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Capítulo IV: Cenicienta, Cenicienta
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La madrugada de un miércoles a las 3 de la mañana, es la hora en que los demonios salen a hacer sus fechorías. Para una súcubo que se la vive en la dimensión 46, la más conocida por el multiverso como el reino de las pesadillas, lugar donde se crea problemas y las reglas son nada en el espacio y tiempo. Hogar de muchos vagabundos intergalácticos y criminales buscados siendo liderados por un demonio de los sueños.
Un miércoles en la madrugada era como levantarse a en su día a día. Llevando la rutina normal de un demonio que se alimenta de los placeres sexuales.
El banquete que se dio anoche, fue su queridísimo jefe. Le gustaba cuando entraba en celo, puesto que era muy raro cuando la solicitara. A este paso él se hubiera ido a la dimensión y hubiera realizado su propia fiesta que duraría hasta el término del solsticio de verano, una duración de 3 meses completos de pura diversión caótica. La buena dosis que ocupa las criaturas y demonios de la oscuridad.
Pyronica se levantó de la cama estirando sus brazos y embozando una sonrisa de satisfacción. Aun sentía las piernas como simples gelatinas temblorosas.
Saliendo de la habitación iba la chica de cabello rosado con sumo cuidado caminando por el pasillo, llevaba solo una bata de satín rojizo que cubría su cuerpo desnudo. Se dirigía al baño a limpiarse completamente luego de sus actividades con cierto demonio de los sueños, antes de ingresar al cuarto de aseo, busco con la mirada al demonio gemelo de cabello azulado. Lo visualizo a lo lejos que se encontraba dormido en el sillón con un libro en la mano.
Una risa emitió y entro al cuarto de baño, donde se dispuso a limpiarse y curarse las heridas recientes. Solo simple chupetones y mordidas, nada fuera de lo normal.
Eran alrededor de la tres y media de la mañana, ella se encontraba sentada en la tina del baño disfrutando del agua caliente aliviar sus músculos pélvicos y su pecho. Con su poder comenzó a curar las lesiones en los brazos; terribles manchones de color purpura que adornaba parte de sus antebrazos entre marca de dientes y mallugadas que levantaban el cuero de la piel. Paso sus manos por la zona de sus pechos que se encontraban con dolencia y chupones rojizos.
El súcubo no quería ver cómo había quedado de la parte inferior, se observaba en sus caderas, piernas y muslos contusiones rojizas y marcas de sus dedos y manos sobre su piel, similares a los tatuajes.
- Oh demonios, fue un buen polvo. – Soltó una risa la peli rosada. – Así es como se tiene un buen sexo.
Se recostó en la tina entonando un tarareo y limpiando su cuerpo.
Continúo curándose alrededor de 5 minutos hasta restaurar como nueva su piel, como si nada hubiera sucedido. Un par de minutos más relajándose y... vio que era hora de salir.
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✮Demon Babysitter✮
FanfictionSolo tenías un trabajo que hacer, solo uno. Y ese es cuidar de los gemelos Pines; a Dipper y a Mabel. No tenias que incendiar la casa, no darles dulces, no dejarlos dormir hasta tarde, no ponerles películas de terror y no consentirlos al punto de vo...