📸NEIGHBORS📸 -HOPEKOOK-

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Jung Kook se levanta y repite su rutina un día más, debe reconocer que hoy ha dormido de maravilla, tiene mucha más energía que ayer pero aun así se lleva su termo lleno de café.

Se va dando su paseo, llega a la empresa y, una vez en el set, se preparan para empezar como los dos días anteriores.

Reconoce, que una pequeña parte de él está nervioso por verle, por ver cómo se da la sesión de hoy y por ver el resultado.

No tarda en percatarse de cómo una risa entra en el set seguida de otras, solo puede ser él, Jung Kook también se ríe por darse cuenta de esto.

Comienza la sesión, Jung Kook no cree haber disfrutado nunca tanto haciendo su trabajo como hoy, la sesión se vuelve divertida, las fotos son increíbles... y bueno, digamos que Jung Kook está más pendiente de lo que le gustaría de cierta personita.

En el cambio de vestuario Jung Kook va a revisar el trabajo que lleva hecho, está feo que él lo diga, pero las fotos son increíbles.

Empiezan con la última sesión, a Jung Kook le da mucha pena terminarla porque se lo está pasando realmente bien, pero acaban cerrando con éxito la jornada.

Antes de irse, como siempre, revisa el trabajo, le esperan varios días de edición, pero las fotos van a ser brutales. Todos están muy emocionados con los resultados de las fotos.

De camino a la salida, alguien vuelve a sorprenderle llamándole por su nombre.

—¿Te llevo? —pregunta Ho Seok sonriente.

—Muchas gracias, pero hoy prefiero irme andando, —responde con una sonrisa Jung Kook.

—Bueno, tú te lo pierdes, —termina diciendo mientras le guiña un ojo sin perder la sonrisa mientras salen y él se dirige a su coche.

Jung Kook se queda pensando en esa sonrisa y en ese guiño, la verdad, es que trabajar con él no es tan horrible como tenerlo de vecino.

Una vez en casa, come tranquilamente, disfruta pensando en la idea de que mañana no tiene que madrugar. Se tumba en el sofá a disfrutar del silencio que le rodea hasta que el móvil lo saca de sí.