¿QUIÉN ERES TÚ? (JOHNLOCK)

MÁS PROBLEMAS

Ambos subieron a un taxi que los llevaría a Baker Street, no hizo falta que cruzaran una sola palabra, el silencio lo decía todo, cuando llegaron John subió primero para darle la noticia a Rosie quien estaba en la cocina coloreando una nave espacial, abrió la puerta y se dirigió a ella con cautela.

- Rosie, hija, te tengo una sorpresa-

- ¿Enserio?, ¿Qué es. qué es?-

En ese momento Sherlock entró en la habitación con una gran sonrisa de oreja a oreja, miró a la pequeña que estaba atónita, extendió sus brazos y Rosie fue corriendo a abrazarlo, ambos estaban felices, todo su mundo empezaba a reconstruirse, la niña se separó un momento de Sherlock para mirarlo, tenía lágrimas en los ojos, apenas era una niña y había sufrido bastante pero ahora tenía a su pequeña familia unida y alegre.

- No te vayas de nuevo-

- No lo haré pequeña, estaré aquí para tí-

-¿Me lo prometes?-

- Te lo prometo-

John los miraba complacido, había tomado la mejor decisión al darle una segunda oportunidad a Sherlock, su hija estaba feliz, y eso era lo que más le importaba. La noticia se transmitió a Lestrade, la Sra Hudson y a Mycroft quién seguía sin poder creer que su proyecto había fallado.

Todo volvía a ser como antes, Sherlock volvió al 221 B, jugaba con Rosie todo el tiempo que podía y resolvía casos como antes al lado de John, todo era felicidad, o eso creían...

Mientras todo transcurría bien en Baker Street en el laboratorio donde habían hecho el proyecto una oleada de murmullos y reclamos se elevaba cada vez más, Mycroft había contratado a los mejores científicos y médicos del país para que la operación resultara lo más favorable posible y le habían fallado, estaba furioso, había dedicado tanto tiempo a esto que incluso descuido otros aspectos más importantes, mandó llamar a todos los trabajadores a la sala de audiencias principal donde una vez reunidos les informo que ya no los necesitaba, que el proyecto NM había sido cancelado debido a múltiples fallas con los involucrados.

Los trabajadores estaban enfadados, a pesar de que les pagarían lo acordado, se iban a quedar sin empleo, varios propusieron volver a revisar el proyecto y arreglar las fallas, Mycroft se negó y sin decir nada más se retiró de la sala dejando un bullicio dentro, todos hablaban entre sí se reclamaban y ofendian, poco a poco abandonaron la sala, excepto una persona, el médico que había iniciado todo esto se quedó sentado en el centro de las butacas, no dijo una sola palabra en toda la reunión, tampoco habló con sus colegas solo guardó silencio, él ya lo veía venir, sabía que el proyecto no iba a ser perfecto en los primeros intentos y de hecho Mycroft lo había citado personalmente para hablar, lo que le dijo lo dejo atónito, desesperado y furioso.

- Doctor, gracias por venir-

- Es un placer, ¿a qué se debe su llamada?

- Verá, el proyecto que usted dirigió fue un completo fracaso, no obtuve los resultados que prometió, lleva 3 meses trabajando en esto y no veo frutos-

- Señor, déjeme explicarle...

- No hay nada más que decir, debido a su incompetencia y su poco apoyo en este proyecto, está despedido-

-Pero señor, yo...-

- No diga nada, y retírese, el día de mañana daré una junta para hacerlo oficial, usted y todos sus compañeros se irán de aquí, no dirá ni una sola palabra de esto-

El doctor no volvió a ver a Mycroft, después de la junta que dio en la sala de audiencias se dedicó a buscar un nuevo empleo pero el Sr. Holmes había pasado el mensaje de las fallas del doctor y su gran incompetencia por lo que a todas las empresas y laboratorios que iba lo rechazaban, comenzó a desesperarse y frustarse, él no había hecho nada malo, todos cometen errores pero esto ya superaba el límite, así que decidió tomar cartas en el asunto.

Él sabía todos los puntos de la residencia de Mycroft así que no le fue difícil planear un allanamiento, con ayuda de algunos colegas de puesto importante que también habían sido despedidos logró entrar donde yacía Mycroft, lo demás fue sencillo, ahora solo faltaba un pequeño incentivo para su rescate, y sabía perfectamente a quién debía llamar.