Felix Felicis | Final

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Wei Ying tenía su cabeza recostada en el cristal de la ventana, veía como todo se quedaba atrás debido al movimiento del tren, sus manos sudaban por los nervios además de que aún se sentía triste por todo lo que estaba sucediendo con el Ravenclaw.

Dentro de la cabina había un silencio sepulcral, el Gryffindor era consciente de la pesada mirada que le dedicaba Lan WangJi, pero estaba tan asustado que se rehusaba a mirarle. Ninguno de los dos se atrevía a decir alguna palabra para hacer el ambiente más ameno, Lan WangJi miraban al joven frente a él en un profundo silencio, pensando en cómo debería de actuar.

Desde su extraña y repentina declaración en el bosque ninguno había dicho nada, mucho menos habían vuelto a besarse. El Lan incluso temió por un momento que Wei Ying ya ni siquiera quería ir a su hogar para Navidad, pero cuando lo vió con su maleta en las puertas del castillo sintió que las cosas aún tenían arreglo, aunque no supiera con exactitud cuál era el problema que parecía atormentar esos ojos grises. Lan WangJi siempre pensó que cuando se confesara por fin podría demostrarle todo su amor al Gryffindor, pero parecía ser lo contrario, ya que cada vez que trataba de decir algo Wei Ying terminaba con una mirada llena de tristeza, por eso esperaba llegar a su casa y tomar valor para enfrentar a WuXian.

Cuando el tren por fin se detuvo Wei Ying soltó un pequeño suspiro, aún pensaba si había sido buena idea venir con los Lan, sólo se podía imaginar lo furioso que estaría QiRen cuando se enterara de esta terrible tragedia, de seguro lo alejaría de Lan Zhan y le prohibirá verlo, pero WuXian aún tenía una última esperanza.

Esa esperanza era Lan XiChen, si alguien podía ayudarlo debía ser él.

Ambos jóvenes se quedaron sentados en silencio, sin intenciones de levantarse a pesar de que el tren ya llevaba varios minutos detenido.

—Mi hermano nos espera...—dijo Lan Zhan tratando de conseguir aunque sea una mirada por parte del Gryffindor, pero este sólo asintió sin observarle.

Con pesar el Lan suspiró y bajó su vista, cada segundo se sentía una tortura con esta separación, no entendía que estaba pasando, Wei Ying había dicho que estaba enamorado de él, pero parecía todo lo contrario.

Cuando ambos descendieron del tren pudieron divisar fácilmente al hermano mayor de Lan WangJi, quien les recibió con una sonrisa, pero al ver el semblante de ambos se preocupó. El corazón de Wei Ying latía con fuerza, temía que los Lan notaran lo que pasaba con el Ravenclaw.

—¿Te encuentras bien WangJi?— preguntó XiChen al ver una gran tristeza y preocupación reflejados en los ojos ambarinos de su hermano, para él era claro que algo malo estaba pasando.—Se ven algo abatidos chicos. ¿Ocurrió algo en el camino?

WuXian sintió terror, con apenas una mirada XiChen ya empezaba a sospechar, de seguir descubriría que su hermano estaba bajo el encantamiento de alguna pócima.—Todo está bien...— se apresuró a decir Wei Ying.

XiChen miró a ambos jóvenes, pudo leer la palabra "no es el momento" en los ojos de su hermano, por lo que decidió dejar de indagar y mejor optó por cambiar el tema, al cabo estaba seguro de WangJi irá por su ayuda más tarde.

—El tío sigue bastante ocupado en el ministerio y padre aún no regresa de su viaje, pero se supone que hoy llegaría—Comentó XiChen mientras iban rumbo a su hogar, pero sus palabras parecieron ser ignoradas por el par de jóvenes. Cada uno parecía perdido en sus pensamientos.—Más tarde iré al ministerio...— agregó, pero de nueva cuenta fue como si estuviera hablando solo.

En cuanto Wei Ying puso un pie dentro de la casa de los Lan pareció de su rostro palideció y la sensación de sudar lo bañó. La culpabilidad le estaba matando.

El Chico De RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora