El agua invade mis pulmones sustituyendo el aire. Mis brazos & piernas luchan contra la fuerte marea, pero es inútil. De repente recuerdo el gran pánico que le tengo al mar ¿cómo he terminado aquí? ¿cómo he terminado metida en una de mis peores pesadillas? Desde pequeña le he temido al océano, tal vez sea por lo profundo que es.
¿O por los cientos de animales que habitan en el?
¿Por los grandes secretos que oculta?, ¿Por las cosas inimaginables que existen dentro de él que el ser humano aún no ha descubierto?
No quiero morir. No aquí. No ahora.
La voz de mi madre se apodera de mi mente llevándome a recuerdos de la infancia: <Ellen, no te alejes tanto cariño. El mar es peligroso, nunca sabes cuándo podrá traicionarte> de repente soy la pequeña Ellen de nuevo.
¿por qué no le habré hecho caso a mi madre?
Ahora sólo quiero escucharla una vez más llamarme "Ellen" para que salga del agua mientras está esperándome con su cálida sonrisa, esa que ha sido mi consuelo durante momentos difíciles.
Una toalla en mano & el almuerzo listo mientras mi padre nos observa sentado a la orilla de la mesa. Nos observa con tanta dulzura que parece que ha sido lo más maravilloso que han visto sus ojos en sus 50 años de vida.
-Ellen, Ellen... ¿Te encuentras bien?preguntaba la voz preocupada de mi padre mientras me llevaba en brazos hacía la orilla. -Respira- no dejaba de repetir.
No recordaba que mi padre tuviera el abdomen tan marcado. Me colocan en la suave arena mientras unas fuertes manos presionan contra mi pecho, puedo sentir como el aire vuelve a mi. Dándome una segunda oportunidad.- ¿Ellen? Gracias a dios- Respiró aliviado al ver como volvía a la vida. -Por qué has hecho eso?
- ¿Alex?- Dije acercándome a él.
- Aquí estoy- dijo acercándome más a su pecho.
- No me dejes, por favor.
Le supliqué al chico que acaba de salvarme. Me abrazo con más fuerza & entonces sentí como el temor abandonaba mi cuerpo & se convertía en paz.
- No lo haré- aseguró.
Sus fuertes brazos me proporcionaban la tranquilidad que necesitaba, luego de un tiempo en sus brazos note como el viento fue secando poco a poco mi cabello húmedo.- ¿Qué haces aquí?- pregunté una vez que acabe de procesar lo ocurrido.
- Suelo venir aquí después de clase.
- ¿A qué?
- Es un buen lugar para pensar.
- Gracias.
- ¿Por qué?
- Por salvarme.
- Lo habría hecho por cualquier persona... no digo que tú seas cualquier persona.
Parece tan incomodo como yo.
- ¿Podrías...? ¿Podrías no contarle a nadie lo ocurrido? Por favor.
- Claro.
- Gracias- dije por enésima vez.
- ¿Por que lo has hecho?
- ¿El qué?
- Esto- dijo mientras señalaba el agua & después a mi.
- Quería nadar.
- Te llevaré a casa, no estás en condiciones de conducir- dijo poniéndose en pie sin darme tiempo a protestar.
Una vez vestidos, nos dirigimos a mi auto.
- No es necesario que lo hagas.
- Quiero hacerlo- dijo él mientras ponía el motor en marcha.
No recuerdo la última vez que fui en el asiento de acompañante, puedo observar cómo nos alejamos lentamente de mi temida pesadilla.
¿Por que se preocupa por mi? ¿Le doy lástima? Cuando nuestras miradas se cruzan puedo observar que no hay rastro de ella, en su lugar abunda la preocupación. Por instinto enciendo la radio <quédate tranquila & recuerda que estoy contigo, quédate tranquila & recuerda que estoy aquí> siempre tan acertado the fray.
Después de darle mi dirección continuamos el trayecto a casa en silencio, agradezco que no insista con el tema.- ¿Crees qué pueda pasar por ti en la noche?- preguntó una vez que estacionó el auto.
¿A que se refiere?
- Para ir a la fiesta- dijo al notar mi confusión.
- Voy a ir con Mara.
- Claro.
- Vamos a arreglarnos en su casa.
- Bien- dijo incómodo.
- Podemos vernos allá & tal vez después podrías traerme a casa.
- Me parece bien.
- Puedes llevarte mi auto.
- Pediré un Uber.
Entre a casa después de que Alex se marchará. <Bss, bss> escucho vibrar mi celular dentro del bolso.- Ellen, ¿por qué has llegado tarde?- preguntó mi madre mientras tomaba posición autoritaria. - ¿tu blusa está mojada?
Bajo la vista hasta mi pecho que se puede apreciar claramente como el sostén mojado traspasa la blusa.
- Si, fui a nadar después de clase.
- ¿Nadar? Ellen, le temes al mar. ¿Te pasó algo?- preguntó mi madre con voz preocupada.
- Necesitaba aclararme las ideas, no volveré hacerlo.
- Puedes contármelo todo, ¿lo sabes?
- Claro que lo sé mamá- dije apresurándome a subir las escaleras.
Justo a la mitad recuerdo que no he pedido permiso para la fiesta
- Mamá, esta noche hay una fiesta en casa de una amiga.
- Ellen, apenas es martes.
- Llegaré temprano, lo prometo.
- Quiero que me envíes mensajes en todo momento.
- Si, iré a casa de Mara. Vamos a arreglarnos juntas.
- Te irás después del almuerzo.
<Bss, bss> mi celular de nuevo,me apresuro a llegar a mi habitación para poder responder.-¿Hola?-
-¿Cómo te encuentras?-
-Bien...siento mucho como te hable hace rato.Puedo escuchar a través de la pantalla cómo deja escapar un largo suspiro.
-¿irás a la fiesta de esta noche?
-Si, ¿& tú?
-Te veré allí- dijo colgando rápidamente.Mientras me desvisto pienso en que este día me han salvado dos veces, de circunstancias muy distintas pero ambas letales. Abro el grifo a la espera del agua caliente. Este ha sido un día muy largo, me dejo relajar por el agua extremadamente caliente. Zed me ha salvado de alguna manera del señor Roger, & Alex de no morir ahogada. ¿Cómo a podido pasarme esto en tan solo un día?
¿Cómo me he convertido en una damisela en a puros? Mi vida jamás había tenido tanto drama. No hasta ahora.
Después de ponerme ropa cómoda tomé todo lo necesario & lo puse en una maleta deportiva, me dirigí a casa de Mara luego de almorzar con mis padres.
Llegue a casa de Mara faltando veinte minutos para las seis. Su casa es muy bonita & grande, pero no exagerada.Me resulta bastante divertido escuchar <a thousand miles> mientras rizo mi cabello en casa de mi nueva amiga. De repente me siento como en una película. Decido ponerme el vestido ajustado color granate queda justo arriba de la rodilla, corto pero no demasiado, además hace resaltar mi cabello rubio. Decido exagerar un poco con el maquillaje, no tanto. Para finalizar unas zapatillas negras.
Terminamos de arreglarnos justo a tiempo, vamos en mi auto. Al llegar observamos una enorme casa llena de gente ebria, bebidas alcohólicas & hierba por todos lados. Justo como lo imaginaba.- ¿Lista para divertirte?- preguntó Mara mientras entrábamos en la enorme casa.
- ¡Claro que si!
Pienso alcoholizarme hasta no recordar mi nombre, estos dos días han sido un asco, me lo merezco. Al entrar encontramos al resto de las chicas bailando, Julie no tarda ni un segundo en darnos un vaso rojo. La música esta tan alta que apenas consigo escuchar mis propios pensamientos, todo el mundo esta borracho ya. Al dar el primer sorbo puedo sentir como el amargo sabor a vodka se apodera de mi garganta, tres vasos después estoy bailando junto a las chicas. Esto se siente tan bien.- Hola- dijo una voz masculina detrás de mí mientras rodeaba mi cintura.
- Hola
- Estás guapísima- dijo Alex dándome un beso en la mejilla
- Gracias.
Se mira aún mejor con ropa informal que sin camisa, todo a mi al rededor da vueltas & me encuentro extrañamente feliz.
No sé si sea el alcohol pero lo encuentro aún más atractivo. Alex toma asiento con sus amigos cerca de donde estoy bailando, tres vasos de vodka más, puedo observar cómo mi piel brilla bajo el sudor.
No aguanto las zapatillas, me dispongo a quitármelas.- Cuidado- dijo la voz de Zed mientras me sujetaba para no caer.
- Hola Zed.
- ¿Cuánto has bebido
- Tal vez cinco o seis.
- ¿De qué?
- Vodka.
- No deberías beber tanto.
- ¿Por qué siempre quieres decirme que hacer?- dije mientras le daba otro sorbo a mi vodka.
- ¿Todo bien?- preguntó la voz de Alex detrás de mi.
- ¿Vienes con él?- preguntó Zed mientras me quitaba de las manos el vaso color rojo.¿Qué mierda le importa a él con quien venga? Su actitud comienza a molestarme. Primero lo del celular, después me obligo a que le contara lo de Roger & ¿ahora arruina mi diversión?
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Noviembre
RomanceHay cosas que ocurren inesperadamente y nos dan vueltas por la cabeza cual manecillas de un reloj. Donovan Anderson es una de esas cosas.