Capítulo 36

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Los ojos de Taehyung comenzaron a abrirse con demasiada dificultad, puesto que la claridad de una mañana soleada le generaba una gran molestia. No lograba percibir con eficacia las cosas a su alrededor, sus ojos hinchados y su vista medio borrosa se lo impedía. Intentó hacer un esfuerzo por ver bien, pero el dolor que bombardeaba su cabeza se intensificó; la resaca lo estaba aniquilando.

Se incorporó en la cama despacio, tratando de recordar que había sucedido, pero era en vano. No se acordaba de nada, y con el sólo hecho de querer encontrar los recuerdos de la noche anterior no conseguía otra cosa más que aumentar el dolor que la resaca le estaba causando.

Cerró los ojos y cubrió su rostro con ambas manos con la intención de alejar la luz que tanto le fastidiaba de modo que pudiera relajarse. Estuvo en aquella posición un buen rato esperando a que el insoportable taladro en su cabeza cesara, mas eso no sucedió.

Como último recurso, se frotó los ojos, y pensó en que sería de gran ayuda darse un baño de agua fría y tomarse una gentil tonelada de café negro. Le desagradaba encontrarse en aquellas condiciones, se sentía un completo asco.

Sin embargo, al instante en que quitó sus manos del rostro y abrió nuevamente sus ojos, advirtió que su vista había mejorado y, por lo tanto, cayó en la cuenta de que desconocía por completo la habitación en la que se hallaba. Taehyung se asustó al ver que, en efecto, esa no era su cama, ni mucho menos su cuarto.

Confundido, saltó fuera de la cama con rapidez, y sólo entonces notó que ningún tipo de prenda cubría su cuerpo. El pánico en él se multiplicó de modo masivo. Buscó con desespero su ropa, pero la habitación, que por cierto era bastante lujosa y majestuosa, se encontraba tan ordenada y prolija que, al menos en el suelo alfombrado, no había ningún rastro de sus prendas.

Hasta que, al fin, se percató que sobre una silla muy peculiar y extravagante ubicada en un rincón, se situaba su ropa bien doblada y planchada. Extrañado con la situación, se vistió a gran velocidad, olfateando el riquísimo aroma que emanaba su camiseta que, al parecer, había sido lavada junto con el resto de su ropa.

Pronto, Taehyung notó que sobre aquella lujosa silla también estaba su celular sin carga, su billetera y sus llaves. Al menos no le había robado nada, pensó, pero luego de haberle echado un nuevo vistazo a su alrededor creyó que con semejante habitación de gente rica, sería inútil que le robara, pues le debía sobrar el dinero.

Taehyung respiró hondo, tratando de mantenerse de pie por sí mismo. El dolor de cabeza siguió sin detenerse. Su estómago crujió con ganas, pues hacía mucho tiempo que no comía. De repente, se sintió muy débil y cansado. No le había hecho bien gastar la poca energía que tenía en correr por la habitación buscando su ropa.

Con cuidado decidió salir de aquel sitio en el que había despertado. Abrió la puerta sin hacer ruido y se asomó, atisbando desde allí lo que había del otro lado. El sitio contiguo parecía ser una sala de estar, pero una sala de estar digna de ser ocupada por alguien muy adinerado, pues ante la mirada de Taehyung aquel lugar era de en sueños.

─¿Has notado que mi padre me ha estado controlando mucho más últimamente? ─ se escuchó de pronto la voz masculina de alguien, lo que hizo alertar al ojiazul y esconderse un poco más detrás de la puerta ─. Sí, creo que ya está comenzando a sospechar... Debemos apurarnos... Exacto, cuanto antes hay que establecer la fecha...

Taehyung permaneció en silencio detrás de la puerta, y a pesar del dolor de cabeza, intentaba poner atención a lo que escuchaba. Aunque, debido a que se encontraba muy fuera de contexto, no lograba entender nada.

─Escucha, ya sé que necesitamos más apoyo, pero justamente por eso te he llamado... Si me dejarás hablar, tal vez podría... Sí, lo sé... Pero, ¡por favor, escúchame!... ─ de repente, una carcajada resonó en todo el sitio ─. Te insultaría pero hoy me he despertado con los ojos azules, es horrible ser tan amable y hasta me está doliendo traicionar a mi padre. Me miro el tatuaje y la culpa me corroe.

El castaño frunció el ceño de manera espontánea, dado que le generaba bastante confusión lo que escuchaba. Curioso de ver a quién le pertenecía aquella voz, se asomó de nuevo con cuidado de no ser visto y su mirada viajó hacia el sitio del cual provenía el sonido de aquella persona.

Taehyung se sorprendió al percatarse de que muy cerca de allí había un balcón muy bonito y suntuoso, las puertas del mismo estaban abiertas y las cortinas corridas hacia los lados. Fue en ese instante en el que divisó la figura de un joven que se hallaba de pie mirando al exterior.

─Como sea, analicé al chico que conocí en la noche. Yo de verdad creí que era uno cualquiera, pero resulta que fue un agente encargado de nuestro caso. Si bien lo despidieron, nos sirve... Tan sólo debería convencerlo de que no somos malos... No sé cómo lo haré, lo tendré cautivo hasta que confíe en mí ─ se rió de nuevo y entonces, se giró con la intención de abandonar el balcón.

Taehyung, al darse cuenta, se ocultó con rapidez, dejando la puerta de la habitación casi cerrada. Únicamente permitió que quedara un pequeño hueco con el objetivo de seguir escuchando. Sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando advirtió que la voz ya no se escuchaba más y, pensando en que se había ido hacia otro lugar, el castaño salió de la habitación.

Puesto que no captó señales de vida, atravesó la sala de estar balanceándose, a causa de que no se sentía bien. Al encontrar una puerta que tenía la perfecta apariencia de ser la de entrada, giro el pomo con la poca fuerza que poseía. La puerta no se abrió.

Enseguida, Taehyung experimentó una sensación de extrema debilidad. Los mareos lo estaban sofocando. Su visión se estaba nublando y sus piernas no querían colaborar con él para seguir de pie, por lo que estaba a punto de caer directo al suelo. Sin embargo, un instante antes de que sucediera, unos brazos fuertes lo sujetaron con la intención de protegerlo.

peligro de extinción ━ taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora