Me encuentro sumida en sueños, bailando una & otra vez en los brazos de Alex en aquella vieja cafetería cuando un ruido insistente irrumpe en ellos obligándome a despedirme de tan maravilloso sueño.
- Julieta... Julieta, salid al balcón amada mía- dice la voz de Alex.
Ni siquiera tengo un balcón ¿cómo ha subido allí?
- ¡Oh Romeo! ¡Dichosos sean mis ojos de poder admirarte en este encantador amanecer!
- Amada mía, espero & no sea inoportuno el gesto que he cometido.
- ¡Oh ¿Romeo que habéis hecho?- dije poniendo la mano en mi frente dramáticamente.
- Amada mía, me he tomado la libertad de traer vuestra carroza a su humilde morada- dijo entregándome las llaves.
- ¡Oh querido! Es usted tan considerado- Ambos nos echamos a reír.
- ¿Cómo has subido allí? Entra antes de que te hagas daño- dije ofreciéndole una mano.
- No querrás saberlo- dijo riendo- lo apropiado sería entrar por la puerta principal.
- Tan correcto como siempre, Romeo habría entrado.
- No me provoques- amenaza.
- Te veo a abajo, ah & ¡Bajad con cuidado amado mío!
Me apresuro a bajar las escaleras a la busca de mi amado sin importarme que aún vaya en pijama- ¿Por qué tanta prisa,Ellen? Podrías caer- dijo mi madre al verme bajar deprisa por las escaleras.
- Quiero que conozca a alguien, madre- dije mientras besaba su mejilla.
- ¿Es el chico que te ha traído anoche?- preguntó mi madre sin apartar la vista de mi- He escuchado como entrabas a hurtadillas en la madrugada.
- Madre...
- Hablaremos de esto más tarde, ahora hazlo entrar.
Por su sonrisa se que la idea de que traiga a un chico a casa la pone feliz, ya que jamás he tenido novio ni nada que se le parezca.- Hola, ¿Cómo has dormido?- preguntó Alex una vez que abrí la puerta.
- De maravilla pero, me he puesto de mejor humor al despertar.
- ¿Tiene que ver con un molesto chico en tu balcón?- preguntó antes de besarme en la mejilla.
Supuse que lo haría en los labios pero, claro mi madre está detrás & jamás lo haría delante de ella.
- Yo no diría que molesto- sonrío. - Quiero presentarte a mi madre- Dije haciéndole gesto con la mano para que pase.
- Buenos días señora Clark- dijo Alex entrando en la sala de estar.
- Llámame Eleanor, por favor- dijo mi madre ofreciéndole su mejor sonrisa.
- Me llamo Alessandro Cooper, encantado de conocerla- dijo Alex al mismo tiempo que le ofrece la mano.¿Alessandro? No puedo evitar mirarlo fijamente. Imaginaba que se llamaba Alejandro o Alexander, incluso Alexandro.
- El gusto es mío- dijo mi madre mientras estrechaba su mano.
- ¿Alessandro?- le pregunté en voz baja.
- Es italiano- susurró.
- ¿Por qué no lo habías dicho?
- No creí que fuera importante.
- Claro que lo es.
- ¿Te llamas igual que tú madre?
- ¿Eleanor? No, solo soy Ellen.
- Alessandro, ¿Por qué no te vienes a desayunar en lo que Ellen se arregla?- preguntó mi madre interrumpiendo nuestro cuchicheo.
Alex me mira & después a mi madre sin saber que contestar.
- Seguro que le encantará madre, es algo tímido- digo. -Voy arriba antes que se haga tarde- le informo a Alex.Me apresuro a bajar al comedor después de darme una ducha rápida, decido llevar el cabello suelto, me maquille los más ligero que pude, planeaba no hacerlo pero lo necesitaba después de lo de anoche. Seguro que Alex esta incómodo con mi madre allá abajo, sobre todo con mi padre.
- ¿Lista?- preguntó Alex al verme entrar.
- Si...- conteste confundida. Imaginaba que estaría de lo más incómodo con mi madre pero, parecen llevarse bien.
- Ellen, tu padre ha tenido que salir de viaje, volverá dentro de dos días.- me informa mi madre.
- ¿Por qué no se ha despedido?
- Lo hizo, estabas dormida- se vuelve en dirección a Alex- Es una lástima que no lo conozcas ahora, tal vez sea en otra ocasión.
- Será en otra ocasión- dijo Alex sonriente.¿Qué está pasando aquí? Me alegro de que se lleven bien, pero mi madre ya está planeando en presentarle a toda la familia. Bueno, tal vez estoy exagerando solo se trata de mi padre.
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Noviembre
RomanceHay cosas que ocurren inesperadamente y nos dan vueltas por la cabeza cual manecillas de un reloj. Donovan Anderson es una de esas cosas.