ALFA IDIOTA (OMEGAVERSE)

LOS ABUELOS

Los padres de Yaku habían llegado tal y como prometieron.

Su padre estaba jugando con Dominik en el jardín, el pequeño amaba a su abuelo, cuando esté llegaba de visita su ojos se iluminaban y no se quería alejar del alfa.

Yaku estaba revisando unos documentos, pero no podía dejar de pensar en lo que sucedería con Lev, seguía enamorado, peor sabía  que las cosas no serían como cuando estaban en preparatoria, además no se sentía lo suficiente para el albino, estaba manchado, como se supone que se iba a enlazar con un Omega viudo y con un cachorro, lo mejor sería solo ser amigos.

Sin darse cuenta sus feromonas aumentaban y su madre lo olfateo.

Bebé -entro en el estudio-

Oh disculpa, estoy con unos documentos, en un rato bajo con ustedes y Dominik -trato de estar calmado-

Mi bebé, se que eso es mentira, me vas a contar que pasa -el mayor se sienta en el sofá-

Es Lev -suspiro-

Oh, ya veo -lo miró- te lo encontraste y tiene pareja

No no -se levanto- se quiere casar conmigo

Pero recuerdo cómo lloraba por él, deberías estar felíz, es un buen muchacho -sonrió-

Hay un problema -se acerco y su madre lo abrazo-

¿No acepta a Dominik? -pregunto-

No -suspiro- nos vimos hace poco y nos estábamos besando -dijo algo sonrojado- pero cuando subió un poco más la intensidad, me asusté, me acordé de west, soy patético

Bebé -sonrió y le acaricia el cabello- eso no es verdad, no es fácil olvidar todo lo que ese desgraciado te hizo, pero recuerda Lev es un joven que te ama demasiado.

Se que es así, pero tengo miedo -sus ojos se cristalizaron- lo amo pero no soy capaz de corresponder

Mi bebé no llores -acaricia sus mejillas- él te entenderá, por qué no lo invitas a cenar

Está bien -sonrió-.

El Omega se levantó y tomo su celular, marco el número de Lev y mientras escuchaba el tono de la llamada su corazón latía rápidamente, cuándo escucho la voz del otro lado le dieron ganas de colgar, pero vio el rostro del alfa en su mente y sonrió.

Yaku-san -pregunto alegré-

Eh h..hola Lev -suspiro- quería saber si quieres venir a cenar, mis padres están de visita.

¡Claro que si! -dijo alegre y casi deja al pobre Omega sordo-

IDIOTA NO GRITES AL TELÉFONO -le regaño- nos vemos a las 7 -colgo-

Definitivamente es un idiota -dijo molesto-

Tus rojas mejillas dicen otra cosa -rio su madre-

No entiendo cómo papá te soporto -suspiro-

soy el hombre se su vida -se levanto y salió de la habitación-

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Lev estaba dando vueltas como un adolescente para su primera cita, se sentía sumamente nervioso y tenía ganas de gritar de alegría.

Busco en el armario y se puso un traje de color vino tinto, quería dar una buena impresión.

Subió al auto, quería ir solo ninguno de sus guardias lo iba a acompañar.

Condujo con una gran emoción, pero se detuvo en una pastelería del centro y compro unos mil hojas de crema batida y fresas.