura. Para él. Porque rin se había metido dentro de su alma sin pretenderlo y llego a quererla sin desearlo. Es patético ¿Qué otra palabra pueda describir la vergonzosa situación que atraviesa?  Un quejido lo saca de sus pensamientos, sesshomaru se paraliza siendo observado por aquellos ojos  marrones. Se pregunta qué pasó. Si  la anestesia duraría más tiempo entonces ¿Por qué rin lo miraba con confusión plasmada en su cara?  Piensa en lo absurdo de las circunstancias ¿en qué momento todo se le salió de las manos? No lo sabe. Y no importa; lo que tiene que hacer es salir de ahí lo más pronto posible, el nunca ha sido un hombre demasiado expresivo ni afectivo. Los sentimientos se le hacen complicados 

-¿s-sesshomaru?  Cuestiona ella, sin entender que hace ahí   -¿qué paso?  Dirige su mirada hacia un jarrón que está en la mesa junto a su cama. Un ramo de rosas azules se refleja en sus ojos ¿Por qué están ahí? ¿Las habrá llevado él? Niega diciéndose lo tonta que es ¿sesshomaru? ¿Llevarle un ramo como ese? ¿Con que fin? El no es de ese tipo de hombres, todo el mundo lo sabe. Kikyo solía quejarse de su falta de atención y de afecto, de lo poco romántico que podía ser, sus desplantes e ironías y sus múltiples infidelidades, de todo. sesshomaru no es el tipo de hombre que entrega detalles similares  -rosas- murmura sintiendo la garganta reseca todavía no se explica que hacen los dos ahí, reconoce el hospital, fue el mismo donde kohaku paso su última noche antes de morir…     el calla con el rostro duro como una piedra y los brazos cruzados se niega a proferir cualquier palabra, prefiere que rin, continúe creyéndole un despiadado y antipático ser humano, el príncipe de hielo como muchos le llamaban, sin embargo ella sostiene la mirada desnudándole con su vista y eso le incomoda en abundancia, le inquieta, le hace sentir indefenso de una manera retorcida   -¿por qué no me respondes sesshomaru?  ¿Qué hacemos aquí? -      el deja escapar una risita mordaz. ¡la funcion dara inicio y la atraccion principal sera como destrozar a rin en dos sensillos pasos!

un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora