Capítulo 4

36 1 0
                                    

Con el  paso de los días comencé a darme cuenta de una gran verdad: unas rutinas cansan más que otras. En seguida me acostumbré a las largas sesiones de estudio hasta altas horas de la madrugada, las incontables horas tostándome al sol y las cada vez más disparatadas aventuras subacuáticas con Diego y Pablo. No todos disfrutamos nuestras vacaciones del mismo modo. Hugo, Noel y Andrés pasaban la mayoría del tiempo en el hotel jugando a videojuegos o viendo la televisión, a menos que salieran a pasear en moto. En realidad, solo nos juntamos todos en las comidas, fue una promesa que nos hicimos la primera semana al ver lo diferentes que eran nuestros intereses en la isla, que pasara lo que pasara comeríamos todos juntos, a menos que tuviéramos una cita, en cuyo caso tendríamos que comer juntos y llevar a nuestra cita. Las comidas son la regla dorada, y aun así no siempre se cumple. Pero luego quien lo incumple paga el precio encargándose de transportar los instrumentos durante 3 días. 

Durante todo este tiempo he estado compartiendo cama con Hugo. Por supuesto no ha ocurrido nada entre nosotros, pero hubo numerosos momentos en los que la tensión se podía cortar con un cuchillo.

La creación de nuestro primer trabajo va viento en popa, hemos aterrizado no hace más de un mes y ya hemos compuesto y grabado un puñado de temas considerablemente buenos. De hecho, presentaremos nuestro primer single en Sunrise en un par de minutos. Hasta ahora los paparrazzis nos han dejado bastante espacio, aunque tampoco hemos hecho nada de gran interés periodístico. Algo me dice que a partir de ahora las cosas cambiarán. 

Estoy en mi camerino dándome los últimos retoques antes de salir al escenario. Por si no tuviera ya razones de sobra para estar nerviosa, Joe, nuestro manager, me había escrito un mensaje de emergencia advirtiéndome de que compartiríamos hora con 5 seconds of summer. Solo quiero que quede constancia de que AMO A 5 SECONDS OF SUMMER, SON MI PUTA VIDA.

Pero no puedo permitirme estar nerviosa. Un fallo en nuestra primera actuación en la televisión australiana y nuestros 5 minutos de fama se habrán acabado antes de empezar; asi que tengo que mantener la cabeza fría.

Me miro al espejo, tengo una estúpida sonrisa de oreja a oreja que no parece tener intención de desaparecer; me echo una mirada como intentando obligar a mis piernas a que paren de temblar. De repente puedo imaginar la catástrofe de 20 formas distintas. Y por si fuera poco acabo de encontrarme un grano.

Diego entra cuando estoy a punto de sufrir un ataque de histeria, antes de que pueda siquiera abrir la boca, salto:

-No es por presionarte, pero como se te ocurra perder el ritmo no me hago responsable de mis actos- antes de acabar la frase ya estoy a escasos centímetro de él apuñalándole, metafóricamente, con un dedo acusador.

-Ey, ¿qué te hace pensar que puedes tocarme? - dice sin apartarse ni un solo centímetro.

Eso me hace reaccionar, suelto un largo suspiro y relajo todos los músculos, que tenía contraídos sin siquiera saberlo.

-Perdona, es que estoy demasiado nerviosa.

-Lo sé, te escuchaba patalear desde mi camerino - dice con una sonrisa de medio lado.

-Es que, de verdad que no quiero presionarte, pero es la primera vez que tocamos All Star en la televisión, en Sunrise, que no es poca cosa. Y además 5 Seconds of Summer estará allí para verlo; no sé si comprendes la magnitud de la carga emocional que esto supone para mí.

-Tranquila -dice riendo - ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿que nos echen de Australia a patadas?

-No lo descartaría.

-Aura, no vamos a meter la pata, ¿alguna vez has visto que te hayamos fallado?

-No me tires de la lengua...

-Pero no en una situación de tal magnitud de carga emocional -dice con segundas.

Esquiva un puñetazo que estaba dirigido a su hombro.

-Eres retrasado, en serio.

En ese mismo momento los chicos aparecen en la puerta del camerino.

-¿Listos para machacarlos? - dice Andrés sin contener su emoción.

Todos parecen eléctricos como si hubieran tomado 5 latas de Red Bull. Afortunadamente me contagian su energía, y de repente olvido todos mis miedos anteriores.

Salimos corriendo al escenario y antes de darme cuenta mis ojos se encuentran con los de Ashton. Me quedo paralizada durante un par de segundos, pero en seguida le sonrío y miro al público.

-¡Buenos días Syndey! ¡Yo soy Aura y estos son mis amigos Pablo, Hugo, Diego, Andrés y Noel y somos Northern Ligths!

La multitud aplaude entusiasmada, no puedo contener una sonrisa.

-Vamos a tocar nuestro nuevo tema All Star, esperamos que os guste.

Rolling like a Rolling Stone (5SOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora