5. Mi enfermedad

500 54 6
                                    

Me encontraba en la habitación quitándole el polvo a las armas cuando de repente entran Goya, Triana y Mónica con pinchos en sus manos. Claramente trataban de matarme o algo así.
Me paré de rápidamente y provoqué un pequeño susto en ellas
-Ven aquí- Empuje Triana contra mí y detuve a Goya para que no interviniese.- A ver ese ímpetu de juventud.
Tome su mano junto el pincho que sostenía y la puse sobre mi cuello.
-La yugular...clava-Le ordene a la niñata, estaba segura que no lo haría pero volví a insistir a que pinchase hasta que Maca ingresó por la puerta.
-¡Eh! ¡Fuera!-La rubia tenía mucho carácter cuando quería- ¡Fuera!- insistió
Las chicas salieron pero Goya antes de irse soltó -Estas viva...- No se que pensaba, yo no mataría a la única persona que mas me ha importado en la puta vida.
Al quedarnos solas Maca me miro, se la notaba cansada de luchar.
-Estoy embarazada- En otros momentos me hubiera importado una mierda pero ahora me destrozo por dentro.
-Por eso necesito cambiar de vida, y te vendí a la policia pero el plan me salió como el culo... te toca- retomó la rubia
-¿Me toca?- asintió- Me la suda- solté
-¿No tienes nada que contarme?
-¿Contarte que?- Trate de mantener el autocontrol
Maca empezó a buscar no sé qué en mis cosas
-¿Que coño haces?
Patee la mesita de noche mientras ella tomaba mis pastillas, acto seguido la tomé del cuello
- A ver imbecíl, mi enfermedad y mi muerte me pertenecen- El dolor me carcomía por dentro
Rápidamente Maca se separó de mi apuntándome con el arma
-¿Que quieres? ¿Un duelo? ¿Eh? El duelo final...-
-A eso has vuelto- la rubia me miro con enojo
-Yo también tengo un cancer, eres tú, y mientras sigas viva yo no puedo seguir con mi vida- Sus palabras atravesaron mi dura coraza y entraron como un puñal a mi corazón, ni siquiera sabía que tenía uno.
-Pues dispara- los ojos de Maca se volvieron cristalinos
-¡Dispara coño! -Volví a insistir
-¡Dispara! - Maca bajo el arma y soltó el llanto, me destrozaba verla así.
Rápidamente la abrace, no se porque lo hice pero fue lo que más me apetecía
-¿Por que no me lo has dicho?- susurró en mi oído mientras más se apretaba junto a mi.
-¿Y que hubiera ganado?¿Un poco de pena?
-¡Joder! Me has quitado todo en la vida, no voy a permitir que ahora me dejes sola.- La rubia parecía tan afectada como yo
-Maca...- Me separe de ella y tome su cara con mis manos- He destrozado tu vida y tu la mía pero tú me importas muchísimo.
Me costó mucho soltarlo y Maca lo sabía.
Me acercó a mi y me besó lentamente
Teníamos dos opciones, matarnos o hacernos eternas esa noche.
Follamos cómo nunca lo habíamos hecho, los gemidos de la rubia iluminaban la oscura habitación.

VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora