➳ Capitulo 3

943 83 0
                                    

- ¡¿Qué estás haciendo aquí?! -dijo casi gritando cuando retiré mi mano de su boca.

-No grites. Tus padres sabrán que estoy aquí.

- ¿Mis padres? -río-. Su sueño es tan pesado que puede haber guerra en la calle y ellos seguirían durmiendo -dijo algo... triste-. Seguro que si me haces algo no se darán cuenta.

- ¿No te prestan atención?

-No quiero hablar de eso -susurró.

-Venia con todas las intenciones del mundo para hacerte mío, pero, te dejaré dormir -dije con una débil sonrisa.

- ¿Yo... tuyo? -se sonrojó-. Pero... nunca he estado con alguien

-Seré tu primera vez, amor -dejé un besito en su frente.

Su sonrojo aumentó haciéndome sonreír.

-Te dejo, será mejor que me valla -susurré alejándome de él.

-No -contestó rápidamente-. Quédate.

- ¿Estás seguro? -asintió-. Bien, me quedo.

- ¿Podrías voltearte? Debo ponerme ropa...

-Claro pequeño -reí y me tiré a la cama boca abajo.

Escuchaba cajones abrirse, que difícil es controlarse para no voltear.

-Ya está... -anunció con su dulce vocecita.

-Ahora yo -dije mientras me levantaba.

Él se sentó en la orilla de la cama mirándome con confusión.

Me saqué la playera seguido los tenis, hasta al fin mi pantalón.

Sonreí al verlo cubriéndose con una almohada.

- ¿Qué pasa? -aguanté reír.

- ¿Vas a dormir así? -me miró rojo como un tomate.

-Claro tomatito -me tiré a la cama.

-Está bien -susurró.

Me dio la espalda. Miré su trasero, el short que lleva le delinea muy bien.

Me acerqué y lo abracé por detrás, rodeando su cintura con mis brazos.

- ¿Sabes? Me dejaste una buena vista. -susurré en su oído.

-Jimin... Siento algo duro contra mi trasero

Mis manos bajaron hasta sus caderas y lo atraje hacia mi miembro.

Soltó un dulce gemido.

-Te dejaré que me hagas tuyo, pero tienes que usar condón -gimió nuevamente.

Lo logré.

Mordisqueé el lóbulo de su oreja sacando suaves gemidos de entre sus labios.

-Sabes... tienes unos ojos muy lindos y más con tu delineador... Pero algo que me encanta desde la primera vez que te vi son tu cintura y piernas femeninas... -susurré cerca de sus labios.

Lo besé bruscamente, mi lengua buscaba lugar en su cavidad bucal y Kook me cedió el paso.

-Tus labios son tan deliciosos...

Lo acorralé contra la cama poniendo mis brazos a un lado de su rostro.

Ataqué su cuello con suaves mordidas dejando pequeñas marcas en este haciendo que comience a jadear.

Me deshice de la ropa que salía sobrando de nuestros cuerpos. Su cuerpo blanco desnudo debajo del mío sin nada de igual manera, era una vista hermosa.

Masajeé el miembro de Jungkook lo suficientemente rápido para que su líquido preseminal saliera. Este niño es fácil de excitar.

Y lo logré. Me detuve y con aquel líquido humecté mis dedos para acariciar su rosada entrada con un dedo. Y ese dedo fue a parar dentro de él.

Tan pronto como lo noté relajado metí el segundo. Después el tercero también estaba dentro.

Los saqué de su interior ganándome su mirada molesta haciéndome sonreír.

Tomé mi pantalón y de la cartera saqué el sobre plateado. Me coloqué el condón en mi miembro y me adentré suavemente en él.

Su estrechez es tanta que voy a correrme sin haberlo embestido.

Lo empecé a embestir despacio, necesito que su dolor pase ya. Besé sus labios para distraerlo y al parecer funcionó, pues dejó de llorar.

Tomé sus caderas y comencé a penetrarlo fuertemente.

Todos sus gemidos eran callados por mis labios. Aunque diga que sus padres no sabrán, no quiero hacer tanto ruido.



/..Pov Jungkook../

Dia siguiente.

Después de preparar el lonche para mis padres me fui a la cama.

Jimin ni siquiera se dio cuenta de que me fui, seguía durmiendo.

Acaricié con dulzura su cabello y de pronto me abrazó fuertemente. Se acomodó en mi pecho.

- ¿Por qué este vestido? -preguntó en susurro.

-Debía de preparar comida para mis padres -contesté de igual manera.

-Quítatela, es muy estorbosa -se removió. Reí.

Me separé y me saqué la ropa lo más rápido que pude y nuevamente me abrazó.

-Duerme...

-Kookie, ¿puedo besarte?

Kookie. Era la... quinta vez que lo decía. Las primeras veces fue cuando tuvimos relaciones hace unas horas.

Debido a que no le contesté, se levantó mirándome con cierta preocupación.

- ¿Qué pasa? -acarició mi mejilla suavemente.

-Nada -sonreí y bajé la mirada.

- ¿Seguro?

-Si. Bésame ya, por favor...

Eso le gustó pues estampó sus labios con los míos rápidamente.

Mordió y estiró mi labio inferior a su gusto, haciéndolo sangrar un poco.

Lamió la pequeñísima herida.

-Listo... a dormir un poco más -sonrió satisfecho.

Se acomodó de nuevo en mi pecho, abrazándome por la cintura.

Acaricié su cabello para que duerma.

Vecinos Con Derechos [JIKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora