Marcas.

Rutina.

Domingo, 8:00 am.

Bakugo despertó como todos los fines de semana temprano.

Se levantó de mal genio, ya que durmió de una manera extraña molestias en su nuevo tatuaje.

Se levantó de la cama, se estiro y comenzó con su rutina diaria.

Lavó sus dientes, desayuno de manera sana, como era lo habitual, una taza de café y frutas.

Salió a correr como todas las mañanas por una hora.

Al volver a su solitario departamento se bañó quitándose el sudor de su reciente ejercicio y aplico la crema cicatrizante en su tatuaje.

Tomo su olvidado celular y suspiro, como era de esperarse no tenía ninguna notificación, ningún mensaje o llamada. Se sintió solo.

Se recostó en su costoso sillón de cuero y vio las historias de sus amigos en instagram, vio como Kirishima subió fotos de su novia y él en una cena romántica seguida de un video de ellos acurrucados jugando play.

Denki compartió un montón de fotos de lo que parecía una fiesta con su novia, también vio un video de su tatuador aferrado a una botella de Vodka llorando mientras mostraba un video de pandas bebés. Suspiro con amargura. Su vida era una mierda.

Decidió que adelantaría trabajo para matar el tiempo y quizá le diera tiempo para ver una serie o documental en la tarde. Un día normal, un día aburrido, como siempre.

Domingo, 14:00 pm.

Denki recién estaba despertando, se estiro en la cama que compartía con su novia y sintió el dolo de cabeza común de la resaca. Cubrió sus ojos, un rayo de sol lo golpeaba directamente en la cara y se levantó.

Camino por su dormitorio, realmente tenía mucha sed y no recuerda cómo fue que él y Kyoka habían llegado a su departamento.

Cuando miro a su amada novia sonrió, realmente se veía demasiado tierna bajo todas las sabanas de su cama hecha bolita.

Salió de la habitación y cuando abrió la puerta lo primero que vio fue a su amigo Hitoshi medio muerto fuera de su dormitorio, observo la sala de estar y realmente parecía que estuviera en un campo de guerra.

Shoto se encontraba con las piernas abrazadas mientras estaba apoyado en una pared.

Tenya estaba recostado con la cabeza y brazos colgando del sillón con Ochako acostada sobre él.

Y para terminar Izuku se encontraba con la cabeza recostada sobre la mesa de centro, abrazando una botella de Vodka, con los ojitos hinchados, el bebé de grupo quizá se quedó dormido llorando, otra vez, seguramente porque hablo de su eterna soltería, otra vez.

Denki sonrió, al fin se vengaría de todos ese ineptos por llegar cada dos semanas con el cabello descuidado esperando que hiciera un milagro, que volvieran al tono que deseaban y sin que quede una pasta de pelo y tintura.

Se encamino a la cocina, tomo una olla junto a un palo, se aclaró la garganta y comenzó a golpear el palo y la olla.

Disfruto la vista de cómo todos saltaban por el susto y automáticamente lloriqueaban por el dolor de cabeza. A él también le dolió hacer el ruido, pero valió la pena de ver a todos sus amigos con casi un infarto.

– ¿Dónde estoy?– pregunto un Izuku con el cabello más desordenado de lo normal y claramente confundido.

–No tengo idea de cómo llegamos al departamento, pero estamos todo, está todo bien.

– ¿Qué hora es?– pregunto Ochako acurrucándose en el pecho de su gigante novio.

– Las dos.– contesto Denki entre bostezos observando el reloj de la sala.

– Mierda.– dijeron exaltados todos al mismo tiempo, no sabían a qué hora o como habían llegado al departamento de los novios, pero definidamente ya no estaban tan jóvenes como antes.

– Mi mamá me va a matar, tenemos almuerzo familia.– Izuku se apresuró a tomar su celular y sintió el verdadero terror.- Mierda, estoy muerto.

Tenía al menos 20 llamadas de su madre anciana que se preocupa por Izuku cuando no tiene noticias de él cada dos horas, de su súper sobreprotector padre tenía muchos mensajes de WhatsApp mal escritos y de parte de sus hermanos tenía muchos mensajes enviándole memes riéndose de su inminente muerte.

Decidió llamarla en ese mismo momento para hacer su muerte lo menos dolorosa posible.

– Hola, mamita... sí estoy bien, no mamá ¿Cómo voy a querer matarte?... lo siento, es que salí con los chicos y recién desperté.– Izuku hablaba con su madre realmente angustiado mientras tiraba de su verde cabello.– Lo siento mamá, no poder llegar al almuerzo.

El grupo de amigos, al cual ya se había agregado una Kyoka recién levantada, decidieron que era una buena idea gritar cosas obscenas mientras Izuku hablaba con su madre.

Izuku solo giraba los ojos mientras reía por los comentarios de sus amigos.

– Sí mamá, te pondré en altoparlante.– sus amigos se arrepintieron en ese momento de molestar a Izuku pues la pequeña mamá de este realmente daba miedo.

– ¡Hola chicos!, ¿Cómo la pasaron anoche? Supongo que bien, ya que me robaron a mi Izubebé el día de hoy.– dijo la mujer por medio del celular de su hijo. A los jóvenes les recorrió un escalofrió, la Señora Inko realmente era muy pasiva agresiva cuando se trataba de sus hijos.

– Hola tía Inko, lo lamentamos, es que su hijo es un alcohólico asqueroso que nos arrastró a un bar.– Dijo con confianza Ochako. Izuku abrió los ojos como plato y prosiguió a despedirse de su madre.

Los amigos del peliverde escuchaban como la mamá de Izuku casi sufre un infarto, al papá de su amigo gritando desde atrás cosas de la responsabilidad y a lo lejos se podían distinguir a sus hermanos riendo de manera descontrolada.

– Los odio tanto.– Dijo Izuku, suspiro y siguió con su plan de almorzar.– bueno, ¿Quién tiene hambre?

Ese día el grupo de amigos comieron muchas papas fritas y vieron películas de Disney hasta las 22:00 pm, cuando decidieron que olían lo suficiente mal, se dirigieron a sus respectivos hogares ya que no se habían bañado aun y tenían impregnado olor a alcohol.

Holaaaaaa, mi nombre es Victoria y soy la mente tras este fic... tiene poquitas visualizaciones, pero la verdad me gusta escribir y mientras a una persona le guste seguiré publicando kjdnfwjd gracias a las 2 personitas que me dieron apoyo con sus comentarios, realmente me calentaron el corazón.
Eso, los quiero mucho.