Volvamos en el tiempo, regresemos cinco años atrás. Exactamente al día 15 de octubre del 2015.
Eran aproximadamente las tres de la tarde, el clima estaba un poco fresco con abundantes nubes en el cielo y tenía mucha pinta de que iba a empezar a llover en cualquier momento. Estaba en el living, sentada en un enorme sofá azul marino, leyendo uno de mis tantos libros, mientras conversaba con mis hermanos que se encontraban frente al televisor jugando videojuegos - si te pudiera describir a Jony, te nombraría sus ojos oscuros, su pelo castaño alborotado y su mirada desafiante -.
Mis padres entraron discutiendo en dicha habitación - algo raro en ellos, porque muy de vez en cuando discutían -:
-¿Por qué justo mañana es ese congreso? ¿A caso te olvidaste lo que suele suceder en esos días? - Rubén le preguntó a mi madre un poco enojado.
-Amor, no es mi culpa yo no impongo los días de congres. - Silvia no llegó a responder porque mi padre salta con más furia aún.
-¡Definitivamente no vas a ir!
-Cariño si no te apetece acompañarme, no te preocupes, voy sola, pero no puedo no ir. - Mi madre cada tres meses tenía una reunión que era exclusivamente para todos los docentes del país. Destacaba mucho de ella, la fortaleza que tenía porque era realmente increíble, que, aunque mi papá estuviera súper enojado, ella no perdía la cordura.
-Papá yo le acompaño, no te hagas drama. - Le respondió mi hermano mayor.
-¡No! ¡Claro que no!
Papá siempre se hizo mucho la cabeza, siempre que llegaban estos días se ponía un poco paranoico. Así que todas las primeras quincenas de octubre, desde que llegamos a esta casa, él generaba caos.
Por esa razón, Jace, mi hermano del medio le dijo con cara de burla:
-Rubén ¿Por qué tanto drama con esos días? Son solo simples anécdotas ancestrales.
-Amor, no nos va a pasar nada, aparte vamos hoy.
-Si viejo, además Jony se ofreció acompañarlos. - Insistió Jace y mi hermano asintió con la cabeza.
-Está bien, iremos, pero los quiero listos para las seis de la tarde. ¿Ni más ni menos quedó claro? - con tono de ironía y de rendición, aceptó.
-Hija cariño vas a estar bien, ¿No?
Levanté la mirada y la vi a ella, a mi madre, con cara de preocupación.
-Mamá si voy a estar con Jace ¿Qué podría salir mal?
***
La tarde continuó dentro de todo tranquila. Mis padres y mi hermano se fueron a la hora que habían quedado, tendrían más o menos unas cuatro o cinco horas de viaje hasta Edimburgo, donde se realizaría la asamblea. Jace y yo permanecimos en el salón mirando la televisión.
La hora pasó volando y sin darnos cuenta nos quedamos mirando un canal de noticias local, cuando escuchamos al cronista decir:
-¡Último momento! Hubo un siniestro en la autopista A74(M) yendo hacia Escocia, donde lastimosamente ninguno salió con vida. Este hecho ocurrió recientemente, siendo tan solo las nueve y media de la noche El impacto fue de dos automóviles, ambos venían en el mismo carril, pero al parecer uno de ellos perdió el control haciendo que el otro rodado impacte contra este. - dejamos de oír por un segundo para mirarnos asombrados, entrando prácticamente en estado de shock. - En uno de los vehículos nombrados iban tres adultos, dos hombres y una mujer -.
Apagué el televisor y empecé a negar rotundamente que ellos hayan sido los del accidente.
Al instante, sonó el teléfono de mi hermano, atendió rápidamente y me miró, su rostro solo reflejaba temor y desesperación.
-No te alteres. - Le quedé mirando atónita - Me acaban de llamar desde la comisaria los del accidente son ellos. También me afirmaron que mañana tendremos que ir a hacer el reconocimiento de los cuerpos para que ellos hagan toda la autopsia correspondiente y que pasado mañana haremos el entierro.
Está claro, que esa noticia, me cayó como un balde de agua fría. Pasé un buen rato pensando en las inútiles posibilidades de que todo eso fuera un sueño y que no haya sucedido realmente, hasta que mi hermano me interrumpió:
-Fue mi culpa.
-¿Qué? ¿Por qué? - No le comprendí a que punto quería llegar.
-Yo les insistí a que fueran, si no les hubiera dicho eso estarían con nosotros. - él, que parecía el más fuerte de los dos, le agarró de repente un ataque de ira, desilusión y sobre todo culpabilidad.
Definitivamente no tenía idea como calmarle. Ni siquiera sabía cómo calmarme a mí. Solo lo abracé fuerte y le dije que la íbamos a sobrellevar juntos.
Esa noche fue realmente larga, no pude dormir muy bien, ya que me venían imágenes de mi familia, de mis padres discutiendo por última vez, de la última conversación sin sentido que tuve con Jony, en fin, de las últimas horas que los vi.
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Adjunto foto de Jonathan Harold, primer hijo de la cuarta generación.
¡¡ACLARACIÓN!! TODAS LAS FOTOS QUE ADJUNTO EN ESTE TEXTO/HISTORIA SON SUPOSICIONES DE COMO SE VERÍAN LAS FAMILIAS Y/O PERSONAJES.
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