Fui a la cocina para desayunar lo de siempre, tostadas con huevo revuelto y un café, pero de repente, al ver aquella imagen, el hambre que tenía desapareció, entonces tomo un vaso y una jarra con agua y voy nuevamente a mi cuarto.
Prácticamente me quedé ahí todo el día, salí solo para buscar comida o para ir al baño. Me dediqué a dibujar bocetos en uno de mis tantos cuadernos, todos ellos tenían algo en común, la silueta de la mujer que había visto, lo que los diferenciaban era el lugar donde ella se encontraba.
Al llegar la noche, la tormenta se intensificó, con relámpagos y truenos. Justo cuando voy hacia la ventana y observo el patio de mi casa, veo a esa mujer, esta vez mirando hacia mi dirección, de pronto, un rayo cae e ilumina con intensidad, ella desaparece, nuevamente, mi respiración jadea como nunca, corro la cortina, me doy vuelta para ir hacia mi cama y me doy cuenta de que había cortado la luz, entonces pensé: "esta será una larga noche".
Cada vez que intentaba conciliar el sueño, me encontraba atrapada en ese bosque intenso y terminaba siempre igual, cayendo al precipicio, despertándome con un grito ensordecedor, toda empapada de transpiración y con la misma respiración entrecortada.
Me quedo sentada en mi cama un buen tiempo, petrificada, tratando de tranquilizarme, miro mi reloj, observo la hora, sorprendida me doy cuenta de que son recién las seis de la mañana, me levanto y corro nuevamente la cortina. El clima está prácticamente igual que el día anterior, me fijo la fecha en mi calendario, octubre 17, me sobresalto, ayer hizo cinco años desde esa noche, caigo en cuenta, todo lo que había sucedido el día anterior.
Pero para explicarme mejor, ese tema que no que me quería acordar sale a la luz. Vivo sola en esa casa que tiene cinco habitaciones y tres baños. Mi pieza se encuentra de frente a las escaleras; del lado derecho, bien cerca de la puerta, se encuentra uno de los baños, el que más ocupo. ¿Qué tiene que ver eso, con lo que me acababa de dar cuenta? La realidad es que esta casa tiene bastantes años encima, perteneció a tres familias antes que la mía. En suma, es la casa de mis ancestros, la enorme herencia familiar de los "Harold". Lo que quiero decir, es que cuando fallece el dueño de la casa, pasa a ser propiedad del hijo primogénito de dicha persona, pero en mi caso todo cambió. Hace cinco años vivía, en este mismo lugar con mi familia, mis padres y mis dos hermanos, ambos mayores, por ende, no me correspondía heredarla, le correspondía a Jonathan Harold, mi hermano mayor, el hijo primogénito de la cuarta generación que por razones catastróficas no pudo heredarla. Por lo que Jace Harold, mi otro hermano mayor, el segundo hijo heredó la casa al instante de lo sucedido, no pasó ni veinticuatro horas del acontecimiento, y él toma una decisión que cambiaría mi existencia por completo.