Wolvesilver Week

Día 1: Primer beso/cita

No habia un solo día que el peliplata no mirará a aquel mutante de garras desde que habia llegado, incluso la clase de historia era la única que no tenía algun tipo de ausencia desde que Logan comenzo a ser el encargado. Y ese día no habia sido la excepción. Peter se levantó temprano, por más raro que fuera, para tomar su desayuno en el comedor, donde habia un par de alumnos y profesor y donde allí estaba tambien aquel que le estaba robando suspiros a más de algun estudiante.

-Hola Logan —Saludo cordialmente el velocista mientras se preparaba su tazon de cereales con leche. El mayor apoyado en el mesón de al lado simplemente lo miro con una pequeña sonrisa antes de hablar—.

-Hola niño —A Peter no le gustaba que le dijeran de esa forma, pero sabia que el lobezno solo lo hacia para molestarlo—.

-Veo que hoy estas de humor. ¿Dormiste bien?

Logan solo se limitó a soltar una risita y asentir levemente, dejo la taza ya vacía a un lado y notando que estaban solos en la cocina acorralo al chico en un rápido movimiento contra la pared.

-¿Por que hiciste eso anoche?

El peliplata se sorprendió un poco por esa acción, pero solo se limitó a sonreir aun con su tazón de cereales en la mano, aunque no demoró nisiquiera un minuto para dejarlo en la mesa de al lado y quedarse mirando al mayor.

-¿Acaso me diras que no te gusto que durmiera a tu lado? Si no te hubiera gustado estoy seguro que me hubieras sacado de tu cuarto.

Era verdad, conociendo al increíble Wolverine, no hubiera dejado que nadie ingresará a su cuarto en medio de la noche, y mucho menos a su cama. Pero el castaño era capaz de incluso juntar el agua con el aceite si Peter se lo pedía.

Pero eso jamás lo admitiría, o por lo menos no aún, y solo se rehusó a dar una vaga respuesta.

-No puedes volver a hacer eso mocoso.

Intento decirlo lo más duro posible, pero no podía, mucho menos si el menor estaba colgado en su cuello, tan cerca de su cara, de sus labios.

-Pero me gusta estar contigo —Peter era consciente de que a nadie de la mansión le gustaria saber que durmio en la misma cama con Logan, mucho menos a su padre, pero todo eso le estaba importando la nada misma, y estaba dispuesto a jugar con fuego— y se que a ti también te gusta.

El lobezno bajo sus manos a la cadera del menor, para subirlo un poco y terminar besandolo, en medio de la cocina, donde podria entrar alguien en cualquier momento, pero a ninguno de los dos les importó, lo único que querían era que ese beso jamás terminará.

Cuando se separaron por falta de oxígeno, el mutante de garras solto un pequeño bufido mientras miraba el rostro del más bajo. Peter habia tenido los ojos cerrados durante el beso, y cuando sintio a su interés amoroso bufar los abrió, con una pequeña sonrisa burlona en sus labios y un notorio color carmín en sus mejillas.

-Tu me gustas anciano.

Logan sintio algo que se revolvió en su interior, no quería que aquello solo fuera un juego juvenil del menor, y si resultara verdad, no queria que el chico sufriera por su culpa. Separo un poco sus manos de la cadera ajena y con esto separo su cuerpo del contrario.

-No podemos estar juntos Peter, tu aun eres un niño.

El velocista sintió un pequeño dolor en su interior, no estaba preparado para eso justo después de haberle dado un beso al lobezno. Odiaba que le dijeran niño, él ya tenia 19, pero al parecer nadie lo notaba.

-¿Enserio Logan? Ya no soy un niño, y lo sabes.

Se estaba alterando un poco, incluso habia empujado un poco al mayor por el pecho, pero este ni se inmuto ante eso. El castaño debía admitir para sus adentros que tenia miedo de estar con el chico, aún si su interior le gritaba que volviera a besarlo y jamás soltarlo, pero no lo hizo.