1.26 Martir part 2

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Hello¡¡ 

Espero que todos y todas estén pasando un buen momento en estos días de pandemia, de verdad espero que no hayan perdido a alguno de sus seres queridos, créanme que la realidad en el hospital es un tanto...depresiva u,u así que por favor cuídense mucho, sigan las recomendaciones y acudan al medico si tienen algún síntoma, ok?

Pues una vez dicho esto; y ya que no quiero deprimirlos más, vamos al fic¡¡




Es feliz.

El pequeño Zoro juega desde su cuna observado atento por la mirada color miel de su padre. Los primeros días el pobre hombre le tenía pavor, no se le acercaba y las pocas veces que lo cargaba decía que temía se le fuera a romper. Pero ahora todo ha cambiado, ella ve como Mihawk estira sus manos aun temblorosas y con cuidado carga al bebé que le mira atento por unos momentos antes de sonreírle.

* * *

-Papá- balbuceo el pequeño niño de cabellos verdes que estaba sentado en su periquera con toda la cara llena de papilla.

Un asombrado militar le miro con la cuchara de las papillas congelada en el aire.

-¿Qué has dicho Zoro?- se acercó un poco más para así evitar oír cosas erróneas.

-Papá- repitió el niño metiéndose el puño a la boca de una forma tan tierna que ni el fuerte y disciplinado Coronel Mihawk pudo resistir, sacándole de la periquera le cargo gritando de alegría, su niño estaba creciendo.

* * *

El sol entraba de lleno por la ventana reflejándose en la duela del piso haciendo la escena aún más enternecedora.

Sekai ayudaba a su pequeño a dar sus primeros pasos animándole de vez en cuando. El pequeño apenas y se podía sostener con sus rechonchas piernitas por lo cual se aferraba fuerte a su madre. Apenas había cumplido 1 año y ya se había vuelto el centro del universo de su familia.

Mihawk había pedido su cambio de puesto, ahora serviría a la Marina pero desde las oficinas lo cual le dejaba más tiempo libre para ver a su pequeño.

* * *

-¡Mida mami¡- sonriendo de oreja a oreja el pequeño peliverde corrió a los brazos de su mamá mientras le mostraba, orgulloso, unos garabatos hechos con crayolas que, según él, representaban a su mami, a su papi y a él mismo.

-¡Qué hermoso mi amor¡ ¿Tu lo hiciste?- sonrió al ver como su hijo asentía- Ponlo en el refri para que tu papá pueda verlo cuando venga

-¡Si¡- salió disparado hacía la cocina emocionado por la perspectiva de recibir un cumplido de su padre.

* * *

Zoro tiene 4 años, Sekai le lleva de la mano por la calle vestido con unos pantalones cortos de color azul, una camiseta amarilla y un gorrito del mismo color.

Está orgullosa de su hijo, ese año entraría al kínder y no se veía temeroso ni nada, más bien se veía emocionado. Sus mejillas sonrosadas contrastaban con el moreno de su piel.

"Es igual a ti" recordó que le había dicho su marido una vez y si, era igual a ella.

-¿Recuerdas que te dije que volvería por ti en la tarde?- le dijo de pronto hablándole en francés, hacía un año que había empezado a hablarle así para ver si el niño entendía dos idiomas y al parecer si estaba funcionando pues, aunque apenas dominaba unas palabras, el niño aprendía bastante bien.

La Universidad resulta...interesanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora