Thestrals

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—¡Extraño a mi shijie!—se quejó Wei Ying mientras arrastraba sus cosas para subirlas al tren.

—¿Cuántos años tienes, cuatro? La veremos en Navidad así que deja de llorar y camina rápido —contestó exasperado Jiang Cheng.

Cuando ambos jóvenes lograron subir las cosas abordaron el tren en busca de asientos.
Justo cuando Wei Ying abrió una puerta de las cabinas alguien iba saliendo por lo que terminó dándose un leve golpe con la persona de enfrente.

—Lo siento—dijo el Gryffindor sobándose con la mano donde había recibido el pequeño impacto. Cuando alzó la mirada no pudo evitar sonreír como cada vez que se topaban—¡Lan Zhan! ¡Que alegría verte!

—Mn—el Ravenclaw lucía serio, aunque ahora sus ojos tenían más brillo seguía con la mirada un poco perdida.—Ten cuidado—dijo acariciando la frente de Wei Ying. Con eso siguió su camino.

WuXian sentía sus mejillas arder por el contacto, pero eso quedó en el olvido cuando notó lo decaído que lucía el joven.

Jiang quien notó la extraña interacción empujó levemente a su hermano—Deja de babear y avanza.

Pero Wei Ying seguía mirando en dirección de Ravenclaw.—Algo le pasa a Lan Zhan...

—¿Enserio?—Jiang Cheng alzó una ceja confundido—Yo lo veo igual de antipático como siempre.

—Es claro que está triste, pero la pregunta es ¿Por qué?

—Tal vez extraña a su hermano—dijo sin interés el Slytherin empezando avanzar—De todas formas no es nuestro asunto, sólo porque pasaste una navidad con los Lan no significa que te tengas que meter en sus problemas. Si Lan WangJi no te quiere decir nada entonces no insistas ¿Entendido?—cuando se giró notó que Wei Ying ya no estaba—¿Es enserio? ¡Wei WuXian regresa!

Wei Ying iba de vagón en vagón buscando al Lan, pero parecía no estar por ninguna parte.

—Hola jovencito—le saludó una señora—¿Quieres algo del carrito?—preguntó ofreciendo la mercancía.

—No gracias—le sonrió Wei Ying—Disculpa ¿no ha visto a un joven muy guapo con mirada seria por aquí?—preguntó.

—¿Un joven muy guapo? ¿Mirada seria?—parecía como si tratara de recordar algo—Oh ahora que lo pienso miré en el vagón pasado alguien sumamente apuesto. ¿Era alto y cabello largo?

—¡Si, es él! ¡Gracias!—dijo feliz empezando avanzar pero se detuvo y volvió a ver a la señora.

Lan WangJi por fin encontró una cabina sola, usualmente solía viajar junto a su hermano y uno que otro amigo de este, pero sin XiChen no tenía la paciencia de soportar a alguien.
La única persona que extrañamente toleraba era al de ojos grises que había visto hace un momento.

Desde que dejó su hogar sentía su corazón doler, pero cuando vió a Wei Ying el dolor pareció disminuir. El Gryffindor seguía con esa misma energía y su sonrisa no había cambiado en nada. Con sólo verlo agradeció a su hermano por insistirle en ir ese año al colegio, de no ser así hubiera permanecido en su casa y se hubiera perdido de la brillante sonrisa del menor.

Estaba absorto en sus pensamientos que apenas escuchó cuando la puerta de su cabina fue abierta.

—¡Lan Zhan por fin te encuentro!—dijo Wei Ying sentándose enfrente de él.

Lan WangJi retiró la vista de la ventana para observarle—¿Qué haces aquí?

—Que hostil, somos amigos deja de tratarme así.

El Chico De RavenclawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora