Finalmente, había llegado a su colonia, en la Localidad Cangrejos, su casa quedaba cerca del pequeño parque que había en el centro, con maquinas para hacer ejercicios, bancas pintadas de manera colorida, arboles que proveían un aire de frescura acompañados de la sal de mar que se sentía al estar a pocos metros de la llamada "Costa Cangrejos" donde si uno prestaba atención suficiente, salían cangrejitos playeros (y no cangrejitos cualquieros) a disfrutar del aire que esa costa daba.
Al llegar, notó que su apartamento había tres cosas nuevas: Un sobre, una laptop sobre su estudio y un módem de Internet; abrió primero el sobre: era dinero que se utilizaba ahí y específicamente ahí en esa isla (y aunque su valor era intercambiable por pesos mexicanos en la misma cantidad, solamente algunas personas estaban autorizadas para cambiarlos por dinero real en bancos especiales), $3200 para ser exactos, una tarjeta de identificación y una nota que decía:
"Respetable conciudadana de nuevo ingreso:
Hemos decidido aportarte varias cosas para que tu estudio no se vea obstaculizado: una laptop que le pedimos que cuide durante estos tres años, un módem de Internet fabricado orgullosamente aquí en la isla, una identificación que puede mostrar en todos los restaurantes y tiendas para hacer efectiva su semana gratuita en cafeterías y un poco de dinero que esperamos utilize sabiamente después de su semana gratuita.
El día de mañana a las 11:00 am y 6:00 pm se estarán repartiendo en Plaza de los Heroes Nacionales (Ubicado frente a Palacio Gris, Localidad Centro) libretas y útiles escolares para que pueda utilizar, requerimos que traiga su horario para aceleración y exactitud en la entrega de libretas.
Sin mas que agregar ¡Bienvenida!
Atentamente: Cassandra Mendoza, Tu Presidente"
Inmediatamente fui a corroborar el funcionamiento de mi Laptop, en donde pude ingresar exitosamente y sin problemas a ella, le añadí la clave del Internet, e ingresé a la red simplemente a agregar mis redes sociales para contactar a mis amigas; en unos minutos ellas respondieron y acordamos ir a comer a un restaurantito que quedaba en el centro de Localidad Suchiate. Así que ni tarda ni perezosa, me fui a poner una ropa más cómoda y me dispuse a salir de ahí, tomando mi Identificación y un pequeño bolso que tenía yo guardado para ocasiones así (que realmente, no creí que se presentarían) y salí nuevamente de mi apartamento, cerrando la puerta con llave, di la vuelta con la cabeza hacia la izquierda, cuando en la casa que se encontraba junto a mí, un chico llegaba con bicicleta y se disponía a entrar en su casa: ¡Era Luis!, quien por alguna fuerza magnética, hizo exactamente el mismo movimiento con la cabeza quedándonos viendo fijamente.
-¡Vaya! - Expresó Luis exaltado - ¡Tal parece que me he perdido uno de los mejores detalles de este vecindario! - Aquellas simples palabras hicieron un pequeño sonrojo en mi cara que se notó luego luego - ¡Parece que las Rosas mas bellas han perdido su color, pero tú lo has adquirido! - Ese comentario no ayudó en nada.
- Jejeje - Atiné a decir en el nerviosismo del momento - Yo tampoco me había dado cuenta de que somos vecinos - No se si por pena o por que causa, voltee hacia abajo poco a poco en lo que decía esa oración, me quedé así, hasta que reaccioné - ¡Lo cual es un gusto! ¡Un placer saber que somos vecinos y que ojalá nos llevemos bien! - No sabía exactamente lo que estaba haciendo.
- Por lo menos este tremendo gusto me durará - Dijo feliz - Mas sin embargo, ¿por que es que cuando yo voy de entrada, usted va de salida? - Dijo ingresando su bici al apartamento.
-¿Que a donde voy? - Dije con una confusión grande, a lo cual él solo respondió con la cabeza - ¡Oh! Pues con unas amigas, pasearemos un rato por la isla, conoceremos y comeremos algo por aquí, en la Localidad Suchiate - No se sí debí de ser tan específica con lo que iba a hacer, pero, lo hice.
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Schooltale
Teen FictionClarita, una chica que acaba de ingresar a la Isla Secunda, comienza su nueva vida ahí, un nuevo entorno, que es mucho más oscuro de lo que ella cree, al enfrentarse a un villano que puede mover todo lo que ocurre en la Isla a su anojo.