Thalia regresó nuevamente a Nanda Parbat en el jet por dónde llegamos, escabullendose para dejarnos a mi padre y a mí viéndonos a los ojos, sin mentir, por 1 hora
"¿Qué, el idiota este se la va a pasar todo el tiempo ahí parado sin hacer nada mirándome?"
-"¿Este niño no va a hacer nada aparte de verme a los ojos? Parece que salió igual de retrasado que su madre..."
-"Pero bueno, siendo el adulto aquí, y supuestamente padre del chico me toca hablar primero, eso creo..."
Bruce, mi padre, iba a hablar, pero rápidamente le gané la palabra, es muy lento para ser Batman...
—Si te lo preguntas, si soy tu hijo...
—¿Por qué lo dices?
—Mhmm... Buena cuestión, tal vez porque te quedaste parado como imbécil admira dome...
Por lo menos yo si me miró al espejo.
No pensé una forma que está conversación pudiera seguir y por lo tanto si me quedaba ahí parado como ahorita, me seguiría viendo a los ojos así que caminé hacia atrás de él.
—¿A dónde vas Damián?
—¿Cómo qué a dónde voy?
—Eso mismo te pregunté...
—Pues a tu mansión..-
—¿Cómo sabes que esta para allá...?
—Fácil, desde aquí se puede ver.
En el camino no hablamos para nada, en un momento me rebasó y lo seguí ahora yo, hasta que llegamos, me dirigió a mi habitación y se fue, ninguna palabra por enmedio
—No es esto lo que me imaginé...
Me tiré sobre la cama, no esperaba que fuese tan frío mi supuesto padre, pero si así me dio la primer impresión no sabría ni la mínima forma de ser de él
Mirando al techo estuve pensando que podría hacer...
—¿Bajar a hablar con él?... No... Ni se de que podamos hablar...
—¿Explorar la mansión?, Nah... Tendría mucho más tiempo después...
"¡Ya se!"
—Iré a recorrer las calles...
No me faltaba nada, desde que volamos para acá traía puesto mi traje negro y mi katana, no fue difícil escaparme de su mansión para dirigirme a la ciudad.
A los pocos metros de salir de la Mansión empecé a correr, no sabía que pasaría si se diera cuenta de que no estoy en estos momentos así que decidí que era mejor ni toparme con él...
A una distancia prudente de 1 km fue que llegué a la ciudad nuevamente y me subí a los techos, era mejor pasar desapercibido de la gente, en especial por mi katana y el traje que tengo, bueno...
Más bien por eso...
Empecé a correr por los techos de la que parecía ser la calle principal hasta que me topé con un hotel de lujo unos pisos más alto que el edificio donde estaba pero no fue problema escalarlo.
Al parecer no tenía azotea cuando llegué arriba, si un balcón que rodeaba todo el perímetro del edificio en esa planta, pero en vez de una terraza o azotea, había unos cristales dónde ví entrar a un tipo, seguramente mafioso, acompañado de 2 prostitutas, la forma en la que les hablaba era asquerosa.
“Repulsiva...”
Rompí ventanal y caí a justo enfrente de este depravado.
—¡Salgan de aquí!
—El tipo está loco, yo me voy
Sirvió de algo entrar aquí, las dos tipas salieron corriendo del lugar y sin quitarle la mirada de encima al tipo salté en una puerta de vidrio corrediza porqué el idiota me quiso disparar y con el otro pie le pateé el arma al piso
Era grande y musculoso, pero torpe, muy idiota, sus golpes no eran ni fuertes ni rápidos, rápido le levanté los pies del piso para aventarlo con fuerzas a la pared que estaba detrás de él, obviamente el idiota se retorció.
Pero si nunca me esperé que tuviera una garras ninja en su posesión, y así fue, se las puso y me atacó nuevamente, ahora un poco más rápido pero nada que yo no pudiera evitar fácilmente.
El imbécil al saber que no podía contra mi salió huyendo por el balcón, saltando a un techo cercano más pegado al piso y se bajó, estaba tratando de huir, maldito...
Primero se iba a aprovechar del cuerpo de dos mujeres que solamente se pueden ganar así la vida y ahora huye como una gallina sin cabeza, eso me molestó mas de lo que ya estaba
“¿Qué no se da cuenta del valor que tiene una mujer? Crean vida, no merecen ser tratadas así por ningún tipo, menos si son como este idiota”
Lo perseguí hasta el mismo techo pero en vez de caer a la banqueta, hice una acrobacia en el aire y caí de cuclillas en una lámpara pública y bajar como si fuera un tubo de bomberos
No pude evitar hacer ruido, más bien... No intente no hacer ruido y obviamente no se dió cuenta, al parecer si cuenta con nuestro primitivo instinto de supervivencia, podía sentir el hedor de su miedo, es un entrenamiento más de los que hace la Liga de Asesinos, cuando nuestra presa siente eso significa que ya ganamos, si de ese entonces no la matamos rápido es que nos queremos divertir...
Se cruzó la calle deteniendo de golpe varios autos y otros pasando los apenas, pero aún siendo casi aplastado 3 veces logró pasar al otro lado con vida, pero no me quedaría atrás, corrí hacia donde pasaban los autos y empecé a saltar de parabrisas en parabrisas, si que es la calle principal y más concurrida por lo que veo...
Segundos después llegué a dónde el ya estaba corriendo y para su mala suerte, volteó a ver si aún lo seguía, mala suerte ya que justo iba cayendo con mis dos pies apuntando a su cara y tirando lo al suelo mientras sangraba
“¡Maldito!, Ya ensució mi traje de entrenamiento”
Ya lo tenía arrodillado frente a mi con mi espada en su cuello listo para cortar su garganta si se daba el caso
—¡Hazlo!
—¿Por qué atormentas a esas pobres personas?, ¡Maldito degenerado!
Ya había blandido mi katana encima de su cabeza para enterrarla en la misma pero alguien me pateó en la costilla y me lanzó a la construcción de al lado
“¿Como mierda me tomó por imprevisto?”
Me levanté no sin antes escupir un poco de sangre en la tierra y verlo
El maldito engreído posó tomando en lo alto mi katana, pero lo bueno es que encadenó al otro tipo como si fuese un perro a la malla ciclónica del lugar
—Los psicópatas cada vez son más jóvenes
Por obvias razones lo ataque, este tipo tampoco saldría vivo de aquí...
Le logré quitar mi katana y lo corté, al menos el otro sabía evitar los cortes, este imbécil por poco no era atravesado cada vez que lo atacaba
Aunque al final me volvió a distraer...
De algún extraño milagro me ató las manos detrás de la espalda y las piernas pegadas a mi torso, también me iba a amordazar pero antes de que lo hiciera le grité
—¡Soy hijo de Batman!
El idiota se quedó apreciándome y al parecer si vio la coincidencia que teníamos Bruce Wayne y yo, ya que llamó a un número desde su teléfono y dijo;
—Bruce, tengo a un niño que dice ser tu hijo
Nunca le despegue la mirada de odio en todo el tiempo que me ah mantenido ahí, en cuanto me suelte...
“¡¡¡Les juro que lo mató!!!”
