Capítulo 5

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Estaban en una cabaña cerca de las montañas para pasar las vacaciones de invierno. Había sido planeado por Naruto ante su próxima boda. Quería pasar tiempo con su hermano en la cabaña donde solían ir con sus padres cuando eran niños y era invierno.

Naruto también quería arreglar conflictos pues se estaba distanciando mucho de su hermano, y eso no le agradaba. Cuando Menma sugirió que fuera Hinata con ellos, se enfureció. Pero aceptó, pues si ella no iba su hermano tampoco. Se la estaban pasando muy bien, recordando su infancia. Aunque seguían los momentos incomodos al ver a su hermano y Hinata como una pareja feliz.

Ahora estando solo ellos tres ahí, la mente de Naruto no lo dejaba en paz. Un día había descubierto una carta en la casa de Hinata. La había abierto con cuidado pues ya estaba algo desgastada. Se sorprendió al ver que estaba dirigida a él y era la letra de Hinata. Donde escribía que siempre lo había amado a él y que siempre atesoraría los momentos que vivió con él. Que le dolía nunca atreverse a confesarle su amor. Pero lo peor era que jamás podría hacerlo porque ahora él estaba comprometido.

Para Naruto fue un gran golpe, enterarse así de los verdaderos sentimientos de ella. Era doloroso saber que tuvo una oportunidad con ella y que muchas de sus acciones la habían lastimado tanto. Los días en esa cabaña fueron muy difíciles para él. Evitaba a Hinata en todo momento. Pero como hacerlo, el lugar era pequeño y si salía mucho tiempo el frio lo congelaba.

Después de leer aquello había quemado la carta. Tenía que olvidarse de todo. No podía imaginar un fututo al lado de ella, estaría traicionando a Menma.

Un día Hinata ya no quiso salir a explorar el lugar, y él no podía permanecer más cerca de ella. Por eso sugirió irse a esquiar con Menma, quería alejarse de la sonrisa de Hinata.

Esperó a que Menma se distrajera y lo dejó. Sabía que no corría peligro y que tardaría un poco para llegar a la cabaña. Las imágenes de su niñez al lado de ella no dejaban en paz a su mente. Necesitaba hablar de frente con Hinata. Escucharla decir que esa carta era una mentira, porque desde eso no podía dejar de pensar en ella.

Corrió lo más rápido que pudo, necesitaba llegar y hablar con ella. Entró a la cabaña y lo primero que escuchó fue su llanto. La encontró en la habitación de Menma.

Entró y aunque las luces estaban apagadas pudo ver su dolor. Ella lo llamaba pensando que se trataba del pelinegro.

Al acercarse fue cuando ella le pidió que la besara. Él no pretendía hacerlo pero tenerla a su lado tan frágil llorando, sintió que su dolor era por él. Ya no pudo reprimir lo que estaba sintiendo por Hinata. Que los celos al verla con su hermano eran porque la quería de verdad, trataba de convencerse de eso. Como si esa carta le hubiera abierto los ojos, porque no había parado de imaginar que un futuro a su lado sería maravilloso. Era egoísta, incluso era cruel. Pero ya no pudo controlarse. Ahora era un hombre que tenía a la mujer que siempre lo había amado. Y que él quería tanto.

No sabía cómo, pero había terminado besándola hasta que el llanto de ella cesó y se quedaron dormidos. Entonces Menma los había descubierto, habían peleado y Hinata se había encerrado en su habitación hasta que alguien de su familia había ido por ella. Luego su hermano se había ido dejándolo completamente solo. Pensando en todo el daño que había provocado y que jamás podría sanar. Tanto a Menma, Hinata y a él mismo.

No me odies, no me olvides [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora