𝑙𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚 ;𝑛𝑠

𝒸𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒸𝓊𝒶𝓉𝓇𝑜.

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La boda de Gemma Styles estaba yendo de maravillas, la mayoría de los invitados estaban bailando animadamente en la pista de baile del salón donde se celebró la fiesta, mientras que la minoría estaba llorando en el baño porque el pene de su novio era demasiado chico. Y con minoría nos referimos a Harry Styles, el hermano de la novia, por supuesto. Ya que es el único que podría llorar porque el pene de su novio es más pequeño que el promedio.

Llevaba encerrado en el baño aproximadamente treinta minutos, como no quería que nadie lo viera llorar, prohibió la entrada a cualquiera al lugar. El baño trataba de un largo, elegante y pequeño salón, esté tenía varios cubículos, en el lugar podía entrar varios hombres pero el rizado al prohibir la entrada logró que estos posibles hombres estén formados en una fila afuera, insultando y queriendo golpear a quien estuviera dentro; o sea que a Harry. Pero él no podía decir nada en contra de ello, aunque fuera el hermano de la novia, él llevaba ya un largo tiempo encerrado, prohibiéndole a extraños realizar sus necesidades o lo que quieran hacer en el baño. Entendía, él también estaría molesto de ser al revés.

De repente, asustándose, Harry sintió como la puerta era intentada abierta por un tiempo más alargado de lo que lo hacían los hombres que posiblemente estaban ahora en una fila fuera, y rápidamente se dirigió al lavado para mojarse la cara e intentar aparentar que no estuvo llorando, aunque le era casi imposible, sus ojos estaban rojos, al igual que sus mejillas. Él sabía que no podía encerrarse por todo el tiempo que durara su idiota llanto, así que asumiéndolo y tratando lo más posible de calmar sus sollozos, fue hacía la puerta y la destrabó.

Quien entró por la puerta fue alguien que necesitaba el rizado en ese momento, o no quien precisamente necesitaba, pero tampoco era alguien que lo molestaría por llorar, o lo juzgaría de mala manera, así que todo estaba bien.

Liam, el mejor amigo de Harry, luego de entrar, se acercó a esté preocupado, pocas veces lo había visto llorar, el rizado siempre había sido frío en el sentido de sus sentimientos, aunque también muy extraño, porque podía llegar a llorar por una película romántica pero nunca por algo que sea personal, y que lo haga en el baño del salón donde se festejaba la boda de su hermana era mucho más que extraño.

—Harry, ¿Qué sucede?—preguntó el ojimarrón preocupado, al de rizos siempre le era indiferente todo, por esa razón por la que casi nunca lo veía mal.

—Oliver tiene el pene chico. —Murmuro entre sollozos luego de calmarse un poco e hizo un puchero con sus labios, unos minutos antes había estado llorando un poco más fuerte, ya tenía sus ojos rojos y su voz estaba un poco más ronca que lo común. — Y sé que no debería afectarme tanto pero lo hace, no soy más que un estúpido superficial. —Y dicho esto comenzó a sollozar aún más fuerte.

El castaño se acercó a él y lo envolvió en sus brazos, aunque le costó mucho no reírse en la cara de su amigo por la razón por la que lloraba. Harry suele ser bastante estúpido a veces y Liam lo sabía bien pero esto, realmente, era muy extremo, porque ¿quién mierda lloraba porque el pene de su novio era pequeño?

El de ojos castaños le besó la parte delantera de su cabeza y habló: — Creo que deberías ir a un psicólogo.

Harry levantó un poco la cabeza para poder ver a la cara a su amigo. — ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Crees que estoy loco?—Preguntó aún entre sollozos. —Sabía que no debía decirte nada. —Hizo otro puchero con sus labios y Liam apresuradamente negó con la cabeza, sonriendo un poco.

—Claro que no, uno te ayudaría a no fijarte en ese tipo de cosas, el sexo es importante pero no lo es todo en una relación. —El de rizos dudó de lo que estaba diciendo su amigo y 'éste al parecer lo notó porque soltó una carcajada y prosiguió sonriendo amplío: — Conozco uno muy bueno, su nombre es Niall Horan. —El castaño besó la frente de su amigo de nuevo y con una seña de su mano le indicó que debían salir del baño. —Ahora vamos a disfrutar lo que queda de la boda de tu hermana ¿sí? —Elevó ambas cejas en forma de cuestionamiento, mientras tomaba la mano de Harry y comenzando a caminar hacía la salida. — Te matará si se entera que has hecho esto en su fiesta. —Rio de nuevo el ojicastaño, al imaginarse la posible reacción de la hermana de su mejor amigo.

Cuando Harry acabó de llorar salieron juntos y de la mano del baño, y siguieron disfrutando de la fiesta, como si eso no hubiera pasado. Evitando contarle también a Sandy, porque ella seguro no reaccionaría de la forma en la que lo hizo.

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