DATSUZOKU

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17 de febrero, sólo queda 1 día  para el cumpleaños de Ana, tiene que pedirle ayuda a alguno de los chicos, tampoco hace tanto tiempo que la conoce como para poder ir solo y elegir un regalo que le vaya a gustar.

Sabe que días antes de su llegada el resto le había comprado un violonchelo del cual la chica un día paseando por la gran vía se había quedado embobada mirando en un escaparate, algunos habían tendido que deshacerse de sus ahorros para poder permitirle el capricho a la canaria.

Esperaría a volver de la universidad para ver si Roi o Alfred le pueden dar ideas o acompañarlo a comprar algo aunque no puede gastarse mucho, será solo un detalle, no va muy sobrado de dinero que se diga y aún tiene que pagar el alquiler del mes.

Cuando llega a casa, como es de esperar no hay nadie, Roi estará ensayando con la orquesta y Alfred recuerda que tenía entrevista con uno de los chicos que acababa de salir del conocido programa de televisión Operación Triunfo, con suerte para la hora de merendar alguno habrá llegado.

Entonces se acuerda que la otra noche de camino a casa, había intercambiado su número de teléfono con el de Aitana, y por la hora que es, la chica habrá terminado su turno en el hospital hace un buen rato.

Se piensa si ir directamente a su piso y preguntarle o si mandarle un WhatsApp por si está haciendo algo o descansando, lo ultimo que quiere es irrumpir en su privacidad.

Al final se decide por la segunda opción.

Luis
Hola Aitana, quería pedirte un favor si no te importa.

Aitana
Claro, dime Luis.

Luis
Verás le quiero comprar algo a Ana, pero los chicos no están aquí y no sé qué le puede gustar.

Aitana
En veinte minutos en la puerta y te acompaño, tengo que comprarle el regalo a mi madre también.

Luis
Ok, gracias.
Ahora nos vemos ☺️

Aitana
De nada!

Luis se da una ducha rápida y opta por ponerse un vaquero  negro  y un jersey verde, se pasa los dedos por el pelo, con la humedad que hay será para nada plancharse los rizos que ya amenazan con salir, así que coge su chaqueta y las llaves del coche.

Cuando cierra la puerta solo tiene que esperar segundos hasta ver abrirse la puerta de enfrente, de ella sale Aitana enfundada en un chaquetón gris y con su gorro a juego.

— Hola.— sonríe la catalana y le da un beso en la mejilla.

— Hola, muchas gracias por acompañarme, de verdad, estoy perdidísimo.— le dice el gallego correspondiendo al igual que ella a besar su mejilla en modo de saludo.

— No es nada hombre, no tenía nada mejor que hacer y me viene bien, así le compro el regalo a mi madre también, sino al final siempre lo dejo para el final y tengo que ir corriendo y comprar lo primero que veo.

Ambos se montan en el coche, Aitana no duda en acomodarse en el asiento del copiloto y apoyar los pies sobre la guantera, Luis la mira de reojo y está a punto de llamarle la atención por hacer eso, no hay una cosa que odie más que ensucien su coche, pero prefiere quedarse callado y darle volumen a la radio a ver si así se le pasa.

Llevan toda la tarde dando vueltas por el centro comercial, Aitana ya le ha comprado el regalo a su madre, pero nada de lo que han visto le ha gustado para Ana.
Luis está por darse por vencido cuando Aitana tira de su mano y sale corriendo.

Inesperada casualidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora