capitulo 12

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Han pasado varios días después de esa noche, sesshomaru  le rehulle  a pesar, que esta se ha tratado de acercar a él con cualquier pretexto ¿Qué no sabe que me daña si esta cerca de mi? Que débil resulte ser;  se dice para  sus adentros.

Esa mañana, como todas la demás estaban dispuestos a desayunar. Sesshomaru tomaba solo una taza de té,  cuando vio que rin cabizbaja, se despedía agradeciendo para después retirarse,  como siempre su comida estaba intacta, la siguió, quería saber si sus sospechas eran verdad, abrió la puerta con cuidado y se coloco detrás de la de el baño escuchando los desagradables sonidos que produce la comida al ser devuelta. Rin llora él puede oír cada lamento. Siente un nudo en el estomago  cuando el llanto se incrementa junto a unos ruegos que, de no estar ahí nadie escucharía. La cólera se hace presente. Quisiera odiarla por hacerse daño y en lugar de eso, la ama con tanta fuerza que arde en sus entrañas, en ese corazón que quisiera arrancarse para ser el mismo sesshomaru de antes.  Rin sale del baño limpiándose rabiosa los labios. Sus ojos se abren de asombro ante la figura imponente de sesshomaru. Hay un odio en su rostro, tiembla ligeramente cuando el da un par de paso hacia su persona. Después de verse frente a frente, el parece estarse conteniendo y rin no lo entiende ¿en que podría interesarle su vida? Quisiera creer que lo hace, mas sabe que sesshomaru no está por gusto ahí si no porque todos se lo pidieron como un favor 

-s-sesshomaru- tartamudea desviando la vista, esos ojos la devoran, la consumen. En ese instante él le infunde terror.

-sesshomaru yo…yo n-no… y-yo…-     sesshomaru  la aprisiona de los hombros con ambas manos, tan fuerte que rin cree que la romperá. Lucha contra sí mismo, ella lo entiende; mas no comprende el porqué.

-m-me duele-     murmura removiéndose. Mala idea, eso aumento la sensación 

-s-sesshomaru m-me  duele… basta duele m-mucho 

-¡callate rin! Grita tan alto que bien pudo escucharse en toda la casa, pero eso no le interesa. Ella es su prioridad       -¡cállate!      Amargura tristeza un dolor hondo. Rin lo percibe en su voz ¿Por qué? ¿Es su culpa? 

-l-lo siento-   balbuceo no haciendo caso a su advertencia incrementando la rabia dentro de él    -se-sesshomaru pe…-          -¿Qué cierres la puta boca!- la zarandea. Ella tiembla otra vez  

-¡no quiero escucharte! ¡No quiero escuchar tu maldita voz, mocosa estúpida! Ella llora y el corazón de sesshomaru late con violencia. Ya no puede contenerse. La suelta como si el contacto le quemara, respira profundo y la obliga a mirarlo tomándola del mentón 

-¿hasta cuándo, rin?- ocultando su pena  -¿dime te divierte?- ¿te gusta? ¿A qué juegas? Todos ellos a los que llamas amigos, piensan que de verdad lo estas intentando y tu, no obstante, te burla de su buena fe ¿es placentero? -    rin lo niega con la cabeza 

-¿Por qué lo haces? Prosigue sesshomaru  soltándola del mentón, rin deja caer su cabeza sin si quiera encararlo      -eres patética ¿lo sabes? ¡Me das lástima! Rindiéndote sin luchar, dejándote morir por un ser que ya no existe. ¡kohaku está muerto, supéralo y continua con tu vida o termina de matarte y libéranos a todos de este maldito juego! ¡No voy  a seguir siendo parte de este maldito circo! ¡Me canse, rin, estoy harto! ¿Quieres dejar de existir? Bien ¡hazlo! Pero liberarme ya no lo soporto-

Ella lo mira sin entender a que se refiere. Sesshomaru parece estar guardando algo, un sentimiento devastador ¿Qué será?

-y-yo no…sesshomaru, yo no-    las palabras de nuevo no salen como deberían y el ríe mordaz dándole la espalda 

-ni siquiera te atrevas a mencionar mi nombre de nuevo. Rin -       farfulle dirigiéndose a la puerta          -me voy de aquí ¡muérete si quieres, estúpida mujer! Antes de lograr cruzar la puerta un par de brazos rodeándolo, detienen su marcha. Sesshomaru de asombra ante tal hecho, creyendo que se trata de un error. Las lágrimas mojan su espalda y los pequeños y ahogados gemidos le causan un nudo en la garganta. Ella lo está abrazando tan fuerte que él siente hasta dicha.

-a-ayúdame, sesshomaru-   implora tanto como puede. No sabe sus motivos, mas si que el se preocupa y eso basta-        -por favor, ayúdame…n-no puedo más. N-no puedo sola. Esto me está matando y n-no sé cómo salir. A-ayúdame -     el no puede negarse. Ella es especial y aunque quisiera no podría dejarla sola. La ira se esfuma y la tortura aumenta 

-quiero que entiendas una cosa, rin -    refunfuña sin darse la vuelta. Tiene presente que si lo hace terminara besándola  y eso empeorara las cosas    - no seré tu héroe, yo no soy kohaku. Eso debes tenerlo claro, no gozo de una paciencia como la de naraku y no soy amable como lo es inuyasha… ni siquiera sueñes que seré tu confidente como shippo o kikyo, de mi no esperes nada parecido ¿comprendes?-

-s-si- murmura como respuesta sin soltarle. Ese perfume que emana le trae paz 

-¡callate y déjame terminar!-  la reprende tomándola de los brazos para que se despegue de el. Ese contacto aflora sus emociones, su amor     -mas te vale cooperar o ser lo bastante astuta para burlarme porque si llego a sorprenderte en esto de nuevo, juro que te hare comer hasta que se te salga por la nariz ¿entiendes?  Rin asiente, el camina unos pasos y rin se queda sin saber qué hacer       -¡muévete! – La regaña sin esperarla   -tienes un almuerzo por terminar- 

un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora