La razón de mi sonrisa | Yoonseok [Finalizada] - 💜Min_Jennie_13💜

Cap 17

Llegó a casa y lo primero que hizo fue alistar subir a su cuarto, sacó algunas camisas, chaquetas y pantalones del clóset; dobló con rapidez cada una de las prendas y las metió presuroso ¿la razón? Estaba en una combinación de emociones, sentía enojo, frustración y sobre todo una inexplicable tristeza según él. Recordó la mirada de decepción del pelinaranja, sintió una fuerte presión en el pecho con cada recuerdo; ahora no tenía el apoyo de su padre ni mucho menos de la persona a quien consideraba "un lugar seguro", se sentía débil, sin fuerzas, una sensación de soledad que no había experimentado antes ¿Será a caso el precio que tenemos que pagar a cambio de ver nuestros sueños cumplidos?

Por primera vez creyó que podía dar una oportunidad a la amistad que un día lo abandonó para no volver, consideraba a Jin su único amigo, su único y verdadero confidente; al irse repentinamente dejó de ser aquel niño feliz que conocía su padre, se refugió en los libros y prometió jamás tener otro amigo en lo que le restaba de vida. No quería volver a vivir el dolor de la soledad, no quería sentirse solo otra vez, no quería sentirse traicionado de nuevo.....pero lo hizo....

Tambaleaba un poco al arrastrar la maleta hasta que se dejó caer en la fría pared, apoyado en esta miró al suelo ¿Estaba realmente decidido en irse? ¿Era correcto lo que estaba haciendo? Su enojo se convirtió poco a poco en tristeza, una pequeña pero notable lágrima se deslizó por su colorada mejilla

– No me digas que estás llorando...– dijo con una leve sonrisa retirando la gota de agua con la yema de su dedo índice – ¿Por qué lloras? Eres un tonto....¿enserio pensabas que todo esta funcionaría?....pensabas enserio que funcionaría con él....? – una risa se hizo presente, se sentía el iluso más grande del mundo al creer que podía tener un amigo; jaló la maleta por los escalones cuesta abajo, sin mirar atrás giró la perilla de la puerta y sin más abrió esta – Perdoname por ser una decepción para ti...

Vio su reloj, marcaba las 4 p.m.y no había almorzado, eso explicaba el increíble dolor que sentía en el estómago. Iba caminando por las calles para llegar a la estación del bus, seguro allá comería algo pero no era su principal preocupación.

Caminó unas cuántas calles más hasta que llegó, se sentó en uno de los asientos color gris y esperó por su llegada, tenía algunas monedas en el bolsillo pero con eso le alcanzaría para comprar un boleto. No pasó mucho tiempo sentado ya que unos cinco minutos después llegó el bus, pagó su boleto y se sentó para el lado de la ventana. Abrazó su maletín y apoyó su cabeza contra esta, miraba el paisaje que pasaban rápidamente y suspiraba pesadamente. Después de todo era lo que quería ¿no? Sin darse cuenta cayó en un pequeño pero profundo sueño que lo hizo relajar por un momento, sería un camino bastante largo hasta la parte del campo central de Corea así que tomarse una siesta no sería mala idea.
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Pasaron unas horas, sí horas ya que habían construido el Centro en un lugar grande como lo eran las pampas del campo, además tenía un gran lugar recreativo para los pacientes del lugar. Aún algo somnoliento logró escuchar al conducctor decir: "Última parada hacia el CTEEM ", con las ganas que aun le quedaban logró levantarse y dirigir su mirada hacia el paisaje donde estaba. Estaba oscureciendo, pero realmente ni él sabía en dónde estaba, el lugar era completamente diferente a la ciudad urbanizada. Bajó del bus y lo primero que vio fue un sendero de tierra lisa marcado, observaba las plantas a su alrededor y siguió su camino; vio un edificio ancho a lo lejos y se dirigió hacia este, unos minutos después ya estaba parado en frente de él. Estaba cercado con una cerca color blanco muy llamativo, tenía un inmenso jardín en la parte trasera, para ser el más moderno tenía un cierto aire de modestia en el lugar, aunque realmente sí parecía un hospital por fuera. Tenía unas grandes ventanas anchas y las paredes color melocotón claro, abrió la cerca para pasar por el jardín y tocar la puerta puesto que esta estaba cerrada y las luces apagadas. Esperó unos cuantos minutos afuera, no era problema ya que estaban en medio verano y las noches generalmente son calurosas; tocó una vez más, pero seguían sin responderle. En ese momento solo quería descansar y comer, así que cuando se resignaba a irse sintió los pasos de alguien detrás de la puerta.