Visión del futuro.

Capítulo XIV

Amaru:

Estábamos sentados todos en la mesa del comedor. Rox, Dom, Tara, Niall, Zayn, Liam, Louis, Harry, mi papa, mi abuela y yo. Solo faltaba mi mama.

– Amu, explícame ¿Por qué nos reuniste a todos acá? – preguntó mi papa.

– Porque un asesino quiere matar al de rulos. – dije.

– Bueno, en ese caso, canútanos que tienes hasta ahora.

– No mucho. Solo que el disparo ocurrió en el segundo 24 y la nota está firmada por 24. También sabemos por esa nota que va a volver a atacar, la pregunta es cuando y donde.

– No es mucho, pero si lo matan, será un inocente menos. – Dijo mi abuela.

– También sumémosle que su fama nos complica el trabajo, ya que si le pasa algo, todo el universo se entera. – Dijo Rox.

No podía pensar con todos aquí. Necesitaba paz, y ya.

– Me voy – dije parándome de la mesa donde estaban todos reunidos.

Algunos intentaron pararme, pero yo simplemente los ignoré. Baje a la sala de entrenamiento, y fui a la sala de disparo. Tomé un arma y me puse en uno de los cubículos. Cinco disparos. El primero al centro de la cabeza; el segundo al hombro izquierdo; el tercero al hombro derecho; el cuarto al centro del pecho; el quinto en donde más les duele a los hombres.

– Eso tiene que doler – alguien dijo a mis espaldas. Me di la vuelta, y me encontré con unos ojos verdes mirándome fijamente.

– Asegúrate de que haga lo mismo con 24 – una sonrisa de dibujo en mis labios.

– ¿Piensas que lo logrará? – parecía nervioso.

– No, pienso matarlo antes. – Harry asintió, pero seguía intranquilo. – Ven.

– ¿A dónde?

– Solo sígueme –  tenía pensado hacer que se olvidara de 24, al menos por un rato. Entramos en un cuarto con piso de goma, bolsas de boxeo y algunas armas. – Vas a aprender a luchar, Styles.

– ¿¡Que!? – parecía confundido.

– No puedo defenderte todo el tiempo, y además, tienes que estar en forma  si en algún momento te toca pelear – esto iba a ser muy divertido. – ¡Empecemos! Tres series de treinta abdominales cada una, cuando termines, tres series de quince flexiones cada una. – Cuando vi que no se movia volví a gritar. – ¡Ya!

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– ¿Qué le pasó a Harry? – preguntó Louis confundido al ver a su amigo tirado en el suelo cubierto de sudor.

– Amaru lo hizo entrenar como nunca antes en su vida – respondió Tara. – ¡Yo quiero hacer que ellos entrenen!

– Son todos suyos, yo ya me empecé a encargar de Harry – respondí sonriente. – ¡Párate que tenemos que seguir!

– Estoy cansado – respondió Harry.

– ¿Y eso me tiene que importar? – pregunté. – Tus amigos tiene suerte de que yo no los entrene.

– ¿Por qué? – Niall parecía confundido. – ¿No vas a ser vos?

– Ya tengo suficiente con uno, las chicas los entrenan a ustedes, y si quieren, uno puede ir con la abuela – sonreí. – Pero yo recomiendo que no.

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– ¡Denos un descanso! – suplicaron los cinco chicos.

– Solo entrenaron por tres horas – dijo Rox.

– Yo por cinco, Amaru me está torturando desde temprano – se quejó Harry.

Los chicos estuvieron entrenando por una semana, pero hay que admitir que fue un entrenamiento muy intenso. Iba a responder a la acusación de Harry de que lo estaba torturando, pero la abuela entró en la habitación.

– Nos vamos a la casa de mi madre – declaró al cruzar el umbral.

– ¿Su madre está viva? – los ojos de Harry se abrieron como platos.

– Las brujas viven mucho más – explicó Rox.

– Aunque eso no significa que no parezca una uva pasa – añadí yo.

– Mas respeto – nos reprochó la abuela. – Nos vamos unos días a su humilde morada – la mirada de la abuela era melancólica al recordar su hogar. Salió de la habitación sin decir otra palabra.

– ¿Dónde vamos? – preguntó Zayn.

– A la humilde morada de nuestra vis abuela – respondí yo. –, que queda en Pensilvania. 

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Un Kiss, SamNovels