ㅤㅤㅤprologue

1.3K 154 6
                                    

*:・﹆•:◦

﹙𝖕𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖔﹚·˚ ༘

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

﹙𝖕𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖔﹚·˚ ༘

ROSY EVANS ERA UNA MUCHACHA normal y corriente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ROSY EVANS ERA UNA MUCHACHA normal y corriente.

O eso se decía ella misma cuando algo raro pasaba a su alrededor. Semillas convirtiéndose en hermosas flores en cuestión de segundos, manzanas pudriéndose en un pestañeo, eran algunas de las anomalías que trataba de esconder de su padre.

Pero a pesar de eso, vivía su vida como cualquier otro niño de su edad. Atiborrarse de chocolate con su abuela a escondidas, escuchar fantásticas historias de la boca de su padre frente a la chimenea en noches heladas de invierno, acampar y admirar el atardecer.

Se podría decir que las cosas marchaban bien para una niña de siete años. Pero a veces la vida suele ser una perra, eso es algo que Rosy se lo repetiría toda la vida.

Meses antes de cumplir sus ocho años, su padre llegó con la noticia de que pronto contraería matrimonio y la burbuja de felicidad de Rosy explotó.

Caroline Jones llegó a la vida de la pequeña Evans para destruirla poco a poco. Al principio se comportaba como una mujer amable y dulce, dispuesta a preparar el postre que Rosy quisiera. Con el pasar de los meses, cuando el compromiso estaba a la vuelta de la esquina, su actitud cambió por completo a las espaldas de Erick. La máscara que cubría el verdadero rostro de Caroline cayó.

Y me estoy refiriendo tanto figurativamente como literal. Rosy aún recuerda el miedo que la paralizó aquella vez, la sensación de que la muerte abría sus brazos para recibirla estaba ahí. Caroline ya no era la mujer pelirroja con la que Erick rompió el corazón de su hija, en su lugar, una criatura con fuego en vez de cabellos, con una piel tan pálida que por un momento se imaginó a un vampiro. Pero lo peor eran sus piernas: una de bronce y otra de burro.

―Oh, linda florecilla, serás un delicioso aperitivo―había dicho la criatura. Sus ojos rojos como la sangre, la miraban tan intensamente que Rosy casi juró que le saldrían rayos láseres―. Pero primero, debo de llevarte ante ella.

Rosy jamás supo quien era ella, pero lo que si sabía era que debía correr por su vida. Arrogándole todo lo que estuviera a su alcance, intentando tener algo de tiempo para correr a la seguridad de su cuarto. Para su mala fortuna, su padre se encontraba fuera de la casa.

Una vez en su cuarto, cerró la puerta y como había visto en una película de terror, con la fuerza de sus debiluchos brazos logró correr un mueble para bloquear la entrada. Por más que hubiera querido tomarse un momento para pensar que rayos estaba pasando, una vocecilla resonó en su cabeza. No te detengas, le había dicho.

― ¿Qué se supone que tengo que hacer? ―había susurrado a la nada misma. Detrás de la puerta, el sonido de algo pesado subiendo las escaleras resonó en la habitación, causándole escalofríos a la pequeña.

Empaca y huye.

Y tras eso, Rosy tomó su mochila del colegio y la vacío sobre la cama, llenándola en pocos segundos con algunas prendas, las cuales no tuvo cuidado de empacar correctamente.

― ¡Sé que estas ahí! ―un pequeño grito salió de la boca de Rosy cuando aquellas palabras llegaron a sus oídos. Sintió como su vista se nublaba, complicándole la visión para recoger las cosas que ella creía necesarias. Su labio inferior estaba atrapado entre sus dientes, tratando inconscientemente de no largarse a llorar allí mismo.

Los golpes en la puerta cada vez eran más fuertes. Y cuando sintió que su rosada mochila ya estaba completa, miró a su alrededor, buscando puntos de escape, siendo la ventana su único camino hacia la vida. Y sin pensarlo mucho, cuando la supuesta Caroline destrozó la puerta en miles de pedacitos, saltó por la ventana y cayó con un golpe seco en el suelo.

Ahora corre.

Y obedeciendo a la extraña, pero reconfortante, voz en su cabeza, corrió con todo lo que sus pequeñas piernas le permitían.

Y obedeciendo a la extraña, pero reconfortante, voz en su cabeza, corrió con todo lo que sus pequeñas piernas le permitían

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐎 𝐃𝐄 𝐑𝐎𝐒𝐘 ━━ PJ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora