The Fat Girl ||Michael Clifford.

Final Alternativo.

Escuche la puerta del departamento abrirse, y vi como mi hijo me miraba con los ojos demasiado abiertos. Le sonreí nerviosamente, y fije la vista en la puerta de la cocina, en donde una enojada Josephine nos miraba cruzada de brazos.

-         Michael Gordon Clifford, ¿se puede saber porque nuestro hijo tiene el cabello morado?

Joseph se levantó y corrió a los brazos de su madre, y yo me levanté del suelo, junto con la pintura para el cabello y los materiales para esto.

-         A Joseph le gusta su cabello morado, ¿cierto hijo?

Pregunté y el niño asintió felizmente.

-         Sabes que Joseph no puede ir con cabello morado al jardín de niños.

-         Si puedo, papá me dijo que rompiera las reglas, como el hacía.

El niño le dedico una sonrisa inocente a su madre, la cual al momento me miro mal a mí.

-         Así que, salgo a las compras y tú le enseñas a nuestro hijo a romper las reglas. Que buen padre eres, Clifford.

Me dice con sarcasmo y tan solo niega con la cabeza. Joseph hace un esfuerzo por escapar de los brazos de su madre, y está tan solo le deja en el piso. En menos de un segundo, Joseph ya no está más en la cocina con nosotros. Escuchó sus pasitos en las escaleras, y luego, la televisión a todo volumen en su habitación. Miro a Josephine y le sonrió. Sé que ella aún está molesta, se le nota en la mirada.

-         Es temporal, no dudará más de una semana, además Joseph está en vacaciones de invierno, ¿lo recuerdas?

Ella tan solo asiente, y me voy acercando a ella a paso lento.

-         Eso no te da derecho a pintarle el cabello a mi hijo.

Me dice con voz seria, y tan solo le sonrió.

-         Nuestro hijo, cariño. No hiciste a Joseph sola.

Le susurró y ella tan solo se sonroja. Doy un beso sobre sus labios, y situó mis manos en su cintura. Ahí permanecemos, besándonos.

-         ¡Papá, prometiste jugar video-juegos conmigo!

Escuchamos la dulce voz desde el segundo piso. Me separo de ella y tan solo reímos.

-         Bien, yo tengo que hacer la cena.

Sonríe y se adentra más a la cocina, sacando algunas cosas del refrigerador. Me acercó por detrás de ella, rodeándole la cintura y depositando un suave beso en su cuello. Ella suelta un suspiro tranquilo.

-         Bien, pero está noche serás toda mía.

Susurró sobre su oído, y ella suelta un pequeño gemido. Ella da la vuelta, quedando cara a cara, y nos besamos de manera lenta y suave. Mientras paseo mis manos por su cuerpo.

-         ¡PAPÁ!

La voz de nuestro hijo ya suena molesta. Me separó de sus labios, y río, para después ir hacía donde está el pequeño.

-         Te amo, Clifford.

Le escuchó decir antes de salir por la pequeña puerta de la cocina.

-         Te amo, Korlov. 

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Solo quiero decirles...

Muchas gracias por leer está novela, se que no fue la mejor, pero realmente puse de todo mi esfuerzo en ella. 

Si fue de su agrado, y les gusta como escribo, solo cabe decir que habrá más novelas, y bueno, espero que las lean:) 

Saludos; Martha xxx