Habit

Capítulo 8

Nothing wakes you up
like waking up alone

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PASADO
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Louis se sentó en la barra del desayuno perezosamente comiendo cereal. El sonido de la cuchara chocando contra el tazón no hizo nada para amortiguar el silencio que había caído sobre su departamento durante las últimas tres semanas.

Renunció a masticar su cereal después de unos bocados y decidió mirar fijamente el tazón de cereal lleno, viéndolos lentamente convertirse en papilla. ¿Era extraño que encontrara consuelo al ver cómo los pedazos intactos de cereal se deshacían? También quería ver algo desintegrarse, perder la forma como lo hizo él mismo.

El apartamento todavía se parecía al de ellos. DVDs que compraron juntos cuando se mudaron por primera vez, fotos de ellos juntos en la nevera, un delantal que decía "Kiss the Cook" (Besa al cocinero) Su pecho comenzó a doler un poco más de lo que dolía. Ese delantal fue un regalo de Harry.

Harry había deslizado sus brazos alrededor de la cintura de Louis, presionando un ligero beso en su cuello. 

"Feliz día de San Valentín" dijo, reemplazando los brazos alrededor de su cintura con el delantal.

"¿Qué estás haciendo? ¡En realidad eres tonto!" Louis se echó a reír y se quitó la venda que Harry le había puesto innecesariamente pero con mucho cariño para esta sorpresa. Louis miró las palabras en el delantal e inmediatamente puso los ojos en blanco.

"'Besa al cocinero', ¿realmente, Harold? Eso es muy cursi" dijo sin rastro de juicio en su voz.

"Realmente dice eso? ¡Qué pena, supongo que tengo que hacerlo ahora!" Se burló y se inclinó para colocar un beso en los labios de su novio.

Louis se reprendió a sí mismo, se suponía que ya no debía pensar en él. Ya había pasado casi un mes. El dolor sordo en su pecho al que se había acostumbrado se convertía en una punzada persistente cada vez que se permitía no sólo recordar, sino recordar lo que él y Harry solían ser. 

Louis estaba roto de nuevo, y Harry no estaba aquí esta vez para arreglarlo.

Luego, más tarde, caminaba lentamente hacia su habitación. Abrió la puerta del armario y sacó su, -no, la vieja camiseta de los Stones de Harry. Se llevó la camisa a la cara y la olisqueó. Todavía olía a él.

Sin pensarlo, se quitó la remera que traía puesta y se puso la remera de los Rolling Stones. Al menos todavía tenía un pedazo de Harry, ya que no podía tenerlo a él.

Louis sabía que esto era patético, realmente lo sabía, pero cuando lloró hasta quedarse dormido con la remera de su ex novio, no pudo encontrar algo en sí mismo que le importara.

También recordaba algunas de las cosas que le dijo cuando comenzaron a vivir juntos.

"Somos almas gemelas, Harry. Entonces, en cada realidad alternativa que haya, estaremos juntos. Estoy feliz de que en este universo, este Louis pueda amar a este Harry" Él presionó sus frentes juntas.

"Estoy feliz de que aquí, ahora mismo, pueda estar contigo, besándote con mi remera favorita de los Rolling Stones que probablemente llevaré a la lavandería pronto. Pero sé que estaremos juntos por siempre y para siempre"