Marcas.

Tercera sesión.

Jueves 16:00pm.

Katsuki se encontraba hace media hora fuera del estudio que conocía demasiado bien con un ramo de rosas de diferentes colores.

Desde que había estado ahí han pasado dos semanas y ya había practicado 5 veces con la banda al que el pecoso básicamente lo obligo a entrar, habían sido las dos mejores semanas que Katsuki había tenido desde sus días en la academia, realmente se sentía relajado, pudo descargar toda su rabia, estrés, tristeza y hasta pudo jurar que el sentimiento de soledad había desaparecido.

La banda era pequeña, pero eran realmente talentosos estaba conformada por Jiro como cantante, el emo pelimorado como el bajista, un emo cara de pájaro, Tokoyami como guitarrista, una linda pelinegro, Yaomomo como la pianista, su mismísimo amigo Denki como el guitarrista principal y ahora el como el nuevo baterista.

Se había entendido al instante con los miembros de la banda, tocaban punk, punk pop, punk rock, hardcore, rock y sus derivados.

Los que nos lleva al presente, a Katsuki, listo para su tercera sesión de tatuaje, donde harían las sombras y últimos detalles de su tatuaje. Llevaba unas hermosas rosas, porque era su manera de agradecerle al pecoso de que le diera un empujón a su vida.

Se armó de valor y entro, para su sorpresa esta vez no había nadie en el mostrador ni en los sillones de la sala de espera. Suspiro, realmente necesitaban mejorar la administración de ese lugar.

Como ya conocía el lugar y básicamente a todos los integrantes de ese lugar solo entro dirigiéndose de manera directa al estudio de Deku.

Cuando estuvo fuera de la puerta que golpeo suavemente escucho en casi un imperceptible  <<Pase>> y entro.

– Perdón por entrar así nada más es que no había nadie en recepción.– dio explicaciones antes de que si quiera el pequeño pudiera reaccionar y asimilar de que había un gran y atractivo hombre con un ramo de flores en su estudio, se puso nervioso era como una colegiala.

– Está bien, solo me sorprendió, nunca jamás nadie toca la puerta en este estudio, solo entran, ¿puedes poner el cartel de "ocupado"?

Fue ahí cuando Katsuki se percató del cartel que decía "Entre", se reclamó internamente por no darse cuenta de ese detalle. Fue entonces cuando recordó las rosas en su mano y las estiro a la altura de la cara del tatuador.

– ¡SON PARA TI!– Grito, mientras tenía los ojos cerrados.

Cuando los abrió se percató de lo rojo que se encontraba Izuku mientras tomaba las flores y sonreía de manera boba.

Alzo su mirada y vio el lindo brillo que se formaba en los ojos del tatuador.

– ¿Por qué?– dijo sumamente bajo.

– Por hacerme entrar en esa banda, de verdad me hiciste muy feliz.– lo siguiente que sintió fue al pecoso colgado de su cuello mientras le daba un fraternal abrazo, quedo en blanco unos segundos, jamás le habían dado un abrazo tan honesto, entonces rodeo la pequeña cintura de Izuku y hundió su nariz en el verdoso cabello del pequeño que se encontraba entre sus brazos intoxicándose con el exquisito olor a menta que portaba el peliverde.– Gracias.– Le susurro en el oído, Izuku en ese momento no lo entendió, él supuso que era por hacerlo entrar a una banda, pero Katsuki estaba agradeciendo por una muestra de afecto tan pura y desinteresada.

Cuando se separaron al pasar de unos segundos el peliverde le regalo una hermosa sonrisa.

– Todos están trabajando, Shoto tenía una gran modificación corporal hoy, Jiro y Hitoshi tenían tatuajes hoy y Ochako tenía una limpieza facial y muchas uñas que hacer.– Izuku le comentaba mientras preparaba la mesa de utensilios, se colocaba su mascarilla, guantes y sacaba la botellita de anestésico.– la camisa.