- Que agradable es saber que seré tu jefe, espero que ya no quieras cerrarme puertas en la nariz. Me había cerrado una puerta hacía el futuro, mejor que me caiga un rayo.
- Lo siento muchísimo Mr Lee es algo que no volverá a pasar en verdad lo lamento. Hice la reverencia más grande que pude de pie.
- Súbete al auto, vamos tarde así que en el camino hablaremos. Maldita sea acabo de arruinar mi vida, ¡por favor virgencita que no me exilien de Corea!
Obviamente me subí al auto con toda la pena del mundo y quería resar un rosario para que las cosas salieran bien, el chófer empezó a conducir y la tensión se hizo más evidente, Seung tenía una cara sería, tan seria que sentía que me iban a llevar a la horca. De un momento a otro soltó una buena carcajada, lo miré tan desconcertada, tenía miedo y estaba alerta.
- Me encanta tu actitud "Siadani" nadie me había tratado mal, me siento agradecido, fuiste justa conmigo y por fin alguien me miró como un chico normal y no como el hermano del CEO, nos vamos a llevar muy bien, solo espero puedas disculparme por la manera en que te trate y olvidaremos lo que pasó con la puerta, yo sé que lo merecía y no te culpo, ¿Amigos?. Me dijo mientras extendía su mano sonriente. Me sentía aliviada, quería llorar, estaba respirando de manera entrecortada y tenía ganas de darle un golpe, pero ya no puedo tratarlo mal, me está dando una oportunidad, el cielo me ha dado una oportunidad de redimirme.
- Señor Lee acepto sus disculpas y yo se las pido de nueva cuenta, realmente no actúe como debería con una persona desconocida y por eso me encuentro en esta situación. Le extendí la mano y el me la apretó.
- Si vamos a ser amigos necesito que me trates como tal, no me veas como jefe. Ahora estoy entre la espada y la pared.
- Señor Lee no es que no quiera ser amigable pero tampoco quiero generarme ningún problema.
- La realidad es que tú trabajo será muy ligero, yo solo soy publicidad para la empresa, probablemente me acompañes a algunos países o embajadas a promocionar la empresa pero no habrá que traducir nada grave. No sé si eso me estaba relajando o me estaba bajando la presión, prácticamente mi trabajo será un chiste.
- No tengo muchos amigos, todos a mí al rededor conviven conmigo de una manera muy formal, siempre están dándome toda la atención, necesito que seas mi amiga antes que mi traductora y quiero divertirme contigo y pasar buenos momentos no suelo pedir esto pero estoy demasiado harto de ser un muñeco de porcelana.
Sus palabras parecían sinceras y sobre todo eso sus ojos me miraban con tristeza, necesitaba ayuda y a alguien con quién hablar, yo no soy una chica adinerada ni nací en una familia rica, pero si que tengo amor y buenas amistades, diversión y felicidad.
- Si en verdad quieres que yo sea tu amiga puedo serlo, pero tendrás que aceptar la diversión y las aventuras. Seung me estaba sonriendo, sus dientes blancos combinaban muy bien con su camisa.
- Podemos hacer lo que tú quieras, justo ahora no vamos a un lugar en específico, ¿que tal si escoges un lugar al que podamos ir?. Lo miré sorprendida señalándome con el dedo.
- Tengo una app, es una ruleta, pondré los nombres de los mejores lugares de Corea y vayamos al que elija la ruleta. El cielo me dio una oportunidad y yo la estoy desperdiciando jugando a la amiguita de Seung, si mi madre me viera perdiendo el tiempo me mataría. Solo asentí con la cabeza y esperé a que jugará a la ruleta.
- Lotte World!
- ¿Un parque de diversiones?. Seung parecía un niño a punto de cumplir su sueño.
- No puedes decir que no. El chico le ordenó al chófer a dónde ir y ahora nos dirigíamos a un parque de diversiones, no era muy adulto de nuestra parte.
- ¿Que piensas hacer en un parque de diversiones?
- Ve pensando que haremos, tú eres mi guía turística. Una guía turística que jamás había estado en Lotte world.
- Consultare con google.
- Me parece adecuado señorita. La piel se me erizó al escuchar su acento tan inadecuado.
Un algodón de azúcar después.
-Necesito subirme a una montaña rusa ahora y tú tendrás que acompañarme. Estaba siendo arrastrada por un coreano a través de un parque de diversiones.
- Nunca me eh subido a una montaña rusa, esto podría terminar muy mal. Seung estaba burlándose de mí.
- Vamos "Siadani" el vómito no me parece asqueroso, vas a subir conmigo aunque tenga que ponerme de rodillas.
- No necesitas hacerlo, iré por mi voluntad. Cuando estábamos frente al carrito en el que iríamos sentados di un paso atrás, en verdad me sentía nerviosa, Seung se dió cuenta y tomo mi mano por lo que mis mejillas se pusieron coloradas y baje la mirada sin quererlo.
- Sube. Nos acomodamos en los asientos y el chico que ayudaba a colocar las medidas de seguridad nos dejó solos después de hacer su trabajo, sentí como los carritos empezaban a avanzar y apreté la mano de Seung por lo que me miró.
- Lo siento. Dije mientras ponía mis manos en la barandilla. La montaña rusa se dedicaba a subir y no sabía cuanto más soportaría sin gritar, de un momento a otro llegó al punto más alto (nos encontrábamos en el primer puesto) y todo se quedó quieto.
- ¡Virgen María!. No pude evitar gritar después de sentir como descendimos a toda velocidad. Nuestras manos estaban entrelazadas y ya no importaba nada, escuchaba la risa y los gritos de Seung mientras bajábamos no parábamos de reír, era demasiado divertido, al llegar al final del juego, bajamos del carrito y caminamos tambaleando por todo el pasillo hacia la salida.
- Necesitamos hacer esto de nuevo, es demasiado divertido. La sonrisa de Seung era hermosa y sus ojitos se veían felices, me sentía bien porque él estaba feliz y sin conocerlo sentía que le había dado un poco de paz a su corazón.
- Tengo el lugar perfecto para que vayamos. Ahora fui yo quien lo arrastró hasta el castillo de princesas Disney, en la entrada nos pusieron coronas de princesas y nos dieron canastas de dulces con distintas formas icónicas de Disney.
- En este momento soy una princesa y no puedes decirme lo contrario. Hice una reverencia hacia él sosteniendo mi corona.
- Su alteza real. Seung no podía parar de reír, caminamos por todo el castillo, viendo distintas escenas de películas Disney en coreano, era divertido escuchar hablar así a las princesas, al salir Minnie y Mickey nos acompañaron regalándonos unos collares alucivos a la caricatura. Un extranjero le pidió a Seung una foto, él salió con la corona y la camisa blanca manchada de colores de confeti.
- Que te parece si comemos nachos mientras vemos la función de teatro. Nos tomamos de la mano para ir hacía el teatro al aire libre, Seung compro los boletos con su tarjeta negra y entramos a la función, el folleto decía que se trataba de una comedia romántica interactiva, no sé a qué se refería con interactiva. Estábamos esperando que la función comenzará y ya nos habíamos acabado un vaso de refresco y una orden de nachos, el tipo del carrito estaba dándonos la siguiente orden, la función comenzó y Seung me dijo en voz baja.
- No seas molesta en el teatro. Le aventé palomitas en la cara y rápidamente me tape la boca con la mano, acababa de cometer un grave error. Pero Seung no se enojo, me tiro palomitas en la cara y sonrió.
- Eres molesta en las funciones. Me dijo despacio. La función comenzó y uno de los actores nos miro de repente.
- Ustedes hacen una linda pareja. Dijo en coreano.
- Sería maravilloso que nos enseñarán cómo es una pareja dulce y romántica. De un momento a otro nos jalaron al escenario y cuando me di cuenta estaba frente al público con Seung a lado y nuestras manos entrelazadas, Seung estaba mirándome sorprendido.
- ¿Y ahora qué hacemos?. Mira al rededor de la obra para ver qué podíamos hacer, una chica tenía una pañoleta y un chico un ramo de rosas, se supone que debíamos recrear una escena, tome la pañoleta de la chica y el ramo de rosas se lo di a Seung, me acerque a su oído para hablarle.
- Ahora dame el ramo de rosas de una manera muy romántica. Seung tomo su papel de dulce novio y se arrodilló para darme el ramo, mi corazón estaba latiendo fuerte pero complete la escena ofreciéndole mi pañuelo, él lo tomo y en su lugar yo tomé las rosas y me fui dejándolo con el pañuelo en la mano, un chico del escenario tenía un spray de espuma de colores así que lo tomé y se lo rocíe en la cara a Seung.
- No soy tan fácil chico. Lo dije en coreano para que el público comprendiera, la gente aplaudió la escena y yo hice una reverencia, tomé la mano de Seung y salimos corriendo de ahí, yo estaba riendo demasiado y Seung tenía una cara de pocos amigos.
- Eres una chica muy vengativa. Solté una carcajada.
- No pudo haber mejor momento para que alguien tuviera una espuma de colores. Seung empezó a reírse y de repente se quedó serio, miro su camisa, estaba hecha un desastre.
- Necesito ropa limpia. Lo tome de la mano y lo lleve a una tienda de recuerdos, escogí una playera llena de unicornios y colores, le quite su tarjeta y la pague.
- Pontela. Seung me miró con una ceja alzada.
- Si crees que voy a ponermela estás muy mal.
- No tienes opción, sabes porque dicen que las chicas son más listas. Seung estaba mirando su linda playera de unicornios y me preguntó.
- ¿A qué te refieres?. Cuando alzó la mirada porque llame su atención pudo ver qué en mis dos manos tenía su cartera y su teléfono.
- Si vamos a tener un día genial, necesitas desconectarte del mundo, vayamos a la rueda de la fortuna. Seung hizo un pequeño berrinche y después de eso se metió a los probadores para ponerse su nuevo estilo.
- Te vez divino. Le dije cuando salió, realmente el color rosa y azul resaltaban sus facciones delicadas.
- Eres una manipuladora.
- Que tiene buen gusto.
- vamos a la rueda de la fortuna y comamos algo delicioso. El atardecer se asomaba a través de los juegos mecánicos, Seung y yo comíamos banderillas mientras la rueda de la fortuna daba vueltas, estábamos tranquilos y felices, se notaba a distancia.
- Si un día te dijeran que tú trabajo debe ser así a diario ¿Aceptarías?
- Si hablas de la felicidad y las carcajadas sería maravilloso, si hablas de subirme a una montaña rusa, lo pensaría un poco más. Me sonrió.
- Hablo de los momentos felices y la buena compañía. No tuve que contestar nada porque ambos sabíamos que pensaba el otro, sin conocernos nos sentíamos conectados, como si el mundo nos hubiera unido así como queriendo y mi esfuerzo para llegar hasta aquí hubiera sido únicamente para verlo a él, por mero destino.
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Una loca en Corea
Teen FictionUna chica descubre al amor de su vida en un viaje relacionado con sus estudios. Todo cambia en su rutina cuando este chico tan diferente a lo que conoce termina siendo lo más preciado que tiene su corazón. La protagonista se encontrará en un K-drama...