Una loca en... ¿Italia? (2)

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- ¡Seung Lee!. Grité lo más fuerte que pude, el chico pego un brinco y terminó por caerse de la cama.
- ¿Que demonios te pasa Xiadani?. Acababa de pronunciar bien mi nombre por primera vez.
- ¿Qué haces aquí?. Seung se rascó la cabeza.
- Lo siento me quedé dormido, ni si quiera nos quitamos loz zapatos. voltie a ver mis pies y tenía las zapatillas puestas.
- ¿Qué hora es?. Seung miró el reloj d'Alessi que aún traía puesto.
- 7:30 am.
- ¡Cristo mártir clavado en la cruz del calvario! Es demasiado tarde, tengo que estar con él CEO a las 8am. Seung intento comprender lo que acababa de decir.
- Puedo llamarle para decirle que fue mi culpa que te atrasaras. Fulmine al coreano con la mirada, empecé a quitarme los zapatos para meterme al baño y arreglarme rápido mientras hablaba.
- Tú crees que es buena idea marcarle y decirle, hola querido hermano, disculpa que Xiadani llegué tarde pero dormimos en la misma cama toda la noche y se le olvidó poner una alarma. Seung sonrió como un idiota.
- Mejor no digo nada, siento que me vas a tirar un zapato. Me metí al baño apresurada y lo dejé hablando, no tarde ni 10 minutos y cuando salí ya no estaba por lo que sin problemas empecé a vestirme, me maquille ligeramente para no tardar demasiado y a las 8 en punto salí lista de la habitación, llegué corriendo a la puerta de entrada del hotel, el CEO ya estaba esperándome.
- Debió haber algo importante por hacer para que te retrasarás. Hice una reverencia profunda para pedir disculpas.
- 죄송합니다 (lo siento). El CEO camino hacia el auto y yo solo fui tras de él como niña regañada, la conferencia fue larga y algo agotadora, al terminar se despidió de todos y yo lo imite, salimos del lugar, literalmente iba corriendo tras de él, de un momento a otro se paró en seco y casi me tropiezo con sus pies, se dio media vuelta para quedar frente a mí.
- ¿Ya desayunaste?. Negué con la cabeza.
- Háblame, no seas tan tímida, vayamos a desayunar a un buen lugar, tengo antojo de spaghetti a la bolognesa.
- También se me antoja. Realmente no sabía que decir, ningún jefe me trataría tan bien como él lo hace y por mi mente solo está pasando ese recuerdo de su aliento en mis labios, no no no Xiadani ya hablamos de esto, ningún coreano millonario se va a enamorar de ti estúpida, ¡Eres una niña!
- Te vas a quedar ahí viéndome, ¡Ven!. Me ofreció su brazo y tuve que entrelazarlo con el mío porque traía tacones.
- Gracias, es muy amable. Escuché una pequeña risa de su parte y lo mire mientras caminábamos, a pesar de que tenía aproximadamente 38-40 años era muy apuesto, no se le notaba la edad y tenía un porte impecable, cualquier mujer moriría por él pero al parecer no buscaba comprometerse.
- Cuéntame de ti "Siadani", ¿como es tu vida?, ¿que te gusta hacer?, ¿a dónde te gusta salir?. Me pasó por la mente las locuras con mis amigas, embriagarme hasta no poder más, ir a las discotecas, pero también bailar con mi mejor amigo, comer un helado en el parque con mi hermano, leer un libro en casa en el jardín, las cosas que extraño.
- Bueno, si me permite corregirle mi nombre es Xiadani, mi vida es bastante común, vivo en Sonora (un estado de México) con mis padres y mi hermano pequeño, me gusta leer, estudiar y tomar alcohol, las fiestas, me gusta salir a las discotecas y a bailar, me gusta ir a acampar y también a hacer picnics.
- Tanto tiempo llamándote Siadani, bueno de ahora en adelante corregiré mi pronunciación. También tengo el lugar perfecto para que conozcas, reserva la noche para mí, te tengo una sorpresa que te gustará mucho. No sabía que decir, ¿el CEO me estaba invitando a salir?, No sabía si yo misma me estaba metiendo la idea a la cabeza o Según y Jung eran los de la idea.
Tuvimos un desayuno tranquilo, platicando de tantas cosas, acerca de como empezó su empresa y de que así como Seung no quería ayuda de parte de él, tampoco él en su momento quiso la ayuda de su padre, formó su empresa poco a poco desde los 20 años en la universidad, y logro muchísimo, siendo que ahora es CEO de una empresa mundial multimillonaria. Me preguntó más cosas de mi vida y de porque me había ido de Oaxaca, le conté que mi padre es sonorense y que mis abuelos murieron, le hable de mi mejor amigo Christian y de mis amigas Sara y Karina con los que siempre salía a bailar en Sonora, tuvimos la plática más larga hasta el momento y me sentí más cómoda con él, hasta parecía una cita, pero el desayuno termino y nos fuimos al hotel. Caminé hasta mi habitación y abrí la puerta mientras me quitaba los zapatos pegue un brinco del susto.
- ¿Seung que haces aquí?. El coreano estaba acostado en mi cama viendo la televisión.
- Tardaste demasiado, Jung es un explotador, vayamos a un lindo lugar, ponte unos zapatos más cómodos, mejor te lo digo, ya busque tu outfit en las bolsas de d'Alessi, te verás perfecta, pero vístete rápido. No sé ni porque razón obedecí y me metí al baño para darme una ducha rápida, me cambié y me puse la ropa que me había elegido, sali para maquillarme y cuando me vió dijo.
- ¿Alguna vez te intereso el modelaje o la fotografía?
- No, ¿Porque lo preguntas?.
- No soy ciego, eres muy bonita, como es que la ropa te queda tan bien, parece que Laura la hubiera diseñado para ti. Me sonroje bastante, nadie me había dicho antes que era bonita, Christian siempre decía "nomás estás simpática" jajaja así que siempre supuse que no era nada bonita.
- Gracias, en realidad no lo sé, yo no me considero bonita. Seung sólo me observo mientras me maquillaba y supuse que la plática había terminado, me levanté del tocador cuando terminé mi maquillaje y me puse las sandalias.
- Estoy lista, pero te advierto que tengo que regresar a las 8 porque tú hermano me dijo que me quería aquí a esa hora.
- Vamos Xiadani, son las 12 pm, el tiempo sobra. Le sonreí y camine hacía la puerta, el caminó detrás de mí, cuando llegamos a la puerta principal del hotel, paró un taxi, nos subimos y le dio un papel al taxista, este no dijo nada y manejo rumbo a un lugar desconocido para mí. Llegamos a un pequeño mercado en algún pueblito italiano, todo era muy bonito, habían flores por todos lados y olores preciosos, Seung me tomo de la mano y me llevo caminando a un puesto callejero, al parecer eran helados.
- un gelato alla vaniglia per la signora e una fragola per me, per favore. El señor del puesto asintió y empezó a servir los helados, se me estaban antojando solo de verlos en los conos, el señor me ofreció el helado de vainilla y lo tomé, cuando lo probé quedé enamorada, era un sabor tan delicioso. Seung pago los helados y me tomo de la mano, caminamos un poco y al ver un puesto de flores se detuvo.
- Quédate ahí con tu helado, quiero hacer algo. Me quedé comiendo el helado y cuando me di cuenta me tomó algunas fotos, ni si quiera le tome importancia, solo sonreí un poco porque las flores a mi al rededor eran bonitas y me sentía feliz, me llevo caminando por todo el mercado, encontramos cosas muy curiosas y me regaló un llavero de la torre de pizza, paramos en un puesto de comida rápida y compro un panzerotti para cada quién, estaban deliciosos. Todo había sido muy lindo hasta que miré la hora, eran las 5 pm y yo con el calor que hacía necesitaba un baño y ropa limpia.
- Seung tenemos que irnos, estamos a una hora del hotel. Seung miró su reloj y se apuro a comer el último pedazo de su delicioso panzerotti, en sí parecía una empanada en terminos mexicanos, pero no chingues, ¡la empanada más rica que había probado!.
- Vámonos, no quiero que mi hermano se enojé contigo. Corrimos por los pasillos del pequeño mercado hasta llegar a una calle, Seung paró un taxi y nos fuimos. Al llegar al hotel me despedí de Seung en la recepción.
- Nos veremos mañana, espero que te vayas en el mismo vuelo que nosotros, si es que terminaste tu trabajo con las sesiones. La cara de Seung se tornó un poco triste.
- Laura quiere que me quedé dos días más, me dijo que quería verte para una última sesión y que tenía algo para ti.
- El vuelo saldrá a las 8pm así que tendré el día entero para ir, quiero despedirme de ella, ayer fue muy amable. Seung me sonrió y se acercó a mi, por lo que yo retrocedí dos pasos.
- Xiadani. Sus labios y los míos estaban cerca porque él era alto y se había inclinado para quedar cerca mío.
- Nos vemos mañana. Le di un beso en la mejilla y salí corriendo al ascensor, antes de que se cerrarán las puertas lo ví, tenía su mano en la mejilla que había besado y me estaba mirando bastante sorprendido, yo estaba que quemaba de la vergüenza.
En la noche baje a la recepción para esperar al CEO. Cuando había entrado a mi habitación para arreglarme encontré una caja de regalo, tenía un vestido azul eléctrico muy elegante y unas zapatillas lindas plateadas, el toque más bonito era un collar, tenía incrustaciones de diamantes, no voy a sonar como la típica pendeja de "no puedo aceptar algo así" pero no quería aceptar algo así, era demasiado, aunque para él era nada. Sentí que alguien tocó mi hombro, cuando me voltie el CEO estaba frente a mí, se veía más apuesto de lo usual, se veía fresco y a la vez elegante.
- Te vez más bonita de lo que esperaba, el azul te queda muy bien.
- Gracias, usted también se ve muy bien, de hecho no esperaba verlo tan "fresco"
- Xiadani por favor no me hables con formalidad, dime Jung, seamos amigos, por un día no quiero ser tu jefe. Le seguí la corriente, me dio su brazo y yo lo tome para caminar, un auto de lujo nos estaba esperando fuera del hotel, unos 20 minutos de viaje después nos encontrábamos en lo que parecía un lugar para bailar al aire libre, con luces y adornos de jardín, en ese momento algunas parejas se encontraban en la pista bailando tango, al llegar un chico lo saludo y nos dirigió hacía una mesa, parecía un empleado, nos sentamos y Jung pidió unos tragos.
- Espero que mi regalo no te haya molestado, es un simple detalle en agradecimiento a tu ayuda estos dias, en verdad no hubiera podido cerrar los negocios sin ti, eh estado tan ocupado que no eh podido estudiar tantos idiomas como tú lo haces, y si bien sé lo básico del italiano, las conversaciones que tú puedes tener, así de fluidas, no tengo ese nivel de aprendizaje. Jung parecía estar alegre, se veía relajado al hablar, no tenso como siempre.
- Para mí es un placer brindarle mis servicios, llegué a Corea para dar lo mejor de mí y destacar, creo que lo estoy logrando y me siento feliz, en cuanto al detalle, es muy bonito, pero quizá para mí es algo exagerado. Jung sonrió en respuesta, el mesero nos interrumpió al llegar con unos tragos, ambos tomamos el vaso de cristal y yo fui la primera que lo probó, tenía un ligero sabor así que tomé más de la mitad de una sola vez.
- Tómalo con cuidado, su sabor ligero no quiere decir que no sea fuerte.
- En México se toma tequila, y yo soy muy buena para tomar tequila, whisky, vodka y últimamente me está gustando el soju. La risa de Jung pasó de ser discreta a bastante escandalosa, nos reímos los dos y él se detuvo para preguntar.
- ¿Te gusta bailar salsa?, Hoy es una noche especial en este lugar se baila de todo y los miércoles sobre todo salsa. Le extendí mi mano y me llevo a la pista, la música empezó, conocía ese ritmo, conocía la canción así que me deje llevar por los afinados pasos de baile del CEO y en poco tiempo mucha gente nos miraba, al parecer bailabamos bien y yo no era la única que tenía experiencia en la pista, entre risas y aplausos de la gente bailamos unas tres canciones muy movidas, al final nos agotó el baile y terminamos por irnos a sentar, Jung pidió un par de tragos y seguimos la plática.
- No pensé que bailaras tan bien. Si supiera como bailo cuando salgo con mis amigos.
- Yo tampoco lo esperaba de.. ti. Jung asintió, le agradaba que le hablará sin formalidades.
- Parecías una persona muy seria que no baila ni se divierte.
- Y tú una chica tranquila que no se pasa las copas como agua pura. Ambos nos reímos.
- ¿Te ah gustado Italia?.
- Lo poco que conocí fue muy bonito, siento que es un lindo lugar y tiene vistas preciosas, la comida es deliciosa.
- Conmigo podrías conocer cualquier lugar y tener lo que tú quisieras. Llevábamos unas 4 copas, me pregunté si tal vez Jung ya estaba un poco ebrio y estaba hablando de más o si me estaba hablando con la verdad, no sabía si sentirme ofendida.
- El dinero no puede darte todo en la vida.
- Y la vida no puede darte todo el dinero. Me empezaba a sentir un poco incómoda así que decidí que era momento de irnos, tomé mi teléfono y me levanté de la silla.
- Ya es tarde y creo que deberíamos irnos, no me siento bien. Jung se levantó de la silla y me tomo de la mano.
- Vayamos entonces.
La noche había sido muy extraña, no podía negar que Jung me gustaba un poco, pero era demasiado egocéntrico para mí gusto, se sentía superior a los demás, y si bien era amable conmigo también sentía que quería volverme de su propiedad.

Me desperté por la mañana para ir a ver a Laura, marqué el teléfono de Seung para que me recogiera en la puerta de mi habitación y me contestó su dulce voz.
- Estoy por salir de la habitación, ¿quieres que pase por ti?
- Si, para eso te llamaba.
Cuando llegamos con Laura nos hizo otra sesión de fotos y Seung jamás pudo aclarar que éramos amigos y mejor dicho yo era su empleada. Laura estuvo muy contenta con los resultados y me regaló varios diseños de temporada, me sentí bonita al ser arreglada por maquillistas profesionales y tener tanta atención sobre mí, Seung todo el tiempo estuvo enfocado en su trabajo como modelo y le puso mucho empeño a las fotografías. Cuando terminamos me despedí de Laura y salí a las puertas de la tienda para despedirme de Seung, pues el debía quedarse.
- Hoy te vez bonita, más que todos los días.
- Estás siendo demasiado amable, recuerda que soy una simple empleada.
- Estás aquí por una beca, porque eres estudiante, no eres empleada, eres una interna.
- Aún así no soy nadie, porque tendrías que fingir que somos novios.
- Podría dejar de fingir y volverlo real.
- Seung, estoy confundiendome, déjame analizar todo lo que está pasando en mi vida.
- ¿Analizar que? Sé a donde fuiste ayer con Jung, es por eso que pasas por alto todos los gestos bonitos que tengo contigo, porque Jung es mejor en todos los aspectos frente a mí, tengo 27 años, soy un simple modelo que ni si quiera puede juntar dinero para su primer pasarela, y mi hermano, el rey del mundo.
- Jung y tú son muy diferentes eso es más que obvio, pero no quiere decir que sea mejor que tú, aún así no quiero tomar una decisión equivocada, o dar un paso en falso porque me guste tu compañía, no sé que siento Seung y si me equivocó y solamente te hago daño, ¿Podrás perdonarme?.
Seung no dijo nada, solo se dio la vuelta y cerro la puerta de cristal de la tienda. Voy a recordar todo el viaje de regreso esos ojitos tristes.

Una loca en CoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora