Mojado hasta los huesos

Despues de las lluvias

Después de las luvias e verano (o en cualquier estación del año, gracias calentamiento global) toda la ciudad parece más viva incluso por un momento puedes olvidar el estrés del trabajo, o del tráfico o de la fila para el banco o el que te causan  los ineptos humanos que estan a tu alrededor, en fin solo tienes que ver por la ventana y admirar los grandes árboles, el verdor de sus hojas, el aroma de sus flores y es justo ahí, cuando vez toda la naturaleza en bellos tonos verdes rodeando cada calle, cada casa, cada rincón justo ahí es cuando Joaquín recuerda la razón porque se mudó a la ciudad y ahora toda esa belleza natural le recuerda a alguien, las gotas de su roció en las plantas brillan tanto como sus ojos, brillantes y amables, los colores de las flores son reales como la sonrisa sincera de Manolo y puros como sus sentimientos y es de que ahora cualquier cosa le hace pensar en Manolo y al pensar en el siempre, sin falta una sonrisa tonta aparecerá en su rostro, sin importar nada. Como justo ahora, que a pesar e tener a su lado a su compañero de trabajo quejándose por quien sabe que (Mas bien gritando quien sabe que) el aún tiene esa sonrisita tonta que lo hace parecer estup… lo hace parecer distraído.

Y así con pensamientos cursis sobre que le gusta más a Manolo pastel con fresas o fresas con crema termina su hora del trabajo y se dirige en su auto (¡¡¡al fin!!!) a la cafetería. posada Las Marías, bueno más bien al estacionamiento de enfrente y por un ramo de flores con la viejita de la esquina, y es de que él es un caballero y no llegara a ver a su futuro esposo (y no aun no son novios) con las manos vacías, llega justo a las 6 en punto, y lo ve ahí tan hermoso como siempre sirviéndole café a un señor que parece enojón y con un cuidado bigote, aunque no tanto como el suyo (es modesto el muchacho) acompañado de una viejita que lo observa demasiado y no , no está nervioso de que una octogenaria lo observe intensamente.

-Eh Dragoncito- Un niño de grandes ojos castaños corre hacia Joaquín al escuchar el saludo de María- Buenas tardes- la sonrisa maliciosa de María no anunciaba nada bueno y Joaquín lo sabía.
-Dragon, Dragon, Dragon!!!- El pequeño de 4 años llamo la atención del mayor, ese niño era encantador, y no perdía el tiempo de jugar con el cada que estaba en el café (y el hecho de que Manolo lo vea con una sonrisa tierna, no tiene nada que ver)-Mira, los toros es el señor de los toros- el pequeño lo tomo de las manos y lo llevo justo frente a Manolo que sonreía encantadoramente
-Buenas tardes Joaquín ¿Lo de siempre? -
-Ahh… ehh… si …Si!!!-No regañen al muchacho Joaquín es listo es solo que se le atrofian las neuronas cada que esta cerca de Manolo, no es un problema grave, se arregla con convivencia para que se acostumbre y su cerebro vuelva a funcionar con normalidad- Si lo de siempre-

-Así que tú eres el muchacho- la voz salió gélida y profunda tanto que llamo la atención de Manolo, Joaquín y los clientes mas cercanos a la mesa cerca de la ventana, la frase hizo sentir escalofríos a Mondragón, esa voz había salido de la octogenaria de mirada intensa e hizo que el hombre que la acompañaba lo mirara detenidamente.
-Si señora, es el- La voz inocente de Gerardo (el niño de ojos bonitos) confirmo las sospechas del caballero sentado a la derecha de la anciana y Si señores y señoras ese regio hombre es el mismísimo Carlos Sánchez alto, imponente, reconocido torero, esposo de una mujer maravillosa, terco, estricto y padre de un único, padre de Manolo.

- ¿Por qué traes flores muchacho? - Interrogo Carlos Sánchez a Joaquín, quien no tenía ni idea de quienes eran estas o personas o de porque se sentía como un criminal al que tratan de sacarle una confesión.
-Es por las abejas- respondió otra vez el pequeño entusiasmado por conocer las respuestas a la as preguntas de los adultos, seguro todos en su casa se pondrán felices al saber que es un niño muy inteligente si hasta María esta feliz por su respuesta, se le nota en la sonrisa que tiene.
- ¿Abejas? - La voz confundida de Manolo tomo protagonismo y Gerardo se entusiasma más de saber tanto como los adultos.
-Si las abejas, cuando las abejas se quieren mucho, mucho y van a hacer bebes se dan su semilla… la semilla… una semilla y las semillas viene de las flores ¿no?- el pequeño frunció el seño tratando de recordar lo que le habían explicado- Era algo así, Panchito lo dijo, lo de los bebes, ¿No saben como se hacen los bebes?- e ignorando la conmoción que causo con sus palabras se fue corriendo hacia la entrada del local para abrazar a su tío que acababa de llegar.
-Que!!!, Tu mocoso indecente- se levanto el señor Sánchez tomando a Joaquín del cuello de la camisa con una expresión aterradora.
-Ey señor que le pasa- trato de razonar Joaquín con el desconocido- Ni siquiera se quien es usted- las neuronas de Joaquín ya estaban empezando a funcionar después de la desconexión causada por el comentario del pequeño Gerardo.
-Soy el padre de Manolo!!!- rugió el hombre mientras las neuronas de Joaquín tenía un corto circuito.
Sip. Joaquin.exe dejo de funcionar.
Definitivamente Gerardo era un niño encantador.