La razón de mi sonrisa | Yoonseok [Finalizada] - 💜Min_Jennie_13💜

Cap 28

Los siguientes días fueron los más felices de Hoseok, cada día Yoongi le hacía una sorpresa diferente. Un día era un picnic, otro un paseo tranquilo en el jardín en la parte alejada de la colina, otro preparaba los platos favoritos del pelinaranja. Eran tan felices juntos, Jimin le ayudaba con las sorpresas cuando se quedaba sin ideas.

–¡Ven Seokie! – sacaba su mejor lado, dejando de lado su ociosidad. Tomaba de la mano al menor mientras lo jalaba hacia la cima de la colina, los días fueron soleados desde entonces, eran los más felices que pudiera desear

–¡Hay que poner música! – decía el pelinaranja poniendo la pista en su radio pequeña

–N-No lo sé....no sé bailar...siempre he tenido dos pies izquierdos...y no quiero que te rías de mí

–Pfff, estamos solos aquí en esta colina. Nadie te dirá nada, yo no sería capaz de reírme de ti. Ven yo te enseño – antes que pudiera darle la contra Hoseok ya lo tenía tomado de las manos dando "play" a la canción

(Escuchar Still with you para una mayor experiencia. Gracias ^w^)–Pon una mano aquí – colocó una de las manos del pelinegro en su hombro – y otra aquí – puso la otra en su cintura, las suyas las colocó alrededorr del cuello del contrario, no contradijo nada, simplemente se dejó llevar por la melodía. Era lenta y suave con un toque fino de elegancia, al principio el pelinaranja lo guiaba con sus pies de un lado a otro, hasta que el pálido se acostumbró al ritmo; ahora eran los dos quienes se dejaban llevar por lo que sentían, olvidaron sus problemas, olvidaron todo, solo existían ellos bailando aquella hermosa y delicada melodía. Puso su cabeza en el hombro del contrario el cual aceptó gustoso, bailaban sin despegarse ahora en círculos. Un momento mágico y único que parecía durar para siempre, su soledad por fin desapareció. Ambos dependían del otro para ser feliz, ambos se complementaban a la perfección, ambos eran felices y no importa nada más.Pero todo tiene su fin, con cada día que pasaba se sentía más débil. Las terapias que amablemente el doctor se comprometió a pagarles ya no le resultaba efectivo, estaba cada vez más pálido y delgado; así que dejaron de salir y solo se dedicaban a conversar en su cuarto, bueno las veces que Hoseok no tosía ni escupía sangre o no le daba una fiebre de los mil demonios.Cada día veía como su sol apagaba su luz lentamente, veía su alegría apagarse con el pasar del tiempo; hoy el menor ya no tenía fuerzas para pararse

–Y-Yoongi....

–¿Pasa algo? ¿Quieres algo? ¿Qué necesitas?

–Podrías abrir mi ventana...p-por favor...

–Pero te hace mal aspirar aire frío, podrías agriparte

–P-Por favor....quiero ver el atardecer...me gustan los atardeceres... – no pudo resistirse a tal sonrisa que ahora a duras penas podía hacer, asintió y abrió las lunas y las cortinas dejando ver al hermoso sol que se ocutaba tras las colinas – Gracias....Se sentó en la cama tomando fuerzas, Yoongi se sentó a su lado y juntos observaron al astro que poco a poco parecía apagarse lentamente

–E-Es muy lindo el atardecer...¿no? – decía con su voz casi apagada, apoyó su cabeza contra el hombro del contrario

–Es muy lindo – respondió observándolo

–Sabes....es raro...siento mi corazón ir más lento cada vez...pero lo siento cálido....me pregunto qué es lo que siento...es tan raro... – decía con una dulce y apagada voz que se asemejaba a un tierno susurro, no respondió – Gracias por cumplir tu promesa....hacerme el hombre más feliz del mundo...he sido tan feliz a tu lado....nunca te alejes de mí...–Tenía en mente expresarle todo lo que sentía, siempre lo hizo, pero nunca directamente, estaba dispuesto a confesarle todos sus sentimientos, todas las emociones que el menor provocaba en él. Tomó aire y suspiró pesado, sus manos se mantenían entrelazadas

–Hoseok....y-yo... – respiró y tomó seguridad – Y-Yo te...– la mano que antes sujetaba ahora lo soltó, se sentía fría. Yoongi volteó a verlo, tenía una mueca de felicidad y los ojos cerrados aparentando dormir tranquilamente sin despegarse de su hombro, agachó la cabeza y una pequeña sonrisa se asomó acompañada de lágrimas que se desprendían de sus ojos – Vamos...al menos déjame terminar... – al reaccionar aquella sonrisa se esfumó dejando paso a las súplicas y lamentos de este, samaqueaba su cuerpo esperanzado en que despertara – Despierta...por favor....despierta...no te vayas.....prometiste no dejarme....¡¡¡Por favor despierta!! ¡¡Ayuda por favor!! ¡No te vayas! .....te lo suplico...por favor....no me dejes solo....por favor..............