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Todas las chicas estaban hablando de lo que le había pasado esos últimos meses que no se habían visto; pero la que tenía que contar más, era la albina.

-¿Y qué nos cuentas de lo que has hecho en Francia, Rea?- preguntó la chica de cabello celeste, la albina solo sonrió.

-Casi nada, solo trabajo como modista- respondió.

-¿Y ya te has casado?- la albina miró a una castaña de ojos grises, solo negó con la cabeza.

-No estoy casada, nisiquiera he pensado en eso jeje- respondió, la peli azul miró a la albina, tenía una mirada sería.

-¿Y tienes pareja entonces?- decidió preguntar, la albina la miró y negó con la cabeza.

-No he tenido pareja desde que me fuí de España- respondió, la peli azúl sintió calma y su corazón dejó de latir palpitar rápido por la "curiosidad".

Todas volvieron a conversar de cualquier tema al azar. Hasta que una azabache decidió hablar.

-Chicas- todas la miraron- Thaís y yo, queremos decirles algo- dijo y tomó la mano de su novia, la miró con una sonrisa, la peli azul solo suspiró.

-Tayra y yo, vamos a casarnos.

[...]

¡¿Qué se van a casar?!

¡¿Acaso era una broma?!

No, no lo era.

La albina estaba echada en su cama de su antigua habitación, estaba mirando el techo, como hace seis años...

-Lo peor de todo, es que iré a tu despedida de soltera...- dijo mientras frotaba su tabique con la llena de sus dedos, en forma de estrés.

La albina estaba destrozada de nuevo, obviamente no iba a hacerlo notar y mucho menos ahora que por quién volvió, se iba a casar. ¿Creía que enserio volviendo, tendría su amor? Se estaba creyendo una idiota por pensar en eso.

Ella ya estaba en la fiesta que organizaron sus amigas para la chica que ella aún ama.

-¿Y Tayra?- preguntó la albina, una castaña de ojos avellana la miró.

-Dijo que iba a ir donde sus padres, por eso dejó que hagamos la fiesta en su casa de ella y Thaís- respondió, la albina solo asintió.

Era solo una fiesta de chicas, había alcohol, algunos dulces y karaoke. Para ella era suficiente.

A algunas les chocaba rápido el alcohol y otras, prefirieron no tomar. La albina no fue la excepción.

Ella si empezó a tomar alcohol y se dejó llevar por la tristeza que guardo durante años. Ya estaba muy ebria.

-Creo que te pasaste Rea- dijo una peli morada, mientras le quitaba el vaso que tenía aquel licor.

-Solo me estoy divirtiendo, no seas como mi mamá Maia- dijo en su modo ebrio, para luego quitarle su vaso a su amiga.

-Bien, creo que debería llevarla a su casa o sus padres van a preocuparse- dijo la peli azul.

-Yo ya debo llevarme a Victoria, esta vez sí que se pasó- dijo, mientras se iba a por su pareja.

-Bueno Rea, hora de que te lleve a tu casa- dijo la peli azul, la albina la miró con una sonrisa.

I ωαηηα ƒσяgєт yσυ [R̶ι̶υ̶м̶в̶α̶] •GB•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora