El marginado

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El sol se levanta para contemplar a los estudiantes y hombres adultos, cada quien dirigiéndose a sus actividades desde muy temprano, los rostros felices de los niños quienes se dirigen a adquirir conocimiento para sus futuros oficios y aprender más acerca del futuro al que apuntan.

– ¿Ya lo viste? Es él.
– ¿De verdad? Él?
Murmuran 2 chicos que caminan juntos
– Es el, que detestable.
– Si lo sé, solo busca problemas.
Murmuran otros chicos, todo lo que murmuran es referente a un chico que camina solo, sin amigos ni nadie, que inclusive la gente trata de apartarse de el como si fuera anormal o alguien que no tiene nada que ver con lo natural.
Una vez en la escuela tanto estudiantes como maestros tratan de mantener distancia con el, inclusive de no pedir su opinión ni nada por el estilo y en los recesos es lo mismo, de hecho es lo que más le fascina en todo su día de escuela: poder estar en un lugar bastante alejado donde poder estar absorto en sus propios pensamientos y sin interrupciones.

Este misterioso y exiliado chico es Wade Mendo: un chico como todos con la excepción que sus padres no lo quieren, de hecho ni sus padres se quieren y esto provoca que lo vean de mala forma aunque el guarda en su interior sentimientos que nadie podría tener. Su padre Jeffrey Mendo es un guardia imperial retirado amargado con la vida y pasa la mayoría del tiempo quejándose y bebiendo alcohol, mientras que su madre, Selina Quarta es una mujer hogareña que no deseaba tener hijos pero se enamoró de Jeffrey pensando que esté la haría la mujer más feliz como tanto se lo prometía pero al retirarse solo la hizo vivir arrepentida de haberse casado con el y por consiguiente de haber tenido a un hijo de él.
Ese odio entre los padres y de padres a hijos causa una mala reputación en ese ambiente familiar, si es que así se le puede llamar a eso.

Cuando Wade cumplió 13 su madre murió por un ataque al corazón, al principio se empezó a creer que su padre la había maltratado y que el era el causante de su muerte pero al no ver rastros de violencia como golpes o moretones no hubo nada que pudiera vincularlo con su muerte; puede que el fuera un completo malnacido en no apoyarla pero su entrenamiento en la guardia lo hizo estar atado a un estricto código de conducta el cual le demanda no golpear a una mujer siempre que está no le haya hecho daño alguno y su esposa nunca lo hizo.
La cosas cambiaron de forma significativa para Jeffrey y para su hijo, pero Wade nunca cambió de expresión. El padre comenzó a apostar para intentar ganar dinero y la mayoría de veces siempre ganaba, aunque usaba parte del dinero para comprar de comer la mayoría siempre lo usaba para alcohol sin saber que esto podría costarle la vida si cometía un error o se metía con la gente equivocada. En una ocasión apostó mucho dinero que terminó perdiendo y al evadir mucho el pagar lo asesinaron y exhibieron ante todo el pueblo en que vivían... A partir de ahí la reputación de Wade que de por sí ya era mala, acababa de sobrepasar los límites de lo malo a lo peor.

El Jinete NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora