Mi faro

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Te empeñas en mirarme.

El universo se expande, desesperado y loco,

huyendo de sí mismo,

sin mirar a las flores que se desprenden de los planetas en su fuga,

sin ánimo para detenerse en los atardeceres galácticos.

Tú sigues con esa sonrisa misteriosa y algo triste,

sobre mi cielo,

mientras el eje magnético, demente,

destroza las brújulas y todo lo desnorta y atropella.

Parece que fueses lo único perenne,

lo que puede salvarnos de una melancolía de siglos,

la increada forma, modelo de los ángeles,

el espacio perpetuo de todas las promesas.

Vienes sobre mi frente y yo te quiero ahí, sanadora,

enfermera del alma.

Y ansío tus abrazos

como un cometa helado los días de sol y luz,

como añoran los animales en  arenas ardientes,

las frescas gotas de lluvia,

una tarde tormentosa.

Déjame quererte, repasar tu contorno, cubrirlo de caricias

y acostarte en tu nube,

reparada y aligerada del peso muerto

de la matemática y  la soledad.

Déjame intentar que te veas, cada día,

más hermosa y brillante mirándote en mis ojos.

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2020 ⏰

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Cuaderno de Bitácora de Víntor CraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora