𝒸𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝓉𝓇𝑒𝓈.

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Harry estiró su mano y con algo de esfuerzo tomó en está el dildo que había dejado sobre su mesa luz y lo dejó sobre su cama, esté era color piel, muy similar a un pene de tamaño común, obviamente el de Oliver también estaba dentro de lo común, si lo mirabas con un microscopio.

Una de sus manos se encontraba alrededor de su miembro, deslizándose sobre esté lentamente, tomó el lubricante nuevamente y vertió un poco del líquido sobre dos de sus dedos y parte de su mano, los acercó hasta su entrada y comenzó a embestirse con estos, no fue de forma lenta al inicio, ni nada por el estilo, el empezó a penetrarse de forma brusca y rápida.

Cuando sintió su agujero listo para algo más grande agarró el dildo, lo miro por un instante, mordiendo su labio inferior, era la primera vez que le pasaba, no podía creer que uno de sus juguetes sexuales fuera más grande que el pene de su pareja. Paró de pensar cuando notó su miembro disminuir de tamaño y llevó rápidamente el objeto con el que iba a penetrarse hacía su entrada, fue introduciéndole en está de forma lenta, arqueando su espalda y soltando un fuerte gemido mientras lo hacía. Al sentir que su interior se iba adaptando al juguete comenzó a moverlo, sacándolo y volviéndolo a introducir, primero lentamente pero aumentando la velocidad a medida que los minutos pasaban.

Su otra mano todavía se movía sobre su miembro, pero ahora con más velocidad, igualando la de sus propias embestidas. La habitación estaba llena de jadeos y gemidos fuertes pero se vio interrumpida por el timbre de su celular y el de rulos se vio obligado a contestar.

Harry sabía que podía ser urgente, su hermana estaba por casarse y en cualquier momento podía necesitar su ayuda para cualquier preparativo. Cuando tomó su celular de la mesa que se encontraba junto a la cama vio que era su mejor amigo, soltó un gruñido demostrando su molestia, pero de igual forma contestó.

— ¿Qué quieres? —Murmuró de forma entrecortada, con la voz más ronca de lo normal, al terminar de hablar soltó un gemido, esté fue provocado por un movimiento de su mano, la que volvió a introducir el dildo en su culo.

— ¿¡Estas teniendo relaciones sexuales con Oliver ahora mismo!? ¡Por dios, Harry! ¡Qué asco! —Casi gritó el castaño asqueado.

Rodó sus ojos, soltando un bufido, pensando en que si fuera así él nunca podría llegar a gemir como lo hizo con el tamaño del pene de su novio. Alejó su mano del objeto, dejando esté dentro suyo, pero continuó deslizando su otra mano por lo largo de su pene, jadeó.

—Claro que no. —Esa respuesta seguramente hizo pensar lo contrario a Liam, por los gemidos que salieron de sus labios cuando habló, pero a Harry no podría importarle menos.

—Bueno, sí que lo estás haciendo ¡Deja de hacerlo! —Le gritó su amigo por teléfono, sonando mucho más irritado de lo que lo había escuchado antes. — Te estoy esperando hace media hora en la tienda de trajes, se supone que tenemos que comprar hoy los nuestros. ¡Eres el hermano de la novia!

Harry soltó un gruñido, al recordar que él debía estar con Liam en tiendas de trajes buscando uno para usar en el casamiento de su hermana, y sacó rápidamente el juguete sexual de su entrada, al hacerlo soltó un fuerte gemido.

— ¡Mierda! No tengo por qué escuchar esto. —Gritó enojado su amigo y cortó el teléfono.

Harry se quedó escuchando el tono del teléfono, hasta que logró quitar su móvil de su oreja y levantarse de la cama.

Se vistió apresuradamente y salió de su casa hacia el lugar en el que habían quedado con Liam, la tienda que habían escogido era una de las mejores de la ciudad. La familia Styles poseía mucho dinero, por lo tanto Liam, que era amigo de Harry, también. Él no tenía nada en contra de la gente que no tuviera dinero pero nunca conoció alguien con bajos recursos que le llamara la atención como para llamarlo amigo, a los lugares donde mayormente conocía gente no iba cualquier persona.

Cuando llegó al lugar llamó a su amigo para saber con exactitud donde éste se encontraba, la tienda era bastante grande, el castaño le contestó, todavía molesto, que estaba en uno de los probadores, así que se dirigió a esa zona sin pensarlo y tratando de no tardar mucho, para no hacer enojar más a su amigo.

Al poco tiempo de que entró a la habitación donde estaban todos los probadores salió su mejor amigo con un traje negro, tenía debajo del sacó una camisa blanca, que contrastaba con el resto del traje, y un chaleco también negro, pero con llamativos detalles en color gris.

—Hola, Harry. —Ya no se notaba tan molesto, por lo menos, en su forma de hablar. —Elegí ya un traje. —Le contó con voz emocionada, y giró sobre sus talones para mostrarle a su amigo como era el traje que estaba por comprar.

—Y te queda muy bien, Li. —Murmuró, observando atentamente como le quedaba el dicho traje.

El resto de la tarde Liam la pasó sentado en diferentes sillones de diferentes probadores, siendo quien opinaba como le quedaban los trajes que el rizado se probaba, hasta que, después de varias horas (en donde Liam estuvo aburrido, jugando con su móvil o mensajeándose con amigos, sin en realidad prestar atención), Harry escogió el traje y lo compró.

𝑙𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑙𝑒𝑚 ;𝑛𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora