ᴇɴᴛʀᴀᴅᴀs ᴀɢᴏᴛᴀᴅᴀs, ᴇsᴘᴇᴄᴛᴀ́ᴄᴜʟᴏs ʟɪsᴛᴏs

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Lunes 10 de Febrero, año 792

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Lunes 10 de Febrero, año 792

Hola, trozo de papel inanimado:

Mi nombre es Caulifla, Caulifla Yakuza, mejor conocida cómo la famosa y enigmática "Adivina de las Cartas de Plata" ¿Qué por qué el nombre ridículo? Ni siquiera yo lo sé ni me lo cuestiono, realmente no me importa qué apodo estúpido tenga, lo único que realmente es importante para mí es ser libre, feliz, quiero dejar de estar encerrada en éste sitio de mierda.

¿Cómo llegué aquí? Eso sí que lo recuerdo, era un día lluvioso y lleno de neblina, yo estaba mostrando mis habilidades para leer cartas, porque sí, yo trabajo de una habilidad que realmente tengo. En fin, yo estaba dando el espectáculo que solía hacer los fines de semana por mera diversión cuándo un hombre de gabardina se me acercó, se quedó ahí un buen rato, completamente callado, yo no sospeché absolutamente nada ¡Tenía diez años por favor! Una vez todos se habían ido él me tomó por sorpresa y me dejó inconsciente, cuándo menos lo esperé estaba encerrada en una jaula junto a otros dos niños que eran de una edad similar a la mía. La primera era una niña de vestido rojo que se encontraba roto y sucio; el segundo era un niño vestido de shorts negros y una camisa blanca, ambos permanecían callados.

Desde ése día tuve que ofrecer mi espectáculo si es que no quería que me sometieran a un procedimiento para convertirme en un fenómeno, tal y cómo sí le pasó a los otros dos niños, a la primera, Kale, la acostumbraron a comportarse como un animal llegando incluso a morder y arrancar los dedos de varios espectadores, mientras que el segundo, Kyabe, fue un caso mucho más extremo, gracias a su flexibilidad pudo dar un espectáculo decente sin necesidad de que su cuerpo necesitase ser alterado, sin embargo, él intentó escapar incontables veces hasta que en una de esas el dueño del circo, harto de su rebeldía terminara por cortarle las cuerdas vocales. Eso lo volvió retraído y extremadamente agresivo con cualquier persona que tuviera la valía de acercarse a él.

Yo solía dormir junto a los dos hasta que se convirtieron en lo que son ahora, entonces me tuvieron que separar de ellos para que no me mataran, la verdad hubo un tiempo en el que los tres llegamos a sentirnos tan bien entre nosotros que nos besábamos en la boca y hacíamos algunas otras cosas (De las cuáles no quiero dar detalles) creyendo inocentemente que era una forma en la que los hermanos nos demostrábamos cariño. ¡Oye! Al menos no nos llevábamos mal. En fin, las cosas han estado demasiado solitarias desde ése día y a veces, sólo a veces extraño estar con ellos.

Bueno, el deber llama, te escribiré otro día.

𖤐 ᶜᵃᵘˡⁱᶠˡᵃ ʸ·

╚»★«╝

La chica cerró la libreta y la guardó en un baúl un poco desgastado, ya lista para comenzar con la jornada de aquel día en el circo. El invierno aún se hallaba presente por lo que gran parte de los que asistieron se encontraban cubiertos por abrigos, gorros y bufandas.

ƒєиόмєиοѕ ∂є ϲιяϲοDonde viven las historias. Descúbrelo ahora