❀ I'm sorry|.2 ❀

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La residencia donde se tenía que quedar, alcanzaba con creces las expectativas de WooHyun. Las fotos que aparecían en la web, como él pudo comprobar, eran de fiar. Tuvo un poco de problema en llegar hasta allí, al igual que el salir del aeropuerto porque el acento británico le golpeó como si de una bofetada se tratase y tardó lo suyo en entender lo que le estaban diciendo.

La residencia se encontraba a unos escasos diez minutos a pie del edificio principal de la Universidad, lo que influyó mucho a la hora de escogerla. También pidió una habitación doble, porque aunque la beca proporcionaba algo de dinero para pagar la residencia, así salía más barato.

El edificio casi ocupaba la calle por completo. Era alargado y con la típica fachada inglesa. Paredes de ladrillo rojo oscuro y tres pisos de ventanas con marco blanco. Por lo que tenía entendido WooHyun, la residencia se dividía en dos, una parte este y otra oeste. WooHyun se quedaba en el edificio este, o sea, en el que tenía justo delante, el otro se encontraba detrás de este, separado por un jardín, según las fotos.

Una vez en recepción y con algo de dificultad dijo quién era y pidió las llaves de su habitación. Esta estaba en el segundo piso y era tan sosa como mostraba en las fotos. Las paredes estaban pintadas de un feo naranja claro y el suelo enmoquetado de verde pistacho. Había dos camas, una en el extremo izquierdo y otra en el derecho. En la pared del fondo había una ventana que iluminaba todo el cuarto. Debajo de esta un escritorio lo suficientemente largo para que pudieran caber dos personas. A la izquierda de la puerta había un pequeño armario y el único en toda la habitación. WooHyun ya se imaginaba los problemas que eso le causaría.

A la derecha, casi a los pies de esa cama, había una puerta que daba a un baño. Minúsculo, habría que decir. Apenas cabía el váter, la ducha y el lavabo en ese reducido espacio.

A pesar de que la habitación era un atentado para el diseño de interiores, WooHyun ya venía con esa imagen en la cabeza. La residencia permitía decorar todo el cuarto siempre y cuando no se causaran desperfectos permanentes o que el estudiante no pudiera arreglar.

El pelinegro se decantó por la cama de la izquierda y empezó a desempacar todas sus cosas y a colocarlas tanto en el escritorio como en el baño y el armario. Tras media hora de trabajo y descanso que se tomó al acabar, entró un chico.

WooHyun sonrió cuando se fijó en los rasgos asiáticos del chico. Era un poco más alto que él, rubio y de facciones muy delicadas. Era hermoso, no tanto como él por supuesto. WooHyun de aquella tenía el ego muy grande. No lo demostraba, pero en su interior él sabía. El chico también pareció hacerle un escaneó con la mirada, para después sonreír como él.

―Hola, soy Park YooChun ―se presentó en un inglés con marcado acento... que WooHyun no supo identificar.

―Nam WooHyun ―dijo a su vez.

YooChun caminó a la que sería su cama y coloco su maleta encima. Después se giró otra vez hacia WooHyun con la sonrisa todavía en la cara. El pelinegro tenía que admitir que era muy bonita.

―¿De dónde eres? ―le preguntó.

―De Corea del Sur ―a YooChun le brillaron los ojos al escuchar su respuesta.

―¿Kpop?

―Sí ―asintió―, aunque prefiero otro tipo de música ―eso apagó el brillo de su mirada, pero no perdió su sonrisa―. ¿De dónde eres tú?

―China.

Y en aquel momento aunque ellos no los supieran se forjó una nueva amistad. La primera semana de WooHyun fue tan horrible como emocionante. Tanto YooChun como WooHyun se ayudaban mutuamente, si alguno tenía dificultad para algo. YooChun, a diferencia de WooHyun, vino para estudiar música y WooHyun pudo comprobar que tenía una voz muy bonita.

❥Promise | ➳[GyuWoo/WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora