Parte cuatro.

652 82 16
                                    

Entendí que no necesito a alguien que quiera controlarme.

Sonreí caminando hasta el pasillo en donde estaba mi casillero, debía buscar algunos libros antes de volver a clases

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sonreí caminando hasta el pasillo en donde estaba mi casillero, debía buscar algunos libros antes de volver a clases.

— Eh, Miso. —llamó alguien a mis espaldas, al girar me encontré con Moonbin sonriéndome algo apenado— Se te ha caído esto, vengo llamándote desde hace un pasillo.

— Oh, lo siento no te escuché. —sonreí apenada recibiendo el resaltador que seguramente se había resbalado de mi bolsillo— Gracias por eso, Bin. ¿Cómo estás?

— Algo candado por los exámenes finales, pero digamos que bien. —me sonrió tocando levemente su nuca— ¿Tu cómo estás?

— Bien, pero ahora se tiene que ir conmigo—en ese momento y antes de poder responder algo más, Eunwoo apareció tomándome por el brazo con algo de fuerza.

Le miré como si le hubiese salido otro ojo en medio de su frente, ¿Por qué tenía que comportarse de esa manera?

— ¿Qué carajos te pasa? —pregunté en un susurro para ser solamente escuchada por él.

El chico solo me dedico una mala mirada antes de comenzar a arrastrarme por todo el pasillo, ejerciendo fuerza en su agarre.

— ¡Nos vemos Bin! —grité despidiéndome algo apenada del chico que aún veía todo con el ceño fruncido desde su lugar en el pasillo— ¡Hablamos luego!

Un pasillo más allá, justo el que se encontraba vacío logré soltarme de su agarre bruscamente. Estaba molesta, mucho en realidad y ver su ceño fruncido solo aumentó aquello.

— ¡¿Qué diablos te pasa ahora?! —pregunté controlando mi molestia para no gritar— ¿Te has vuelto loco acaso?

— ¿Qué hacías hablando con él, Miso? —preguntó ignorándome olímpicamente.

— Eso a ti que demonios te importa, Eunwoo. —le miré directo a los ojos encontrando la respuesta. Una risa sin humor salió de mis labios— ¿Todo por los malditos celos no?

El chico solo alborotó su cabello resoplando frustrado.

— No quiero que algún otro chico se te acerque, Miso. Mucho menos si estos intentan coquetear contigo. —resopló cansado, aunque en su tono aún estaba la molestia. Me tomó de nuevo como lo había hecho antes— Todos ellos quieren algo contigo.

Me solté de nuevo bruscamente.

— No quieres que tenga amigos, no quieres que ellos me saluden y quieres controlarme cada vez que quieras. —me solté de nuevo— Y no vas a hacerlo, porque yo no reclamo por todas tus amigas y sus coqueteos.

— No vas a comenzar con ello de nuevo... —me miró con advertencia.

— ¡Entonces cuándo! Porque tú siempre te quejas, pero cuando lo hago yo, no puedo. —di unos cuantos pasos hacia atrás separándose dé él— Esta es la última vez que tomas de esa forma y me arrastras cual muñeca, no soy un objeto.

Esta vez fui yo la que le dejé en el pasillo con los brazos a abajo y la expresión de culpabilidad en el rostro. Pero sabía que siempre volvía a ser lo mismo, siempre volvíamos al mismo punto.

Siempre el arrepentimiento le duraba dos segundos.

Entendí que no necesito actitudes posesivas porque no soy un objeto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entendí que no necesito actitudes posesivas porque no soy un objeto.

𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 𝐈 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐍𝐄𝐄𝐃. ━ Eunwoo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora