¿Akatsuki son niñeras?

❚ Anochecer

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A un par de millas de la cada de Akatsuki estaba el lago Murasaki. Era grande y estaba lleno de aguas cristalinas que se congelaron por completo durante el invierno. Debido a esto, las pocas personas que sabían sobre este lago se encargaran de usarlo en toda su extensión. Una de estas personas, de hecho, era Hidan.

Sakura estaba sentada en una gran roca donde sus piernas podían balancearse desde el borde. Estaba vestida con su chaqueta roja hinchada, su bufanda verde oscuro y los guantes color rosa que su papá le había regalado. Hidan también se había tomado la libertad de envolverla en su capa a traves de feroces protestas. Ella le dijo que podía enfermar, y se río al decir que no lo haría.

Ahora, ella se sentó allí maravillada. Ya estaba oscuro afuera así que Hidan había puesto luces alrededor del lago usando su chakra. Él le preguntó que color las quería. Ella no pudo tomar una decisión.

Iluminado con tonos rosados, anaranjados, azules, verdes, y morados, Sakura observo a Hidan deslizarse por el lago helado sobre patines. Hidan era tan... elegante que no podia creer lo que veía. Por otra parte, no podía creer lo que vio cuando lo miró usar lentes por primera vez.

"¡Hidan-san, eres tan genial~!" Ella gritó. Hidan le sonrió mientras realizaba algunos giros más y se volteaba.

"¿Estas segura de que no quieres intentar?" Él llamó, "Puedo enseñarte, ¿Sabes?"

"Eh, no soy buena para mantener el equilibrio, Hidan-san. Solo quiero mirar"

"¿Estas segura?"

"¡Um!" Ella chirrio. Hidan se río ligeramente ante su pequeño 'um' y continúo patinando sobre el grueso hielo. Inconscientemente, condujo un par de trucos más, sus ojos estaban cada vez más en blanco por cada segundo que pasaba. Sakura notó eso y frunció el ceño. Estaba triste de nuevo. Pero afortunadamente, ella fue lo suficientemente inteligente como para tomar frambuesas y frijoles de soya de la cocina.

Salto de la piedra y comenzó a empujar nieve alrededor de la pila. Esa pila pronto se convirtió en una gran esfera. Contenta con la forma, se volvió para mirar más nieve a su alrededor.

Para cuando Hidan salio de su trance, habían pasado unos treinta minutos. Suspiró y se volteó para ver que estaba tramando Sakura. Ella no estaba a la vista, pero lo que vio en el borde del lago...

No pudo evitar sonreír cuando dijo. "Heh, ¿Qué diablos es eso?"

Se deslizó hasta que estuvo en la orilla y tomó sus patines mientras miraba la obra de arte de Sakura. Sakura apareció de pronto con un montón de palos en sus brazos.

"¡Oh! Hidan-san, ¿Ya terminase?" Ella preguntó. Dejo los palos a un lado y levanto la capa de Akatsuki para que Hidan la tomara. Él tomó la capa con gratitud.

"Sí, entonces, "¿Qué es todo esto?" dijo señalando a los dos muñecos de nieve, o lo que él pensaba que eran muñecos de nieve.

"¡Miralo muy de cerca, Hidan-san!
¡El alto tiene frambuesas en los ojos y el más pequeño tiene granos de soya en los ojos! ¡Ves, Hidan-san somos nosotros! Lo hice para tí ¡Pensé que te haría sonreír! Y así fue, ¿no?" Ella balbuceo emocionada. Puso los palos en los muñecos de nieve y dio un paso atrás para admirar su trabajo. Hidan se quedó allí con un puño en la boca.

"Vamos, niña. Volvamos a casa. Tu mamá me mataría si regresamos tarde"

"¡Pero no puedes morir!"

"Bueno... no importa. En pocas palabras, no quiero enojar a tu mamá. Es muy aterradora cuando esta enojada, en serio"

Sakura agarró la mano de Hidan y los dos iban a la base.

"¡Ah! ¡Espera!"

Ante el repentino golpe de memoria, Sakura corrió hacia los muñecos de nieve. Ella se quitó la bufanda y la envolvió alrededor del cuello del muñeco de nieve más grande antes de volver corriendo a Hidan.

"Bien. ¡Vamos a casa!"